23.12.05

Superarse en no hacer nada

Llega el momento por el que se fecilitan y se señalan estas fechas: las vacaciones.

En este año me han pasado un puñado de cosas, y seguramente que algunas importantes, pero ninguna me ha dado tantas satisfacciones como la que puede ser más tonta desde fuera: hacer una marca de 53 minutos para 10Km (sólo a 20 minutos del record mundial :-P ).

Quizás me sienta orgulloso de ello porque tampoco he hecho nada más interesante, pero fundamentalmente porque superarse en algo, por tonto que sea, nos hace sentirnos bien (seguramente viene de fábrica).

Bueno, ahora que lo pienso mejor esos 53:00 no son lo que más satisfacciones me han dado, de hecho pasé un muy mal rato para conseguirlos. Sin embargo lo que sin duda me ha dado más tasifacciones no puedo confesarlo abiertamente pues mi comentarista anónima me puede correr a gorrazos, aunque seguro que la audiencia de la página subiría ;-)

22.12.05

Día de lotería

Todos los 22 de diciembre no puedo evitar poner la radio para escuchar el sorteo de la loteria de Navidad. No es por la ilusión que me pueda hacer ganar pues no suelo jugar (este año ni tan siquiera llevo ni una participación), lo hago porque me recuerda al inicio de las vacaciones de Navidad cuando era niño.

En cierto modo supongo que evoco la ilusión de aquellos días, cuando se aproximaba Nochebuena y los regalos, cuando la Navidad no empezaba el 2 de noviembre.

Lo cierto es que uno se siente reconfortado participando de las tradiciones, aunque sólo sea de forma pasiva. Además creo que este soniquete de la lotería debe ser algo parecido a un mantram que nos adormece y relaja.

Ya sólo faltaría que uno creyera en estas cosas de la lotería, pero sabiendo que hay muchas más probabilidades de morir fulminado por un rayo que de ser afortunado por la lotería prefiero intentar huir de ambas cosas.

De hecho si uno optara por jugar lo haría al cupón de los ciegos, pues jugando toda la vida hay altas probabilidades de que te toque al menos una vez. Sin embargo no habría que jugar al euromillón, pues la probabilidad de acertar es tan baja que se aproxima a lo imposible (se podrían hacer varios juegos probabilísticos sobre cosas más probables de suceder que un pleno del euromillón).

Ahora la pregunta es: ¿es preferible vivir ilusionado, aunque sea con un engaño, que vivir teniendo la certeza de que no va a pasar nada extraordinario?

Casi se podría afirmar que la lotería cumple una función de contención social, algo parecido a la religión, pues mientras la gente tenga esperanzas en que su situación podrá mejorar por algo que supera su entendiemiento es menos probable una rebelión por puro desencanto.

¡A las barricadas!
(caray a lo que he llegado evocando el espíritu navideño).

21.12.05

Pasteis do Beleim (y VI)

Tras comer en el primer sitio que tenía más o menos buena pinta dimos los últimos paseos por la ciudad, y a media tarde empezamos a pensar que quizás no volveríamos a probar los pasteles de Belém en mucho tiempo, así que decidimos volver a por más.

La idea era cojer el tranvía, pero su frecuencia es muy escasa comparada con la de los autobuses, así que pillamos un autobús. Por cierto que el sistema de billetaje es un poco peculiar comparado con lo que tenemos por aquí, pero a eso hay que dedicarle un post en exclusiva.

Cuando llegamos a la pastelería/cafetería el gentío era enorme, y en la barra lucía un cartel de "no servimos bebidas". A esas horas sólo se despachaban "pasteis". Constantemente sacaban bandejas de la cocina mientras otros camareros llenaban cajas de tres pasteles. Llegado mi turno pedí dos cajas, pero me cobraron nueve euros y en el ticket ponía que me habían dado doce pasteles. Tras preguntar sobre el ticket nos dijeron dos cajas equivalían a doce pasteles.

Comprobamos que efectivamente las bandejas que salen del horno tienen los pasteles agrupados de dos en dos uno encima del otro, pero en cualquier caso nos quedamos con el lote.

Volvimos al hotel y nos dimos una cena de pasteles, comprobando que tres seguidos se hace un poco pesado para el estómago.

A la mañana siguiente salimos muy temprano por el miedo a la operación retorno, tanto como a las cinco de la mañana hora española (cuatro hora portuguesa) así que hasta Sevilla apenas encontramos tráfico.

Hicimos una parada técnica para repostar y desayunar... "pasteis de Belém" que teníamos en la recámara (al final sólo llegó uno a casa). Justo en la frontera había un fuerte control policial (perros, pinchos, furgonetas cruzadas en la autopista, ametralladoras...) conjunto de la policía portuguesa y la guardia civil. El hombre de verde nos hizo parar y nos miró detenidamente, pero se ve que no le ugstamos porque nos dijo que siguieramos camino.

Y así hasta casa, siempre asistido por mi eficaz copiloto (y comentarísta anónimo de este blog, además de muchas otras cosas):


En definitiva que muy recomendable pasar un fin de semana en Lisboa, además de lo que se ve y se come uno tiene repertorio para unos cuantos post.

20.12.05

Pasteis do Beleim (V)

Después de los paseos matutinos era el momento de que el verdadero protagonista de la historia hiciera acto de presencia: "Pastéis de Belém", pronunciado como "Pasteis do Beleim".

Junto al monasterio de los Jerónimos existe una cafeteria que elabora estos pasteles recubiertos de un hojaldre bastante consistente y de una crema pastelera deliciosa. Se puede comer con la mano y no se desmontan, lo que lo hacen ideales para comer en cualquier ocasión.

Inauguramos nuestro festín pastelero con una degustación de dos pastelitos cada uno:


Como había algo de tiempo hasta que pasara el autobús fuimos al museo del coche de época, que resultó ser bastante curioso, además de barato (tres euros) a tenor de los precios a los que ya nos habíamos habituado.



El autobús nos dejó cerca de la parada del tranvía 22, un tranvía que recorre las zonas más pintorescas y escarpadas de la ciudad. Nuestra intención era subir al castillo que lucía en todo lo alto, pero a medio camino el tranvía se paró debido a un corte electrico, así que nos hicimos los machotes para subir andando.

Este castillo no tenía la gracia de los de Sintra, aunque estaba bien cuidado. Como anécdota cabe destacar la exposición de burros (los de cuatro patas) que se celebraba para recaudar fondos para proteger la especie. Se incluían murales y pollinos auténticos:

19.12.05

Pasteis do Beleim (IV)

El Hotel "Best Western Florida" estaba muy bien situado, y en una zona que finalmente resultó fácilmente indicada desde las rondas de la ciudad, pero como siempre ocurre en estos casos la calle por la que íbamos a entrar estaba en dirección prohibida, además de amenizarse la cosa con algunas obras que añadieron más confusión.

Pero bueno, encontramos un parking cerca y ahí soltamos el coche pues en Lisboa no hay zona azul sino que toda la ciudad es zona azul.

El hotel resultó malillo a pesar de sus cuatro estrellas, el cuarto de baño de la habitación olía a humedad, la televisión no tenía muchos canales (el único canal español era del de noticias 24h) y el servicio de habitaciones poco variado (bueno, esto no importa puesto que nunca lo utilizamos). También tenían cierto desmadre en recepción, lo que nos permitió desayunar de gorra pues no habían pasado la nota cuando nos fuimos.

La intención era tomar un "bus turistic", pero a las cinco de la tarde dejaba de circular así que optamos por patearnos el centro. La verdad es que el paseo fue agradable, con una zona comercial muy animada y unos edificios antiguos muy bien restaurados.

Enseguida nos percatamos de cuales son las imágenes más típicas de la ciudad: los tranvías y un anuncio en el que sale Collina (estaba por todas partes el calvo este).


Cuando ya estábamos reventados fuimos para el hotel y caímos rendidos, pues las caminatas por las cuestas de Sintra habían hecho mella. Directamente cenamos un par de piezas de fruta y al catre.

Al día siguiente desayunamos en el hotel (por cierto que tienen el peor zumo de naranja que he probado en la vida) y salimos a por el "bus turistic" nos habían recomendado.

El trayecto no estuvo mal, a pesar del viento "fresquito" que soplaba, pero así como en otras ciudades el "bus turistic" es de obligado uso aquí la verdad es que se puede pasar sin él perfectamente, apenas aporta información y se llega a todos los sitios fácilmente en autobús o tranvía (aunque ambos sean caros).

La primera parada fue en la torre de Belén, puesto de vigía y defensa junto al río Tajo. La tarifa de entrada era de las caras (cinco euros por cabeza), pero asumido el impuesto revolucionario de turista la verdad es que merece la pena pues el monumento está muy bien cuidado y tiene un puñado de escaleras que subir, requisito imprescindible de toda visita turística que se precie :-)



A pocos minutos andando estaba el Monasterio de los Jerónimos, el primer claustro que me encuentro en que se vean cosas y no sólo haya que imaginarlas. Sencillamente espectacular, estratósférico. Quizás no tiene el encanto de algunos claustros románicos, pero verlo lucir en todo su esplendor es algo que no hay que perderse, y bien merece tomarse un momento de meditación.

16.12.05

Pasteis do Beleim (III)

Salimos hacia Lisboa a la hora a la que el cuerpo nos pidió, pero a los pocos kilómetros estábamos saliendo una hora antes. Menos mal del indicador de tráfico que tenía la hora portuguesa que si no ni nos enteramos que a pesar de estar tan cerquita hay una hora de diferencia.

Finalmente nuestro destino fue Sintra, pues aunque no pillara de paso se podía llegar fácil.

Lo más espectacualr del trayecto fue el puente sobre el río Tajo que hay a la entrada de Lisboa, varios kilómetros de largo y dos niveles, por arriba coches y por debajo trenes... espectacular.

Sintra tiene la curiosidad de contar con un centro histórico totalmente apartado (a varios kilómetros) del núcleo de la ciudad, así que un error en la ruta puede ser fatal.

Tras un par de vueltas para aparcar empezamos una ruta por los distintos palacios y castillos de la zona. Las visitas merecen la pena, pero lo mejor es que los palacios ¡tienen mobiliario!

Uno está acostumbrado a visitar habitaciones con una triste cama o un pequeño aparador, pero aquí las casas-museo estaban equipadas hasta el último detalle.

La subida al castillo resulta algo confusa, tal es así que algunos incautos la hacen a pie, sin embargo la oficina de turismo nos porporcionó un plano con el que conseguimos orientarnos.

Por cierto que inmediatamente nos dimos cuenta que el idioma no iba a ser problema pues en todos los establecimientos turísticos hablan o entienden español. Por contra el portugués leído más o menos se entiende, sin embargo el portugués hablado no hay quién lo entienda. Como curiosidad comentar que los carteles en los museos siempre empiezan con dos o tres palabra en castellano, pero cuando uno se entusiasma empiezan a manifestarse las diferencias hasta que uno opta por leer la traducción al inglés (tanto buscar palabras parecidas acaba agotando).

El castillo era similar al resto de castillos que hay en la península: mucho andar, algunas escaleras, algunas murallas y muchas ruinas. Sin embargo la vista de Sintra desde arriba y las vistas al océano merecen la pena, sobre todo los palacios.







La última visita fue el palacio más famoso de Sintra (mi documentación al respecto de los nombres es extensísima), en el que de nuevo destacaba el mobiliario de las habitaciones, aunque su caprichosa arquitectura no dejaba de ser curiosa.




Finalmente decidimos comer en este palacio, que tenía una cafetería atiborrada de gente (españoles principalmente, como en todas partes) y un restaurante en el que no había nadie. Total, que nos metimos en el restaurante que resultó ser normalito pero con cierto estilo, destacando que la cesta del pan tenía cinco tipos de panes: pan "cateto", bollitos blancos, piquitos cortos, piquitos largos y pan de barra.

Por la tarde nos aguardaba la parte más complicada del viaje: llegar al hotel en pleno centro de Lisboa.

15.12.05

Pasteis do Beleim (II)

A media tarde llegamos a Badajoz y nos pusimos a buscar el hotel (Hotel Río Badajoz, de tres estrellas). Al final resultó de los más fácil llegar a él (estaba en la carretera a Portugal).

En recepción nos atendió una señora más o menos mayor (habría pasado la cicuentena de largo) pero muy amable y eficiente. Nos dio un plano del centro y nos recomendó las zonas por las que podíamos pasear. También nos indicó un par de sitios para cenar matizando que "estos son los sitios a donde yo voy".

La idea era salir inmediatamente, pero caímos en la cama fulminados y no pudimos privarnos de un par de horas de siesta.

Finalmente salimos de noche y dimos un paseito por el centro histórico, comprobando que no ésta no era una ciudad muy turística, pero que seguro que sí era confortable para vivir por la cantidad de parques que vimos.

También pudimos comprobar que la especulación inmobiliaria estaba presente, y parece que no hay mucha oferta a tenor de lo solicitados que estaban algunos pisos:


A eso de las nueve nos metimos en uno de los restaurantes recomendados, pero aún no tenían abierta la cocina así que nos tomamos algo pues el ambiente era muy agradable en el bar (había muy pocas personas). Al rato el camarero nos hizo pasar al restaurante excusándose por la espera.

Una amable camarera "que no llevaba mucho tiempo" (yo creo que la debieron contratar para ese día) nos acompañó a la mesa que fuera de nuestro antojo (no había nadie) y nos dio la carta. Se notaba (a kilómetros) que la chica no tenía muchas tablas, pero lo suplía con humildad y amabilidad.

Al poco llegó el maitre, de nuevo una persona amabilísima con una gran profesionalidad que nos recomendó las especialidades de la casa.

Finalmente nos pedimos una lubina en salsa de almendras y un secreto ibérico... exquisito todo. Hacía mucho, mucho que no disfrutaba tanto del sabor de un restaurante. La lubina además tenía una presentación magnífica, y el secreto estaba cortado en tiras de forma que no hacía falta usar el cuchillo.

La cena nos salió por unos 50 euros en total, pero no nos cobraron las bebidas que nos tomamos en el bar "por la espera" (por cierto que apenas entró nadie más a cenar, así que la tranquilidad fue la nota predominante).

La verdad es que no teníamos previsto ir de restaurantes, pero sólo por esa cena mereció la pena la visita a Badajoz.

PD: El restaurante es el asador "Los Canchales" y su teléfono es el 924244443.

13.12.05

Pasteis do Beleim (I)

Se acabaron las mini vacaciones, así que ya estoy rellenando la solicitud para las siguientes, que uno se lo pasa muy bien hasta madrugando siempre que no sea por obligación.

Fueron bastantes kilómetros de carretera, pero supongo que yo seré uno de esos que hace "salida escalonada" pues apenas me encontré tráfico ni para ir ni para volver.

Lo que no sigo sin entender es el límite de 120 Km/h en autopista, sobre todo en las de peaje de Portugal, que son directamente espectaculares (rectas, bien asfaltadas y mejor señalizadas, creo que merecen la pena los 22 euros del trayecto entre Lisboa y Faro, sobre todo si los comparo con los cinco euros que cuesta el trayecto entre Marbella y Estepona en verano).

Según el plan de viaje había una visita y comida en Mérida, cena y noche en Badajoz, visita matutina a Sintra y dos noches en Lisboa.

Llegamos a Mérida y empezamos la ruta arqueológica. Lo que pillaba más cerca fue un decepcionante circo romano, que visto desde fuera nos hizo tomar la decisión de no gastar tres euros por cabeza en ver los restos desde dentro de la reja, pues a fin de cuentas para ver algo había que darle mucho a la imaginación (o ser un fan acérrimo de la arqueología).



Siguente parada en el anfiteatro, ante el que no pudimos ser objetivos pues no hace tanto que estuvimos en el Coliseum de Roma y las comparaciones con una provincia de la periferia... pues como que no, que había que poner menos imaginación que con el circo pero que también había que darle a las neuronas.

Al ladito estaba el teatro, que sí que merece la pena (aunque no sé si tanto como para pagar siete euros por persona). La grada estaba restaurada, peor al ir a pisarla cedió un poco ¡y es que la mayor parte del graderío es de plástico! Pero bueno, la estructura del escenario estaba muy bien cuidada.



Tras un paseo por la cuidad (no es que sea lo mejor que hemos visto pero sí que es agradable) intentamos buscar algún sitio para comer. Muchos sitios estaban cerrados y los bares son casi todos negocios familiares con una pinta algo cutre (aunque limpios, pero sin dejar de ser bares de barrio).

Al final entramos en un bar que tenía una pinta más o menos interesante y nos pedimos una tabla de ibéricos y dos cosas más. Fue absolutamente decepcionante comprobar que en la tierra del cerdo ibérico te sirven embutidos del Mercadona, y en un sitio de tantos bares raciones calentadas al microondas. Supongo que no tuvimos suerte al elegir el sitio.

Salimos en dirección Badajoz un poco decepcionados, pensando que quizás hubiera merecido la pena ver Cáceres, pero bueno ya tenemos en el curriculum el teatro romano de Mérida.

7.12.05

Puentiiiiing

Me voy de puenting a Portugal. Tengo que hacerle kilómetros al coche que para eso me lo he comprado.

Espero traerme alguna batallita que contar.

5.12.05

Consejo de compañero

Estaba yo haciendo la compra de supervivencia (agua, zumo...) en el Mercadona cuando escuché algo de bullicio en la caja en la que hacía cola (había muchísima gente y la cola era considerable).

La chica que atendía en la caja increpada a un cliente que estaba metiendo su compra en las bolsas: "¡usted a mí no me falta al respeto!".

En ese momento se inició esa tradicional conversación española sobre quién falta el respeto a quién:
- Yo no le he faltado al respeto, es usted quién me está faltando al respeto.
- Usted es quién me falta al respeto
- Es usted...

En fin, un bucle infinito que se rompe cuando alguien suelta alguna bordería fuera de tono, como la siguiente lindeza del cliente:
- ¡Tú lo que necesitas es buscarte un novio!

La cajera entró en cólera, pero llegó un compañero que iba a cubrir una de las cajas libres y la sustituyó para que ella se alejara del tumulto.

La cosa no fue a mayores pues el cliente se marchó vociferando: "Yo soy el cliente y usted me tiene que respetar" (y dále con lo del respeto).

A continuación la cajera empezó a explicarle al compañero lo sucedido:
- Pues ha venido un chico con dos euros pidiendo cambio para el carrito, yo se lo he dado y entonces un hombre que estaba esperando la cola me dice: "haz las cosas con más alegría, no pongas esa cara de desgraciada".

Me imagino que la cosa debió seguir en el punto en que lo encontré con la filosófica discusión de quién respeta a quién.

El compañero escuchó con atención, y yo pensé que iba a suavizar la situación, pues a fin de cuentas había mucha gente y se entiende que la mujer estuviera algo estresada. Sin embargo este "amable" cajero agarró la barra metálica que sirve como separador de las compras de los clientes y dijo:
- Pues la próxima vez le rompes esto en la cara. No hay problema, lo paga Mercadona.

¡Para que luego digan que no hay compañerismo en las situaciones difíciles!

2.12.05

Recibiendo un poquito de atención

Cuando empiezas a trabajar lo suele hacer por poco dinero (perogrullada) así que una de las cosas que más motiva para seguir trajando en el mismo sitio es que reconozcan tu trabajo. Los buenos jefes saben lo efectiva (y barata) que sale un palmadita en la espalda a tiempo (a los malos se les huele el peloteo a kilómetros).

Sin embargo a medida que vas ganando más dinero vas recibiendo menos reconocimientos del otro tipo, seguramente porque también se va ascendiendo y los jefes dejan de ser compañeros de sufrimientos para tenerte como "recurso" (igual que un ordenador o una mesa).

Después de tantos años donde la estabilidad del trabajo se convierte en una travesía por el desierto (sólo se acuerdan de mí cuando se rifan hostias por algún problema) ya volvía a necesitar algunos "cariños" profesionales.

Claro, que si uno quiere hechar un polvo sin tener pareja sólo le queda salir a ligar engatusando a alguien con que le ofreces la vida con tal de pasar una noche. Pues por las mismas acepté asistir a una entrevista de trabajo de otra empresa aun sabiendo que sus condiciones no me interesan.

Ha sido poco más de una hora (he sacrificado la hora de la comida, pero la ocasión lo merecía) donde una chavalita del departamento de RRHH me ha estado vendiendo su empresa.

Eso de ir a una entrevista sin pretensiones la verdad es que resulta divertido, pues puedes ir tuteando a todo el mundo y dando dos besos en lugar de ofrecer la mano a la chica que hacía la selección de personal: eso les rompe el guión.

Luego he abusado un poquito haciendo que me escuchara, y para que no perdiera atención me he puesto a soltarle palabras técnicas y a soltarle datos y cifras sobre mi vida profesional para que además tomara apuntes.

No es que haya sido muy ético, pero ha estado bien, sobre todo eso de pedir un montón de dinero sin inmutarte al decirles que "esos son tus mínimos".

Creo que lo tendría que repetir periódicamente.

30.11.05

Villancicos satánicos

Hace unos días fui a hacer mi compra habitual de provisiones para desayuno y cena al "Carreflús", y al entrar rechinó en mis oídos música de villancicos.

Uno monto, un momento, se suponía que los villancicos eran músca navideña, ¿qué hacen sonando en noviembre?

Claro que la fecha oficial de llegada de las navidades la marca El Corte Inglés, y este año ya sin pudor ha puesto en funcionamiento la iluminación navideña el lunes siguiente al puente de todos los santos. Pero los ayuntamientos también se están apuntando al carro con no se sabe que siniestros motivos.

Creo que lo que se intenta es reventar la gallina de los huevos de oro (parece que no se conocen la fábula), pues si en navidades sube la fiebre consumista el intento consiste en prolongar esa fiebre lo máximo posible, lo que por definición acaba en una enfermedad crónica.

Yo propondría que dejaran la ambientación navideña todo el año, a fin de cuentas no estorba tanto y así se ahorraría en quitar y poner toda la parafernalia. Aunque con el tiempo a alguien se le ocurriría que si quitan la decoración navideña las ventas suben, con lo que la decoración y los villancicos quizás desaparecerían en navidades.

28.11.05

Motivación para afeitarse

El hecho de afeitarse por las mañanas es una de las rutinas de las que uno siempre intenta escaquearse a cambio de conseguir unos minutos más de sueño, pero en ocasiones resulta inevitable... ¿o no?

Cuando empecé a trabajar me afeitaba todos los días. Uno intentaba causar buena impresión, y con la planta que tenía hasta podía conseguirlo (ahora ya estoy bastante más casacado).

Luego vinieron las visitas a los clientes, con lo que los afeitados eran una rutina de obliga cumplimento.

Sin embargo el hecho de tener que estar día sí día también levantándome a las cinco para pillar el avión hizo que empezara a "tener problemas en la piel". Se me irritaba (o más bien "se me irritaban"), así que me levantaba a las cinco y diez y me ahorraba el afeitado un día a la semana.

Los viajes terminaron, pero las irritaciones iban en aumento, así que establecí por costumbre el afeitado los lunes, miércoles y viernes.

Con lo que llevo recorrido ya "la piel" está hecha un asco, así que me afeito dos veces por semana ¡y gracias!

He intentado dejarme barba, pero es peor el remedio que la enfermedad (pica de narices y me salen unos ricitos horribles a las primeras de cambio), así que los lunes y los miércoles toca.

25.11.05

Rebajando el listón

Por obra y gracia de las ferias comerciales mi mujer ha estado de viaje diez días, así que he estado de Rodríguez montando fiestas impúdicas hasta altas horas de la madrugada (que no, que no, que es broma).

En estos días he observado una curiosa evolución de mis gustos por el género femenino en lo que físico se refiere.

Tras varios años de maduración mis gustos tiran más por las mujeres delgadas, pero sin exagerar, con una altura un poco menor que la mía (sólo un poco), de piel clara y con una proporcionalidad adecuada de sitios donde agarrar.

Al principio de la semana uno no se fija demasiado en lo que le rodea (me gusta mi mujer, no puedo evitarlo pues cumple todos los requisitos) pero a medida que los días avanzaban (en concreto el segundo día por la mañana temprano) uno se empieza a fijar en las féminas que cumplen los requisitos. No hay muchas, pero las hay.

A medida que avanzan los días me van gustando también las de piel más oscura, luego las más bajas...

El décimo día me descubrí mirando una mujer entradita en carnes, bajita y con encantos considerablemente desproporcionados... esto... ¿qué me está pasando?

Menos mal que mi mujer ha vuelto, otros diez días y entro en el armario con tal de rebajar el nivel de exigencia para ampliar el espectro de posibles candidatos a dar rienda suelta a los bajos instintos.

24.11.05

Servicios por publicidad

Una de las estrategias de los especialistas en marketing directo es ofrecernos algún servicio a cambio de recibir publicidad.

Esto se puso muy de moda en la época de las ".com", donde el modelo de negocio era regalar por darte anuncios sin ninguna garantía de que te ibas a gastar algo de dinero (peculiar modelo de negocio).

Recuerdo una campaña de Terra por la cual sumabas puntos cada vez que veías un anuncio (creo que conseguí dos camisetas y una enclopedia en CD-ROM), aunque la genialidad mayor fue la de los Zakis, no porque la idea fuera mejor o peor sino por lo que debió costar la campaña publicitaria (hasta un concurso en la televisión pública) y la infrasestructura para que el invento funcionara. Como uno, a priori, no piensa en que a la gente le divierta tirar el dinero no sé en qué pensaban los inversores. Por bueno, algún compañero se hizo un viaje a Dinamarca por la cara, así que bien estuvo (al menos para él).

Todo esto me ha venido a la memoria por un mensaje que recibí por SMS el pasado martes. Es un mensaje de estos de Telefónica que te informan de las llamadas perdidas a cambio de ponerte una cuña publicitaria.

Textualmente el mensaje di lo siguiente:

"
LLAM.PERDIDAS
Mar,22
-
PubliMovistar.Gana 5PSP.Pariticipa en la porra del RMadrid-Barca. Envia gratis PORRA a 404
-
1 llam. de oculto,
17:53
"


Vamos a ver, si considero que el partido fue el sábado y el mensaje me lo enviaron el martes ¿que pasará si participo en la porra? ¿me regalarán la susodicha PSP?

Pero bueno, hay anuncios en las vayas publicitarias de campañas que ya han pasado (el caso más típico es el de las elecciones, donde tras varias semanas los políticos siguen sonriendo desde las farolas), así que no le hecharé mucha cuenta y me centraré en disfrutar del servicio que me ofrece el SMS:
"1 llam. de oculto"

Muy útil la información, sí señor.

21.11.05

Hi-Tech

En estos días que las últimas tecnologías se han presentado al gran público en el SIMO yo acabo de hacerme usuario de una tecnología, que sin ser nueva me resulta espectacular.

Hace unas semanas la empresa me cambió mi monitor de 17" por una pantalla plana. Dado que el cambio responde a una estrategia de renovación de los equipos no dije nada, pero la verdad es que no entiendo muy bien para que quiero los 30 cm de mesa que ahora hay tras el monitor (aparte que desconozco los profundos estudios que quizás demuestren que una pantalla plana aumenta la productividad).

El caso es que encendí el aparato y comprobé que se veía notoriamente peor que mi antiguo mazacote. A sugerencia de un compañero le aumenté la resolución y se veía algo mejor, pero todo más pequeño.

Así han ido transcurriendo las últimas semanas y yo ya estaba resignado a la pérdida de calidad de la nueva pantalla. Sin embargo me dí cuenta que el mal debía transmitirse por vía aérea, pues el ordenador de casa empezó a verse igual de mal que el del trabajo.

Dada mi experiencia profesional y mis años de universidad sospeché que la gripe aviar no podía afectar a los monitores, así que me fui al oculista a comprar unas gafas graduadas.

Llegué a casa, encendí el ordenador, abrí una página con mucho texto y me puse las gafas... ¡impresionante!

Esto sí que es tecnología, por una inversión de unas decenas de euros he mejorado la resolución de las TFT y las CRT, a ver qué cacharrito del SIMO hace eso.

18.11.05

La sensación de que te cojan la mano

En el capítulo de ayer de "Cuéntame" apareció un par de veces la escena de un par de adolescentes de trece años cojiéndose la mano en plan furtivo como muestra de cariño, e inmediatamente me vino a la cabeza (bueno, más bien al estómago, que es donde se sienten estas cosas) el recuerdo de aquella sensación. El simple roce de un par de dedos provocaba una excitación de una intensidad capaz de poner el estómago del revés.

Hace muchos años que no tengo esa sensación, ciertamente agradable, y quizás la heché de menos, pero al estar asociada al descubrimiento de algo nuevo supongo que a ciertas edades es difícil que se reproduzca.

Realmente está asociada a algo nuevo no sólo por la edad, sino porque el inicio de una relación conlleva esa excitación provocada por la incertidubre o por estar haciendo algo prohibido, los factores que más influyen en que nos pongamos como motos (aunque haya otros).

Claro que lo de la novedad por el descubrimiento se pierde con la edad, aplicándose más aquella frase de un chiste de Arévalo: "los besos son para señoritos, lo nuestro es follar".

En cuanto a la novedad por la incertidumbre... pues prefiero sacrificarla en beneficio de una relación estable, que todo lo que sube tiene que bajar, y la excitación por la incertidumbre lleva asociado el riesgo a pegarse un mamporro, y yo con los que me dan haciendo deporte tengo bastante.

Además, los cuentos clásicos (que son los que nos venden la moto de una amor idílico) siempre acaban con el principio de la relación estable, cuando algunas relaciones estaban avocadas al fracaso. Por ejemplo: ¿Cuánto tiempo duraría Blancanieves con el refinado príncipe? Vamos a ver, una tía que ha convivido con siete mineros seguro que debe tener muchos vicios ocultos, a no ser que el cuento tuviera censurada una parte de la historia que sería similar a las edades de Lulú.
Aunque con los tiempos que corren también existe la posibilidad que los enanos fueran gays, pero bueno ¿qué hace una tía viviendo con siete gays?

En el mejor de los casos quizás fuera una inmigrante ilegal que estaba arreglando los papeles con un contrato de servicio de hogar, pero lo dudo pues un prícipe no se va casar con una inmigrante ilegal.


Esto... ¿de qué estaba yo escribiendo?
Creo que se me ha ido la olla.

17.11.05

Mi jefe me dice que... y yo no se mas

Uno de los beneficios que tenemos los trabajadores de la empresa en la que estoy es que disponemos de un ticket restaurante por cada día que trabajamos. Este ticket siempre ha tenido establecido su valor por debajo del precio de mercado de un menú de los sitios en los que solemos comer.

En concreto el ticket tiene un valor de cinco euros y los menús oscilan entre los seis cincuenta y los siete euros.

Como es lógico este ticket no es dinero en metálico, sino que sirve como descuento para el precio final del menú. Sin embargo hay sitios donde se lleva muy a rajatabla el tema de no dar cambio en metálico por el ticket.

Tal es así que hoy un compañero ha ido a pagar con un ticket y un billete de cinco euros, a lo que la chica que estaba en la barra ha dicho: "Mi jefe me ha dicho que no puedo dar cambio por los tickets".

Algunas veces los jefes dan órdenes muy precisas, pero se supone cierta lógica a esas órdenes, así que la conversación más o menos ha fluido por estos cauces.


- Estoooo, vamos a ver, si tu jefe te ha dicho eso será porque no quiere que le cambies a alguien el ticket por dinero, pero te estoy pagando con cinco euros de verdad para cubrir el 1'5 de diferencia.
- Lo siento, pero si me dan ticket no puedo dar cambio.
- Bueno, ¿y si te pido cambio de cinco euros?
- Es que mi jefe...
- Vale vale, ya busco monedillas en los bolsillos.

En fin, que es mejor llevar las normas hasta el absurdo por si acaso, mejor quedar como un tonto a tener que aguantar al jefe.

16.11.05

Películas de quince horas

En los últimos años, coincidiendo con el decaimiento de la calidad del cine, se está produciendo un auge en la calidad de las series de televisión, sobre todo en las llamadas "miniseries".

Realmente estas miniseries son "larguísimometrajes" de unas diez o quince horas en los que cada capítulo tiene su interés.

Ayer me sorprendió la serie "Matrioshki" que lleva algunas semanas en Cuatro, pues no es nada habitual tratar un tema serio de una forma tan directa. Ciertamente es impactante, sobre todo sabiendo que lo que se cuenta es la realidad pura y dura. Lo más interesante de esta serie fue ver como una persona puede oprimir por la fuerza a un grupo superior en número y, por tanto, en fuerza. Las técnicas de la confusión, muchas falsas esperanzas, y sobre todo utilizando el "divide y vencerás" para conseguir imponer una voluntad a la de muchas otras personas.


En un tono mucho más pasteloso también sigo "Abducidos" (creo que sin emisión en ningún canal), que aunque a veces canse mantiene el interés por la trama entre varias generaciones (no sé porqué, pero las historias que cuenta largos períodos de tiempo son las más interesantes).

Otra serie digna de mención es la ya finalizada (tras cinco temporadas en USA) "A dos metros bajo tierra", aunque esta ya sea una serie más convecional fuera del formato "mini", derivando un poco en culebrón (aunque no haya hijos secretos ni se líen todos con todos).

Al final va a resultar que lo que más me gusta de la televisión es ver series, pues una película se acaba en dos horas (la mayoría por fortuna) y con las series el entretenimiento está garantizado durante horas.

Y mañana jueves: ¡el día de "Cuéntame"!

15.11.05

Las monedas primero

El pago con una cantidad de dinero superior al coste de lo adquirido suele ser una práctica muy habitual (de hecho más habitual que el pago con la cantidad exacta), exactamente tan habitual como la recepción del cambio por la diferencia.

Cuando adquirimos algo y vamos a pagar lo solemos dejar en el mostrador o cinta transportadora de la caja (caso de los hipermercados), y sacamos la cartera/bolso para buscar el dinero. Entregamos la cantidad más próxima posible y a continuación nos introducimos en una profunda duda sobre la conveniencia de guardar la cartera/bolso y agarrar lo adquirido o simplemente esperar si n hacer nada. Esta duda se vuelve especialmente trascendente cuando hay una cola de gente presionándonos para que la transacción se realice con la mayor premura posible.

Sea cual sea nuestra opción nos vamos a encontrar con una mano ocupada (mano libre forever) mientras nos dan el cambio en la otra. La distribución del cambio suele ser primero los billetes, luego el ticket de compra y finalmente las monedas, con lo que éstas últimas tienen una especial tendencia a caerse al haberse depositado en la parte alta de la torre de dinero.

La solución suele ser echar todo al bolsillo o al bolso procurando no dar con las monedas en el suelo.

Y digo yo, ¿no me podrían dar las monedas primero? Eso me permitiría cerrar la mano sobre los billetes sin temor a que nada se escurriera (máxime cuando el ticket suele estar abombado, lo que favorece la pérdida de equilibrio).

He dicho.

14.11.05

El origen de la frustración

La primera vez que llegué a la conclusión de cuál es el origen de la frustración en los recursos humanos de las empresas (vamos, en las personas, desde el director hasta el becario... bueno, hasta el contratado por ETT, que ya hay menos que becario) me negué a creerlo, pero lo que veo día a día me va dando la razón y no encuentro contraejemplo que me tire la teoría.

Auqneu todo contribuye la principal fuente de frustración no es el sueldo, ni los jefes ineptos, ni la desorganización en la empresa, los mayores culpables son los modelos que nos hacen creer que hay una forma de hacer las cosas bien.

Una empresa va bien en la medida que gana dinero, esa es la única regla que está impuesta en el juego, el resto son opcionales (dentro de la legalidad, aunque ni eso). Las empresas que ganan dinero tienen un funcionamiento de lo más variopinto, algunas de forma organizada, algunas sólo dejándose llevar, pero casi ninguna se adapta a los modelos de los libros, salvo en aquellos libros en los que se describe el modelo de una empresa concreta como el de éxito.

Como en todo hay guías, ideas, pero los caminos son de lo más variopinto y sinuoso, por más que pretendamos pensar que las cosas se hacen mejor de tal o cual forma. El secreto del éxito simplemente no existe, es un mito que sólo sirve para que nos entretengamos en justificar que nuestra frustración se debe a que las cosas no se hacen como deberían.

11.11.05

Curso de gestión de la paradoja

La empresa en la que me ha tocado en gracia trabajar no se caracteriza por tener un plan de formación de los empleados, bueno siempre hay quien dice: "estúdiate esto, que tenemos que empezar un proyecto y conocemos nada del tema".

De vez en cuando, casi por azar, se imparte un curso. Ahora toca uno de gestión del tiempo, ilustrando lo que es un sistema bien planificado y organizado.

"Curso de gestión del tiempo", el primer anuncio se hizo con un "proximamente" como fecha de inicio, bueno en ese momento era una intención.

Posteriormente apareció una fecha y la dirección seleccionó aquellas personas que lo tenían que hacer (yo no estoy entre los candidatos -cosa de lo que me alegro, por cierto-, no sé si porque ya me gestiono el tiempo muy bien o porque soy un caso perdido, aunque tengo grandes sospechas que es por el segundo motivo).

A la semana de empezar el curso se retrasó una semana por motivos que no se anunciaron.

A los pocos días se cambió la hora a la que se iba a realizar.

El día anterior se volvió a retrasar una semana.

Ahora mismo (un día después del último anuncio) se está impartiendo, aunque con el precedente de sus inicios me parece que pocas esperanzas hay en que tenga mucho éxito.

Aunque la verdad es que estos cursos de habilidades no técnicas apenas sirven para llenarte la cabeza de pajaritos y de modelos de consultoras que se van desvaneciendo con el tiempo, el suficiente para comprender que el modelo de la realidad no está escrito en ningún libro.

10.11.05

Titular de primera página

Hoy abro la página de Terra y me encuentro en la zona de noticias destacas este super titular referido a una noticia que creo que quizás cambiará el curso de la historia:
"Duchita y desayuno para comenzar el día", junto al logotipo del concurso Gran Hermano.

Bajo el titular los subtitulos rezaban:
"¡Síguelo en exclusiva! ¡Coméntalo en directo!"

Estooo, ¿comentar el desayuno o la ducha? En eso estaba yo pensando sí.

No es que tenga nada a favor o en contra del consurso, pero está claro que a alguien le ha podido el entusiasmo.

En fin, reconforta saber que uno no es lo único absurdo que pulula por aquí (consuelo de tontos).

9.11.05

Es absurdo

Es absurdo trabajar de lunes a viernes con el único objetivo que llegue el fin de semana para descansar, para dormir, para pensar si hacer algo o no.

Es absurdo trabajar todo el año esperando las vacaciones de verano para poder desconectar.

Sin embargo lo más absurdo de trabajar es hacerlo por el abismo al que nos avocaría el no hacerlo.


Definitivamente creo que tengo que dormir algo más, por más que quiera convencerme de lo contrario dormir seis horas diarias no es suficiente, pues luego escribo "absurdeces".


PD: Será que el vocabulario castellano no es suficientemente rico, por eso tengo que inventar palabros.

8.11.05

¿Cuál es el algoritmo?

El pasado domingo salimos tempranito de casa para ir a dar un paseo campestre, en concreto salimos a las nueve de la mañana y la zona por donde habitualmente aparacamos estaba medio vacía. ¿Qué hace la gente un domingo a las nueve de la mañana?
El caso es que las calles estaban vacías, y el campo también, así que la gente simplemente había desaparecido.

Entre semana cuando lelgo después del trabajo hay días que el parking está a tope y hay días que está vacío ¿de qué depende?

Del día de la semana tengo comprobado que no es, de la hora tampoco, pues siempre salgo y entro a la misma hora. El flujo de coches en un aparcamiento es un insondable misterio de la naturaleza.

Eso por no hablar cuando abren un nuevo parking o cierran un solar para construir algo, con lo que los coches ya no pueden aparcar ahí. Inicialmente se podría pensar que se notaría en algo en el barrio, pero la cantidad de huecos y coches es constante en una función pseudoaleatoria.

7.11.05

Un año en cartel

Desde hace algún tiempo (quizás algunos años) las distribuidoras de cine se empeñan en renovar la cartelera semana tras semana, seguramente porque algún ejecutivo agresivo de las productoras vio la posibilidad de fabricar la churrera de películas, con lo que casi hay más material para sacar a la calle que días tiene el año.

Evidentemente la producción de los churros no es ni mucho menos artesanal, y su calidad apenas permite que se mojen en un Cola Cao (lo del chocolate a la taza pasó a mejor vida), por lo que el sabor pasa a un segundo plano en función del tamaño, y así pasa con los churros como con los huevos: categoría A y categoría superior.

Los de categoría superior pueden ser iguales que los de categoría "A" (a veces incluso peores) pero se venden como los megahuevos-churros para que la gente piense se imagine degustando un exquisito chocolate o un suculento huevo frito con chorizo. Pero al final todo son palomitas.

Y si casi por casualidad sale un huevo-churro de los de categoría inferior que sea especialmente bueno pasa completamente desapercibido.

Eso pasó con una película de lo más divertido que se estrenó hace unas semanas: "La guía del autoestopista galáctico". De todas las salas de la ciudad la pusieron en una, y duró exactamente una semana. Y como esta seguro que muchas más (eso por no hablar de lo que no son churros o huevos).

Quizás uno esté muy mayor, pero creo que no fue hace tanto cuando una película podía estar un año en cartel. Ahora hay demasiados carteles que poner como para dejarlos en la imprenta.

3.11.05

Va a resultar que...

Pues va a resultar que tengo trabajo y todo. Siempre se puede sacar un ratito para escribir algún mensaje, pero cuando hay más tiempo libre es más fácil proponérselo.

Estas semanas se están juntando cuatro tonterías que hacen que se me acumule el trabajo, lo cual es una fatalidad pues aunque haya tareas no puedo evitar la sensación de ser absolutamente prescindible haga lo que haga.

La ingenuidad que da la inexperiencia supone que alguien va a cuidar de ti, que se va preocupar por tu evolución profesional, por tu motivación... pero llega un momento que uno se da cuenta que está solo.

En cualquier caso esa sensación de abandono está presente en los cromosomas de los españoles, pues a sabiendas que nadie va a cuidar de ti se nace con el espíritu de opositar y ser funcionario, el puesto en el que nadie espera mejoras ni cuidados.

Lo triste es que hay muchas almas en pena a las que les gustaría ser cuidadas y acaban donde el destino les ha colocado... bueno, quizás lo triste sea darse cuenta de ella y no seguir pensando que la mano tiene cuatro dedos.

31.10.05

Un añito

Así como el que no quiere la cosa uno se propuso escribir todos los días un poquito. No han sido todos los días (digamos que la mitad) pero entre paranoias, tonterías y cosas que pasan este blog ya lleva abierto un añito.

La gracia no está en mantener la propuesta de escribir (cuando uno se propone algo lo cumple, por cabezota que no quede) sino en que además hay quién lee lo que escribe, y eso sí que tiene gracia.

Y como está de moda los zapping voy a hacer el "top one" (buscar diez sería muy exagerado) y escojo el post de Necesidades idiomáticas, no por ser el más elegante, el que mejor estilo tiene o el más gracioso. Lo elijo porque la personita a la que me refiero es la que más me ha impactado... y porque seguiré sin poder comunicarme con ella (a ver si recordándolo más a menudo me animo a hacer algo al respecto).

Pues un besote para ella, así como también para Elisabeta, NoBrain, Pituky, Eremita, Blondie (tenemos una partida al Monopoly pendiente) y a mi "Anónima". Y no me olvido de Zuviëh, pero es que me da zusto darle un beso, no sea que me de un bocao y me deje en el sitio... o me pase al lado oscuro.

28.10.05

Apuntar con la luz apagada

Este post también lo podría haber titulado "Me cago en los temporizadores de los coj...".

Entiendo que haya que poner un mecanismo para que las luces del cuarto de baño de la empresa no estén siempre encendidas. Pero con todo lo que ha avanzado la humanidad ¡¿es que nadie ha podido inventar algo menos tocapelotas que el temporizador que no permite actualizar la cuenta cuando la luz está encendida?!.

Entro todo apurado al baño y cuando estoy en toda la plenitud del "momento chorrito" se apaga la luz. El instinto hace que me gire para encenderla, pero al primer movimiento me doy cuenta que soltar lo que tengo entre manos puede ser catastrófico para la higiene de la empresa, sin embargo ya pierdo la concentración y la trayectoria del líquido elemento se vuelve incierta.

A partir de ese momento intento mantener las piernas rígidas y realizar pequeños movimientos hasta atinar con el fondo de agua de la taza, pues a falta de luz no queda más remedio que hacerlo de oído.

Cuando la situación está más o menos controlada alguien abre la puerta de golpe pues no ve luz, deteníendose con un "perdón" cuando ya te ha dado un empujón con la puerta que ha hecho desafinar hasta el último armónico del sonido que te guiaba.

El resultado... incierto, me voy sin mirar el estropicio causado.

27.10.05

...hasta hoy en día

La verdad es que me pongo a hablar de informática y de videojuegos y me pongo más pesado que una reposición de los mejores momentos de la carta de ajuste, sobre todo porque a mis interlocutores les suele importar un pimiento. Sin embargo después de hablar tanto del pasado no puedo evitar hablar del futuro.

Son muchos, muchísimos los videojuegos que han pasado por mis manos, pero ha sido recientemente cuando he jugado al que yo creo que es el mejor de la historia: "GTA San Andreas".

Lo considero el mejor por su despliegue técnico más que por su originalidad (de hecho es la tercera parte de una saga). Pero sin lugar a dudas es la prueba de lo que se puede conseguir con un trabajo de altísima calidad.

Desde luego no es apto para novatos, pues se necesitan muchísimas horas para sacarle todo el jugo, pero la idea de aglutinar tantísimos elementos en solo juego y hacerlo tan bien supone un trabajo digno de reconocimiento. Yo aún me sigo preguntando cómo narices se puede gestionar a un equipo informático de forma tan eficiente como para hacer esta maravilla, que por cierto ha recaudado más dinero que muchas superproducciones de Hollywood.

Sin embargo fue hace un par de fines de semana cuando me he encontrado una pequeña joya por su originalidad: "Farenheit". Técnicamente no es el GTA (ni de lejos) pero empezar a jugarlo es una delicia pues propone un nuevo estilo de lenguaje más cercano al cine que a los videojuegos. A medida que avanza el argumento flojea cual película de Hollywood (defitivamente el guionista se tomó algo para escribir el desenlace) pero se agradece la propuesta. Y además como es corto no hay ni que comprarlo, pues uno se lo alquila por un poco más de lo que cuesta una película de estreno, con la diferencia que en lugar de dos horas uno se pasa dos o tres días.


Lo dicho, me pongo con estas cosas y es que no paro.

26.10.05

Y antes del principio...

Antes de que mis dedos tocaran un ordenador o videoconsola recuerdo el magnetismo que me producían los recreativos que había al lado de mi colegio.

Mis padres no querían que fuera allí pues había venta de droga en los billares que estaban al lado, pero como las máquinas estaban antes que los billares nunca llegué tan dentro. A pesar de todo no podía evitar saltarme alguna que otra actividad extraescolar por quedarme a ver como jugaba la gente (no tenía ni una peseta, pero era como el chiste de jugar al poker y perder). Lo malo es que se me iba el santo al cielo y en lugar de estar allí durante la hora de la clase me quedaba dos o tres horas, y mis padres me pillaban indefectiblemente.

El primer contacto con un ordenador lo tuve en una celebración que hizo el colegio con muchas actividades, y entre ellas había una demostración del aula de informática. Me quedé prendado de aquellos VIC20 de Commodore. Sólo había algunos juegos (cutres como ellos solos) hechos en BASIC y muchas líneas de un código que no entendía para nada, pero aquello me dejó totalmente prendado.

Y hasta hoy, que veo como se ha plasmado en realidad aquello que decía mi libro sobre el futuro de la tecnología (hablo de un libro de hace treinta años) sobre que la gente podría comprar sin salir de casa, aunque seguro que el autor no se podía haber imaginado esto de Internet.

25.10.05

Mi primera experiencia... informática

Uno ya va acumulando muchos kilómetros en esto de la informática, y a veces se encuentra con algún recuerdo de su primeros pasitos que es digno de formar parte de un museo (casi del museo de los horrores).

Tengo vivos los recuerdos de los distintos modelos de PC's que he usado, siendo el más destacado el PC1512, con dos disketeras de cinco y cuarto. Tampoco puedo olvidar las versiones del spectrum y su inseparable casette (con el que se pasaba más horas que con el ordenador).

Sin embargo ayer topé con una página en la que encontré información sobre la primera videoconsola que me compraron mis padres: la Philips Videopac G7000. Con esa máquina de apenas 1Mghz y 4k de memoria compartí muchísimas horas en emocionantes partidos de fútbol, aventuras espaciales o espectáculos circenses.

Ahora que los videojuegos son todo un prodigio visual y sonoro uno se da cuenta que para hacer bien las cosas es más importante el ingenio que un gran despliegue de recursos, pues con apenas unos pocos pixels y unos pitidos que ahora resultan tremendamente molestos aquellas máquinas conseguían sumergirme en unos mundos fantásticos de los que no nunca quería salir.



Estos de la imagen son dos acróbatas cuya misión en la vida es pinchar unos globos de colores... y hacerte consumir horas de tu vida como un tonto. ¡Claro! que con el precio que tenían los juegos había que amortizarlos.

21.10.05

¡Deja quietecita la Blackberry!

Antes de la aparición de los teléfonos móviles las reuniones de trabajo seguro que era mucho más efectivas, o al menos con un número de interrupciones claramente inferior. Ahora es imposible no eternizarse en una reunión pues siempre a alguien le suena el móvil para una llamada inexcusable, momento en que se puede producir una de estas situaciones: o bien todo el mundo tiene que cruzarse de brazos hasta que el llamado termine su conversación, o bien que el resto siga hablando con lo que uno se pregunta si el que está al teléfono pinta algo en esa reunión.

Lo que me resulta realmente curioso es el hecho de estar hablando con alguien (no ya en una reunión, sino en cualquier situación) y que de repente suene el teléfono, con lo que la conversación se interrumpe para atender esa llamada. Vamos a ver, si yo no interrumpo una conversación entre dos personas por la cara (a lo sumo me incorporo educadamente) ¿por qué tiene más importancia el teléfono que mi conversación?

Los jefes son un caso aparte, pues ellos interrumpen cualquier conversación sin pudor alguno, pero se me escapa porqué las personas normales sucumbimos ante el tonillo del teléfono.

Pero volviendo a las reuniones desde hace unos meses se ha puesto de moda entre los jefes un invento infernal: la Blackberry. No es sólo que les puedan llamar por teléfono, es que también está el pitidito con vibrador que indica que tienen correo nuevo, correo que por supuesto hay que leer y contestar en medio de la reunión.

La conclusión: los avances tecnológicos perjudican la productividad de las reuniones.

Y que conste que no he hablado de los retroproyectores que no se conectan al portátil, de las pizarras eléctricas que no imprimen, de las videoconferencias que no se escuchan bien...

20.10.05

Ver pasar el postre

Hacía tiempo que no viajaba a la capital del reino, y más aún por cuestión de trabajo. De una tanda de viajes a la nueva tanda se ven nuevas líneas de metro, obras en distintos sitios y hasta una terminal de aeropuerta nueva (bueno no, que esta es eterna y ya van varios proyectos en que la terminal parece que no avanza).

Por casualidades de la vida acabé comiendo en uno de los sitios donde solía hacerlo, junto al ex-Windsor (pasaba por su lado todos los días sin hecharle cuenta, ni siquiera podía ubicarlo, pero ahora es una de las cosas que han cambiado).

Como el día había ido bien quise darme un homenaje en el postre saliéndome de la rutina del menú habitual, con lo que me pedí una copa de helado de vainilla (mi favorito) con nata, chocolate caliente, frutos secos y galletas. Sin embargo íbamos con la hora justa para pillar el metro para el aeropuerto, así que mi jefe no se apiadó de mí y dijo que nos íbamos sin tomar el postre. Pagamos y cuando íbamos a salir por la puerta vi a la camarera con mi super copa de helado en una bandeja... y allí las dejé a las dos, plantadas y sin cliente...

Aún tengo clavada la imagen de aquel postre y creo que este fin de semana tengo que buscarlo por aquí para que no se me quede fijado en la mente creándome un trauma infantil (bueno, ya casi demencia senil :-P ).

Por supuesto llegamos a la puerta de embarque a la hora que marcaban nuestras tarjetas, pero el avión sí que se tomó su tiempo para tomar el postre, pues salió con retraso y tuvimos que esperar más de media hora para embarcar (más otra media hora que nos regaló el piloto en el avión antes de arrancar motores).

17.10.05

Los anónimos 54:30

Una de las ventajas de tener un blog es poder contar aquellas cosas que a nadie interesan y poder dar mérito a lo que no lo tiene, como por ejemplo correr diez kilómetros en 54 minutos y 30 segundos.

Ayer se celebró una carrera popular a la que desde hace años miraba con deseo, siempre quise apuntarme pero nunca tuve la confianza suficiente como para hacerlo. Ahora que ya ni peino canas (directamente no me peino) me ha dado por hacer kilómetros, los suficientes como para apuntarme en la carrera.

Para mí ha sido algo especial, aunque mi dorsal fuera el quinientos y pico de los más de trece mil que por allí había, pero el ambiente merecía la pena.

Mereció la pena ver al padre que corría con el carrito con su hijo (el padre tenía pinta de atleta e iba más o menos a mi ritmo), a un perro con su dorsal y todo, a algún voluntarioso en silla de ruedas, a muchos y muchas adolescentes haciendo carreritas (sólo en el primer kilómetro, luego ya no había gasolina).

Lo mejor fue verse adelantado allá por el sexto o séptimo kilómetro por dos gemelas de unos ocho o nueve años que corría absolutamente al unísono. Lo primero que pensé es que seguro que dentro de unos años al menos una de ellas sería profesional del tema, pues el estilo y el ritmo que llevaban no se parecía en nada al trote cochinero que llevábamos la mayoría.

Fue divertido ir en pelotón todo el rato, cosa inevitable con tanta gente. Adelantarles en las subidas y ser adelantado en las bajadas para al final quedar más o menos por en medio. Dentro de algún tiempo conoceré mi anecdótica posición (quizás el cinco mil, o el seis mil) pero yo tengo suficiente con la experiencia de mi modesta marca, con cruzar una línea de meta con un dorsal y con el dolor de piernas que me duró todo el día.

Sé que no tiene mérito, sé que no le importa a nadie, pero para eso está el blog.

14.10.05

El jefe coñazo

Hay muchas ocasiones en las que nos quejamos de nuestros jefes, aunque la mayoría de ellas suele ser por simple diferencia de criterios (o de ausencia de criterios) o por cuestión de formas más que de fondo.

Sin embargo los jefes suelen tener una pasión enfermiza por preguntar cómo van las cosas, como si el acto de la pregunta pudiera redimirles de su absoluto desconocimiento de la situación que supuestamente dirigen. En la mayor parte de los casos se les plantea a los jefes una situación y es hasta posible que la comprendan, pero el cargo de jefe tiene como efecto secundario el "virus Dori" (la de "Buscando a Nemo") con lo que a los cinco minutos ya se ha borrado de su memoria cualquier vestigio de nuestra conversación.

Existe una subespecie del jefe preguntón que es el jefe coñazo, y es aquel que pregunta por preguntar y lo hace en cualquier momento o lugar en el que tenga un teléfono móvil a mano (es decir, siempre).

Esta semana un compañero se tomó un puentecito de viernes a jueves (eso es aprovechar un miércoles festivo) y se fue de viaje.

El jueves por la mañana se dirigía mi compañero al trabajo con cierto retraso (el habitual en su caso) con lo que la llamada de su jefe no se hizo esperar:
- Hola, soy tu jefe, ¿dónde estás?
- Estoy aparcando.
- ¿Pero vienes a trabajar hoy?
- Sí, estoy en el parking de la empresa.
- Es que no sabía si seguías de viaje.
- Claro que no, hoy tenía que volver, ahora mismo entro y voy a tu despacho.
- No, no estoy en la empresa.
- ¡Ah! Como me has llamado pensaba que estabas en la empresa. ¿Dónde estás?
- Estoy en el cementerio.
- ¿Qué ha sucedido?
- Que qué ha sucedido... pues nada, ¿por qué?
- Pues porque estás en el cementerio.
- No, es que he parado a la altura del cementerio camino del trabajo para llamarte por teléfono.
- Entiendo, y qué quieres.
- Bueno, ahora lo hablamos en la empresa.


Y es que llega un momento que el ser un coñazo se debe convertir en algo compulsivo, sino es que uno no se explica tanta llamada (bueno, se explica porque el móvil lo paga la empresa, claro está).

10.10.05

El trastero

Hace unos años (allá por el paleolítico más o menos) el precio de la vivienda era desorbitado, pero quién más quién menos se podía ajenciar su cueva o choza para salir del nido paternal. A nada que se progresara esa vivienda podía tener una respetable cantidad de metros que permitía acumular una ingente cantidad de trastos.

Con la llegada del mundo moderno (ese en que se tiene que vivir con los padres hasta los treinta y dejando el nido para meterte en un cascarón) hemos tenido que ir adaptándonos a espacios más reducidos. Sin embargo nuestro afán de mantener trastos ha hecho aparecer la figura del "trastero".

El trastero es un triste cuartucho que suele estar bajo la casa (en el garaje) demostrando que no es que falte espacio (en lugar de hacer el trastero en el garaje que lo construyan pegadito a la casa, sería más fácil y gastamos el mismo espacio) sino que no se quieren hacer casas grandes para poder mantener los precios.

En este trastero se guardan todas aquellas cosas que no podemos tirar por razones varias, pero que almacenamos por tiempo indefinido hasta que alguna vez se nos ocurra que hacer con ellas.

En caso de existir es inevitable que haya ocasiones en las que el trastero agote su capacidad, con lo que no nos queda más remedio que sacar a la calle aquellas cosas que tantísimo valor tenían para que la recoja el servicio municipal de limpieza.

Sin embargo son trastos a los que les tenemos mucho apego, de un valor sentimental incalculable, así que en los muebles podríamos dejar una nota para el servicio de basuras que diga lo siguiente: "Señor basurero, tenga cuidado con este mueble, trátelo como si fuera suyo. Y si no tiene sitio en su casa devuélvalo a su carpintero original, que seguro que sabe cuidarlo adecuadamente."

...


Será que al gobierno se le ha olvidado escribir la nota en un post-it pegado en la frente de cada uno de los inmigrantes que ha devuelto a Marruecos, por eso los dejan en medio del desierto en lugar de cuidarlos como si fueran suyos. ¡Qué descuido tan tonto!

7.10.05

La línea más ancha

Siempre he pensado que las fronteras entre países son algo absurdo, no tanto las fronteras políticas (que también) como las geográficas.

Algunas veces los países están delimitados por un río o una cadena de montañas, lo que puestos a crear una diferenciación política puede hasta ser natural.

Por ejemplo la frontera entre Francia y España supongo que tradicionalmente surjió como algo natural. Habría gente a los dos lados pero con dificultades para comunicarse, con lo que surje una frontera natural a partir de la cual se pueden desarrollar sociedades distintas.

Sin embargo hay otras fronteras que son marcadas por el lápiz de lagún político, fronteras que en la mayoría de los casos son absurdas (por no hablar de ofensivas contra la humanidad).

De pequeño vi una película con Glend Ford en la que hacía de sherif tejano muy respetuoso con la ley al que se le escapan los bandidos porque cruzaban la frontera con México. Yo no lograba entender eso de pararse en un punto en medio del desierto porque habían cruzado la frontera. Al final de la película Glend Fornd pasa tres kilos de la frontera y pilla a los malos "al otro lado de la frontera", total nadie se iba a enterar.


Ahora este tipo de fronteras son protagonistas de un nuevo absurdo, el inmigrante que cae a un lado de la verja puede morir en el más absoluto desamparo (eso si no les toca en suerte un balazo que nadie ha disparado), si caen al otro lado se les cura las heridas, se les da de comer, se les da cobijo... ¿cómo puede haber alguien que se pregunte porqué se juegan la vida por cruzar la línea de meta?

Porque eso es lo que es: una línea de meta que sólo los más fuertes pueden cruzar. La frontera es únicamente una línea, pero su anchura es enorme, demasiado grande como para que desde un lado se pueda ver el otro.

6.10.05

Como terminarse un flan

O más en concreto: ¿cómo narices terminarse un flan?

Cuando estamos disfrutando de un postre dulce uno puede saltar a él con más o menos voracidad, pero si está bien elaborado es inevitable que veamos como se acaba con una velocidad mucho mayor que nuestra sensación de saciedad.

Llegada esta situación uno reduce la marcha prolongando un poco más el desenlace. En el caso de los postres cremosos (natillas, mousse y similares) el final es inevitable y algo triste, sin embargo en el caso de los postres gelatinosos el final es siempre muy frustrate por la dificultad en rematar la faena.

En concreto cuando comemos un flan solemos regocijarnos (siempre que sea de nuestro gusto) hasta que el trozo que queda en el plato tiene la proporción aproximada a dos cucharillas. En ese momento se inicia una persecución policial del flan por todo el plato.

Tras un par de vueltas se puede conseguir hacerse con el penúltimo trozo, pero la velocidad del último es aún mayor. En este momento ya somos el centro de atención de toda la mesa, y nosotros que estábamos tentados de empujar con el dedo nos tenemos que reprimir para evitar quedar como manipuladores de alimentos no autorizados.

Tras comprender que la velocidad angular del trozo de flan es mucho mayor que la que puede alcanzar el filo de la cucharilla mandamos al garete nuestra reputación y depositamos el dedo sobre el plato preguntándonos si en las comidas de alto postín se sirven flanes.



Por cierto, que si alguien se entera de a quién se le ocurrió la genial idea de comer las rodajas de piña con tenedor y CUCHARILLA que lo comente para enviarle unos cuantos matones.

4.10.05

El misterio del secamanos

¿Cómo se llaman las máquinas que hay junto a los lavabos para secarse las manos? ¿"Secamanos"? Pongamos que así es.

En mi empresa se está intentando optimizar los gastos, así que hace unas semanas a alguien se le ocurrió la idea de sustituir el dispensador de toallas de papel del servicio por un secamanos.

En sí misma la idea no es necesariamente mala, sólo que en el afán de ahorro se ha comprado algún secamanos de oferta y sirve más como repisa para los rollos de papel higiénico que como secador de manos (además de gastarse papel ahora se tarda más tiempo en secarse las manos pues hay que quitarse los restos que deja el papel higiénico al desacerse con la humedad de las manos).

Sin embargo la instalación de la máquina me ha permitido realizar un estudio de campo comprobando la existencia de varios fenómenos inexplicables:
1. El secamanos no seca nada, hasta que de repente todo el agua desaparece (no hay punto intermedio, o chorreas o estás seco).
2. La primera vez que aprietas no funciona, la segunda vez funciona un corto período de tiempo, con lo que hay que volver a apretar.

Los dos fenómenos se unen en la tercera pulsación, pues las manos se secan de inmediato y la máquina se queda funcionando indefinidamente.

Es lógico pensar que tras la pulsación del botón el período de expulsión de aire es siempre igual, con lo que la única explicación es que tras la segunda pulsación (cuando las manos están calentitas) el influjo del secamanos nos lleva a algún estado de trance que relativiza el paso del tiempo.

Todo esto si el secamanos tiene botón, pues el funcionamiento de esos entes sopladores sin botón es un misterio que sobrepasa todos los límites de la imaginación del que escribe.

Por cierto, ¿hay secamanos en los servicios de señoras? (después de lo de las duchas ya no presupongo nada).

3.10.05

Eclipse de ilusiones

A lo largo de mi vida he asistido a dos eclipses gordos, en concreto dos de estos llamados anulares (los parciales no cuentan). Sin embargo tengo el privilegio de anunciar que en ambos casos y en la zona desde la que yo lo iba a ver el eclipse era total.

Por eclipse total entiendo aquel en el que el sol no se puede ver en absoluto, y ese ha sido el caso tanto esta mañana como en otra ocasión hace ya muchos años (más de veinte).

Llegaba esta mañana la gente a la empresa equipada con gafas oscuras de cartón, además de unos ánimos irrenunciables a escaquearse de su sitio con la excusa del eclipse. Sin embargo hoy ha pasado algo casi milagroso: el cielo se ha cubierto de nubes (el milagro hubiera sido que además hubiera llovido).

De esta forma no hemos visto ni sol, ni eclipse, ni nada.

Eso sí, al pasar el mediodía se han ido todas las nubes, estando el tiempo justo para fastidiar el eclipse, que no el escaqueo de los que traían las gafas de rayos X, pues de otra forma no sé cómo narices iban a ver el sol o lo que quedara de él.

La ocasión anterior (allá mediados los ochenta) en la que hubo un eclipse anular sucedió lo mismo: cielo encapotado pero sin llover. Ante mi decepción por no haber podido asistir al tremendísimo espectáculo que anunciaba la tele mi madre me dijo: "pues es cierto que casi se hace de noche, no sé de qué te quejas"... debe ser que uno es un inconformista (sólo con las cosas importantes).


Desde luego prefiero los eclipses de luna, son mucho más frecuentes, a veces a horas razonables o hasta en fines de semana, son más espectaculares y te hacen ver que lo que suele brillar por las noches no es más que un pedrusco suspendido en el aire... otra vez matando ilusiones.


29.9.05

Imaginando lo desconocido

Hace unos días me encontré una foto que dio al traste con una de mis fantasías. Era la foto de uno de esos sitios cotidianos absolutamente vetados para los hombres: el vestuario femenino del gimnasio al que habitualmente voy (bueno, alguna vez voy).

Cuando uno está en el vestuario masculino se imagina que el femenino será similar, quizás con algún cambio en los servicios, pues el de las mujeres supongo que será algo más homogéneo (no hay aforo de pie, todo es sentado).

Por ello me imaginaba a las mujeres que paseaban desnudas por el vestuario 8-D, hasta que mi mujer me comentó que eso no pasaba X-( que las mujeres se liaban la toalla en lugar de ponérsela al hombro como hacen algunos tíos.

Sin embargo aún me quedaba la visión (la ilusión) de un montón de mujeres duchándose, similar a la de un montón de hombres duchándose pero mucho más interesante para mis ojos (la de los tíos como que se me hace monótona).

PERO NO, resulta que el vestuario de mujeres tiene puerta en todas las duchas, así que las usuarias entran y salen luciendo el diseño de la toalla del gimnasio.

Definitivamente en ocasiones es mejor vivir feliz en la ignorancia.

28.9.05

ADSL de 0 Mb/s

Allá por el mes de abril Wanadoo sacó una oferta de ADSL de 2 megas más llamadas al mismo precio que mi ADSL de un mega, así que llamé por primera vez:

LLAMADA 1 (abril):
- Quiero ampliar mi ADSL.
- No puede ampliarlo, debe cambiar de producto.
- ¿Pero cuestan los mismo?
- Sí cuestan los mismo.
- Pues cambielo.
- Va a tardar un par de semanas en las que estará sin conexión, después le llamarán para confirmar que ya hay conexión.


LLAMADA 2 (mayo):
- Quiero preguntar cuándo va a funcionar el ADSL
- Me consta que lo dio de baja en abril, pero no hay ninguna alta.
- Pues ¿puede darlo de alta?
- No, tiene que llamar al 1414 que es el teléfono de altas, este es el teléfono del servicio técnico.

LLAMADA 3:
- Quiero darme de alta.
- Muy bien, le tomo los datos

LLAMADA 4 (junio):
- Quiero preguntar cuándo va a funcionar mi ADSL
- Consta que el alta no ha podido ser realizada...

A partir de aquí transcurren varias llamadas hasta que un operador me dice lo siguiente:

LLAMADA 7 (junio):
- Le cuento mi historia, llevo siete llamadas y no me dan de alta el ADSL.
- Me consta que no se lo dan de alta por datos incorrectos.
- ¿Qué dato incorrecto?
- Este error surge cuando en su central no puede darle cobertura.
- ¿Y qué puedo hacer?
- Lo mejor es darse de baja e iniciar el alta de cero sin cambio de producto.
- Pero si soy cliente desde hace varios años, ¿cómo me voy a dar de baja?
- Es lo que le recomiendo.
- Pues sea.
- Muy bien, le paso con el departamento de bajas y luego solicite el alta.
... (departamento de bajas)
- Vamos a confirmar sus datos
- (enésima entrega de datos)
- Muy bien, su baja está lista y le he solicitado el nuevo producto. Le llamarán cuando esté listo.

Yo ya no espero que nadie me llame.

LLAMADA 8 (julio):
- Quiero preguntar cuándo va a funcionar mi ADSL
- No me consta que tenga solicitado ningún producto, usted se dio de baja en junio
- ¡Panda de cafres! ¿Qué puedo hacer?
- Darse de alta en el 1414

Esto ya empieza a aburrir, parece atrapado en el tiempo. En cualquier caso me doy de alta en el 1414 tras que alguna operadora inútil me llegue a colgar cuando exijo alguna respuesta coherente.

LLAMADA 11 (septiembre)
- Quiero preguntar cuándo va a funcionar mi ADSL
- Parece que ha habido un problema en su alta
- ¡No me lo puedo creer! ¡Con lo eficientes que son ustedes! Vamos a ver, ¿llevas mucho tiempo de operador? Lo digo porque si llevas poco mejor lo dejamos y llamo otra vez.
- Soy de los veteranos, no se preocupe.
- Pues qué me recomiendas.
- Que solicitemos el alta de 1 mega sin llamadas, lo que había al principio. Luego puede ampliar a 4 megas por el mismo precio, pues es lo que se va a ofertar en breve.
- Mira, según estamos no me parece mal.

LLAMADA 12 (una semana después)
- Quiero preguntar cuándo va a funcionar mi ADSL
- Me consta que usted solicitó un alta en julio y hubo algún problema
- ¿De verdad? No tenía ni idea.
- Pues sí, hubo problemas en julio.
- Y en el alta de la semana pasada, no hay problemas.
- Hmmm... un momento... Parece que sí solicitó un alta la semana pasada.
- ¿Sólo lo parece? Yo estoy seguro. ¿Qué pasa con ese alta?
- Hmmm... un momento... Parece que se está tramitando.
- Tú llevas poco tiempo trabajando de operador ¿verdad?
- Creo que eso es irrelevante.
- Yo no lo creo, no te enteras mucho de qué va la cosa y pareces algo torpe.
- No me falte al respeto.
- Yo no falto al respeto, digo la verdad. ¿Se está tramitando mi alta?
- Pues supongo que sí.
- ¡No te jode! yo también lo supongo, lo que quiero es que me lo confirmes
... Y me cuelga.

LLAMADA 13
- Quiero preguntar cuándo va a funcionar mi ADSL
- Ha llamado usted al 1414 y aquí consta algún problema, mejor llame al 902 que tienen más datos que yo.

LLAMADA 14
- Quiero preguntar cuándo va a funcionar mi ADSL
- Consta una alta de julio que se detuvo.
- ¿Y la de septiembre?
(varias explicaciones)
- Sí, la de septiembre me consta aquí y no se ha podido realizar porque hay datos incorrectos.
- ¡Impresionante! ¿Qué dato es incorrecto?
- No me consta en la incidencia.
- Soy cliente desde hace varios años y mis datos no han cambiado.
- No me consta qué dato es el incorrecto.
- ¿Y qué puedo hacer?
- LLame a Telefónica para verificar que sus datos son correctos.
- Soy cliente de Telefónica desde hace más tiempo que Wanadoo y mis datos son correctísimos.
- Es lo único que le puedo decir.
- Mira, dame una solución o me doy de baja.
- No le puedo decir más.
- Pues nada, si no me queréis como cliente dáme de baja.
- Le paso con el departamento de bajas.


Y tras hablar con el departamento de bajas y proporcionar (por quinta o sexta vez) mis datos acabó mi relación con esta panda de inútiles, que definitivamente no quieren clientes, o los engañan con productos que todavía no pueden ofrecer.

Al final me voy con Timofónica, en un par de semanas seguro que hay novedades.

PD: Pobres operadores, al final me dan pena pues están en primera línea de fuego para que les den las ostias, y no pueden ni siquiera acudir a un superior para que les saque de las situaciones difíciles.



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26.9.05

Tras cuatro años la dejé por otra

Hace cuatro años que me casé (por penúltima vez), y como está mandado la acogí en casa.

En un principio nuestra relación, aunque breve, era intensa. Tener a alguien extrangero en casa después de tanto tiempo de producto nacional traía esos pequeños problemas de todos los principios, pero que se excusaban con un poco de paciencia (sobre todo por mi parte, he de confesarlo).

Con el paso del tiempo nuestra relación fue creciendo y dimos rienda suelta a nuevas posibilidades. Donde antes había pequeños mensajes ahora podíamos tener libros enteros.

Pero después de tres años se presentó ante mis ojos la opción de ir más allá, de ampliar horizontes juntos, y crédulo de mí decidí correr el riesgo y lanzarme a explorar un nuevo tipo de relación... y me engañó. No es que todo fuera distinto a cómo me había prometido, es que ya ni nos hablábamos, la distancia se hizo enorme y así pasaron los meses intentado recuperar al menos lo que antes teníamos.

Sin embargo este fin de semana le dije que si no ponía alguna solución y dejaba de engañarme me iba con otra, que ella no era la única. Se vio sin salida y la abandoné.

Los últimos meses han sido tortuosos, pero ahora tengo nuevas esperanzas.


PD: En un par de semanas tendré en casa el ADSL de Telefónica, eso si no me engaña como mi ex-operadora, la francesa Wanadoo.

23.9.05

¡Eso sí que es arte!

Anoche salimos de tapeo (Excepcionalmente, uno es más de acostarse a la hora de los lunnis) y a la puerta del bar llegó el artista gitano, el cantaor que en esta ocasión se habría dejado la guitarra en casa.

Ni corto ni perezoso inició un recital flamenco "a capella", con tales dotes para el canto que era imposible distinguir qué palo flamenco cantaba de lo "jondo" que le salía, o del palo que le daba al flamenco. Ciertamente estaba haciendo bien su trabajo pues era como darle una monedas para que se fuera pronto.

Finalizó una breve actuación (afortunadamente) y recogió su recaudación.

En ese momento se puso a contar las monedas, entró en el bar y apostado en la barra le dijo al camarero: "una Zan Migué!!". Y tranquilamente se tomó su cerveza a cambio de las monedas que antes había conseguido. ¡Todo un artista! eso es innegable.

22.9.05

Vuelta a la infancia

Esta mañana he recibido un mail de un antiguo compañero de colegio, alguien de quién no sabía nada desde hace veinte años, y me ha provocado una extraña sensación, pero agradable en cualquier caso. Me ha comentado que algunos compañeros fallecieron, otros tienen hijos... todo muy raro.

También anoche tuve una regresión a la infancia cuando a las diez y media ya estaba en la cama, y es que ayer no hizo falta correr diez kilómetros ni subir un puerto de montaña, bastó con una reunión de trabajo de cinco horas más una comida de tres y luego 100 kilómetros de carretera para volver a casa... total, que como un niño chico a las diez a la cama (la verdad es que cuesta menos levantarse por las mañanas que cuando espero a que acabe el monólogo de Buenafuente).

20.9.05

Una experiencia inolvidable (casi sexual)

Este fin de semana me levanté con ánimos suficientes como para subirme en la bicilceta de montaña e intentar alcanzar la cumbre de "Los Reales", montaña de cerca de mil metros que se me resiste desde hace varios años.

La experiencia fue gratificante, aunque al final no se viera recompensada con la cumbre pues llegado un punto las piernas dijeron basta. Faltaba poco, y las rampas eran suaves pero no había ni un descasillo y ya no podía dar pedales ni en llano.

En cualquier caso el paisaje era magnífico, y la deforestación provocada por los incendios no había subido tanto como yo, se respiraba tranquilidad.

En ese momento no pensé que la experiencia me marcaría tanto como lo ha hecho. El recuerdo es agradable, pero lo que hace la experiencia casi inolvidable es el dolor que aún me produce sentarme por lo dolorodio que se me quedó el culo con el puñetero sillín.

La conclusión de todo esto es muy friki: los ciclistas profesionales seguro que tienen un callo en el trasero, pues de otra forma no me explico como uno puede montarse en la bici dos días seguidos (yo apenas puedo montarme en el coche).

16.9.05

Cuéntame cuándo pasó

Uno es un fan declarado de la serie "Cuéntame como pasó", y casi desde que terminó la temporada pasada estoy buscando infructuosamente la fecha en la que se inicia la nueva temporada.

La página web de la serie es tan voluminosa como inútil, pues no ofrece noticias actualizadas (quizás sea para mantener el espíritu de la serie que todo el material que hay se mantenga "antiguo") así que me dedico a ver los avances de programación en distintas webs, llegando a constatar que todavía no empezaba.

Sin embargo anoche haciendo zapping me encuentro con el capítulo resumen de la temporada pasada sin previo aviso, y es que seguir una serie se me antoja misión imposible.

Claro que ser fan de "Cuéntame" es un chollo en comparación con ser fan de "Urgencias", a la que hay que perseguir por varias madrugadas de la semana (inevitable perderse capítulos, es materialmente imposible no sólo verla sino grabarla).

También fue muy interesante cómo tras diez temporadas de "Ally McBeal" Telecinco decidió no emitir más capítulos cuando faltaban dos para acabar la serie.

O la moda de poner tres capítulos seguidos en días cambiantes de la semana, así si no logras dar con el día una semana te pierdes media serie del tirón (buena idea eso de "programar" dos capítulos en el estreno de "Lost" para un domingo por la tarde).

Obviando los errores de los que programan la parrilla (todos somos humanos y eso de que te pongan los capítulos en orden distinto del que debería tampoco pasa siempre) me pregunto yo cuál es el objetivo de las cadenas al hacer esto. O mejor aún: ¿tienen algún objetivo? Quizás marear al tontolaba (o cabezabuque, que también se menciona en "Cuéntame") que se plante delante de la caja tonta en lugar de leer un libro o simplemente cumplir con los deberes conyugales legalmente asumidos.

Aunque mi teoría es que esta gente de las cadenas se han vuelto tontos de ver tanta tele, será eso.

15.9.05

Angustia fugaz

En ocasiones nos preguntamos cómo es posible que no haya más accidentes de tráfico teniendo en cuenta la cantidad de cafres que andan sueltos, una prole de cerebros tan pequeños en los que no caben distancias de seguridad inferiores a un metro ni velocidades inferiores a 100 Km/h (mi hipótesis es que hay una partida de humanos en los que se instaló una memoria ROM con parámetros erróneos en lugar de la memoria flash más adecuada para la vida moderna - me refiero a la vida del homo sapiens y no la del cro magnon).

Por otro lado a uno le extraña que haya tantos accidentes pues con el nivel de majadería de esta subespecie lo raro es que no se hayan extinguido.

Todos tenemos múltiples experiencias al respecto, por fortuna la mayoría fugaces, como la que un gilipollas (pa qué buscar giros lingüísticos teniendo esta palabra que define perfectamente a ese simulacro fallido de persona) que esta mañana me ha adelantado por la derecha ¡mientras yo estaba adelantando a otro coche a 120! (aún no me explico como su Audi rojo chillón ha cabido entre los dos coches).

Por supuesto tras finalizar su maniobra se ha puesto delante y ha continuado haciendo eses, debía tener mono de carretera de montaña pues la línea recta seguro que no entra en su estrecho cerebro.

14.9.05

La profesión equivocada

¿Consultor? ¿Analista? ¿Ingeniero aeronáutico? NO
La profesión que tenía que haber elegido es la de cerrajero: 100 euros la hora.

Y eso que vino a las siete de la tarde porque la puerta abría y cerraba, sólo que la cerradura no giraba. No quiero ni pensar lo que podría cobrar si le hubiera llamado porque me quedo fuera de casa un domingo a las dos de la mañana (por ejemplo).

¿Para esto tantos años de estudios? Y luego la gente se sorprende que España sea el país con mayor índice de fraso en el bachillerato, lo raro es que siga abiendo tontos del bote que lo quieran acabar en lugar de dedicarse a oficios varios.

13.9.05

Hacer las cosas con previsión

Hay un tópico que creo que hay que ir rompiendo y es que los españoles no preparan las cosas con antelación.

Hace unos días compré unas entradas para un espectáculo con un par de semanas de antelación, pensando que no habría problemas en encontrar buenos asientos. Sin embargo el aforo estaba casi completo para las sesiones buenas, así que compré para una sesión un poco peor pero con mejor sitio (decir que el aforo sólo estaba ligeramente menos lleno).

Como estoy interesado en ir a otro espectáculo que se celebra en noviembre se me ocurrió mirar qué tal estaba el aforo, y ya estaba vendido más de la mitad.

Resultado: he batido mi record de antelación al comprar entradas, nada menos que dos meses y medio.

Desde luego el tópico de no hacer las cosas con la antelación suficiente no se cumple, al menos con las entradas a espectáculos, pues no sería la primera vez que me quedo sin entradas por intentar comprarlas la semana antes.

En cualquier caso no sé que es mejor pues los precios son carísimos. Ya podría el gobierno darle menos privilegios a la SGAE y difundir la cultura de verdad abaratando las entradas. Aunque si uno lo piensa bien si con esos precios se llenan los teatros para qué bajarlos.

Bueno, voy a ver si compro unas entradas para el concierto de navidad (por cierto, que la lotería de navidad comprada en agosto es otro buen ejemplo de compras hechas con antelación).

9.9.05

Distancia de seguridad

Hay que normas de tráfico que o bien no se deben explicar muy bien en las autoescuelas o bien son propensas a ser objeto de amnesia por parte de los conductores, y de entre ellas destaca la de la distancia de seguridad.

Aunque a uno le guste ir rápido con el coche (dentro de los límites permitidos, que conste) también le gusta viajar cómodo y sin estrés, por lo que cuando hay un vehículo delante que está adelantando a otro deja una distancia prudencial aunque se puedar ir a una velocidad notablemente superior. ¿Cómo decirle en ese momento al cafre que te tira las largas y te adelanta por la derecha que estás esperando al de delante a un distancia prudencial?

Por cierto, ójala alguien invente un dispositivo que haga encender la luz de freno sin que sea necesario finar, de esta forma los "metebullas" que se pegan a medio metro se lelvarían un pequeño susto y dejarían de invadir el espacio vital de mi coche.

7.9.05

Mucho chino en China


Concluyo hoy con la serie dedicada a China con una gran revelación: ¡Qué pechá chinos!

Chinos que te vendían Rolex a un euro, equivalente al precio de diez abanicos. Chinos que sacan fotos a los occidentales por lo exóticos que somos. Chinos que viven un montón de años por su buena dieta, las bicicletas, el taichí y la altura de los escalones (a pesar de lo bajitos que son los escaoles los hacen bien altos).

Y para que nunca se me olvide el viaje siempre quedarán esos chinos que montan restaurantes chinos. Por cierto que nadie nos supo contar porqué hay tantos restaurantes chinos en España, sobre todo porque las personas con las que hablamos no eran conscientes de la emigración de chinos al extrangero, aunque no me extraña pues con la cantidad que son seguro que no hechan de menos a los que se vienen a prepararnos la ternera "chopshuey" y el pollo con almendras.

6.9.05

Cosas de China

Tras madurar las sensaciones del viaje lo que más me ha impresionado han sido los rascacielos, algo totalmente ajeno al tópico. Creo que este es un buen motivo para estrenar las fotos en el blog, alguna visión de los rascacielos.




Pero hay más cosas que no por pequeñas resultan menos impactantes, como la afición de los chinos a escupir. Tal es "la afición" que el gobierno multa a quién escupe, pero si no son capaces de hacer que nadie respete los semáforos menos va a hacer que dejen de escupir. Y no es una cuestión de civismo pues he visto escupir hasta al personal de limpieza de algunos lavabos públicos (escupen los mismos que lo tienen que limpiar).

También me impactó la parte de aventura, como era intentar cruzar cualquier calle pues nadie respetaba los pasos de peatones, a lo sumo pitaban para que te apartaras, pero no reducían la velocidad en absoluto.

Alguien podría pensar que la profusión de bicis hacen menos complicado el tránsito, pero nada más lejos de la realidad, las bicis sin luces (todas) competían de igual a igual con los automóviles para batir algún record de infracciones de tráfico.

Toda una aventura pasear por la ciudad.

5.9.05

¿Y si hubiera sido una bomba?

Ha sido un huracán de efectos devastadores, y lo cierto es que contra las fuerzas de la naturaleza poco se puede hacer. Pero me pregunto qué hubiera pasado si lo que Bush decía fuera cierto...

Bush decía (y dice) que EEUU es objetivo de los terroristas y que puede ser atacado por armas químicas o nucleares.

Algún senador americano comparó la situación en Nueva Orleans con la de Hiroshima tras la bomba atómica, y yo me pregunto ¿es esta la preparación que tenían ante ataques terroristas?

Todo apunta a que el riesgo de ataque terrorista no se lo creía ni el propio Bush, pues de haber sido así algo habría tenido preparado para este tipo de situaciones.

Lo que no entiendo es cómo el país más rico del mundo tiene que pedir ayuda humanitaria a Europa pues tiene recursos de sobra para abastecer a los damnificados. A veces pienso que no es el país más rico del mundo, sólo el más prepotente.

2.9.05

No todos los chinos son iguales

Tras hablar con gente que también ha estado en zonas rurales de China la imagen es completamente distinta de la que ofrecen Beijing o Shanghai. Lo cierto es que si todo el país estuviera como en estas ciudades China tendría que liderar todos los informes del PNUD junto a Noruega o Suecia, pero la realidad es que a pesar de su crecimiento sigue en los puestos intermedios, sólo un poquito por encima de Ecuador, por ejemplo.

Es lo que tiene el turismo, que se ven sitios turísticos y por tanto sólo una parte de la realidad, en concreto aquella que luce más como es normal.

A fin de cuentas cuando un turista viene a Málaga no suele visitar el "barrio" de los Asperones o la "zona india" (la Palmilla). Aunque bien es cierto que el volumen de personas que viven en condiciones desfavorables no tiene nada que ver con la situación de países como China o la India, donde todas las cifras son a lo bestia cuando hablamos de número de personas.

En cualquier caso creo que el "peligro amarillo" en términos de la economía mundial no es tal. Cierto que hay muchos consumidores, pero todos los Chinos no van a saltar a la vez para cambiar la rotación de la tierra, principalmente porque muchos de ellos bastante tienen con sobrevivir.

Las ventajas con las que cuentan radican en su estilo de vida y el legado de la revolución cultural, que les han dotado de una esperanza de vida de más de 70 años y una tasa de alfabetización del 90% (¡con lo difícil que es el chino!), lo que asegura que hundirse tampoco se van a hundir.

Pero el "peligro" real es otro, es que China es uno de los principales acreedores del país más endeudado del mundo: Estados Unidos.

31.8.05

China: Rompiendo el tópico

Hoy en día todos los aeropuertos internacionales del mundo son más o menos parecidos, tiendas Duty Free, cafeterías, restaurantes, servicios de transporte variados... el país comunista que me esperaba encontrar estaría más allá de la terminal internacional.

Beijing es una ciudad al estilo soviético, calles anchas, muchos parques y zonas verdes, una estructura bien planificada. Si además de todo ello se tiene en cuenta que es moderna y bien cuidada sería un buen lugar para vivir si no fuera porque está llena de muchísimos chinos, tantos como 19 millones... demasiada gente para un provinciano.

En cualquier caso esperaba yo notar algo distinto en mi primera visita a un país de régimen comunista, pero ver las calles atestadas de coches Volskwagen o los McDonalds que había por todas partes no ayudaba mucho.

Tras las primeras visitas por la ciudad comprobé que el legado de Mao se reduce a unas atracciones turísticas más o menos monumentales y a los relojitos en los que Mao saluda a modo de segundero que se venden como souvenir. Sin embargo Raul, el del Real Madrid está mucho más presente que Mao gracias a la profusión de anuncios de Pepsi.

Pensé que este comunismo es un tanto peculiar, quizás una versión moderna.

Pero la revelación definitiva se constata al llegar a la ciudad de los rascacielos. ¿Nueva York? No, Shaghai. Once mil rascacielos presentan una ciudad saturadísima de gente, totalmente occidental, donde no falta ninguna de las grandes multinacionales. Un paseo nocturno entre las moles de acero hace rememorar inmediatamente a la caótica ciudad de Blade Runner.

Estooooo, quizás el comunismo se reduzca al sistema de protección social.

Como el Chino no es lo mío nuestras únicas fuentes eran los guías locales de habla hispana que pertenecen a una agencia de turismo estatal, y nos revelaron que los trabajadores tienen muchos derechos y libertades, por ejemplo tienen derecho a trabajar doce o catorce horas por 200 euros al mes en el mejor de los casos o pueden optar por irse al paro y no tener ni cobertura sanitaria (la cobertura sanitaria no es universal, si cotizas te atienden, si no cotizas te buscas la vida).


Ahora sólo me pregunto quién me vendió la moto que iba a ir a visitar un país comunista, eso es sólo un tópico detrás del que se esconde la economía de mayor crecimiento del mundo.

30.8.05

Vuelta al cole

Se terminó lo bueno, pero como ha sido breve la vuelta no es tan traumática, máxime cuando queda un par de días de agosto que hacen el trabajo más ligero.

Que unas vacaciones cortas favorezcan la vuelta al trabajo es una revelación que nunca debería ser descubierta por parte de la patronal, aunque siempre se podría argumentar que tras una desconexión total aumenta la productividad (mentira, pero lo defenderemos).

Lo cierto es que apenas siento que me haya ido, ha sido todo muy rápido, casi tanto como el avión que me dejó la marca del jet lag (eso de despertarse a las cinco de mañana en vacaciones es de las experiencias más improductivas que he tenido).

Sin embargo no echaré de menos aquellas vacaciones de tres meses cuando era un retoño, pues aunque las solía disfrutar mucho (sobre todo en la adolescencia) la vuelta a clase era abrumadoramente traumática, y casi que no compensaban los meses de vacaciones a los de depresión postvacacional.

Ahora me quedan por delante un montón de años para saborear el recuerdo del viaje de este año, ocho días fabulosos en los que he descubierto que los tópicos es mejor dejarlos de lado. Poco a poco contaré algunos de mis descubrimientos.