30.3.05

Otra no noticia

Después de escribir el post sobre lo que se considera noticia vino a mi mente una situación que se prodiga mucho más de lo que nos dan a conocer: robos a bancos.

No me refiero a atracos, que aparecen en las noticias en función de si algún periodista pasaba por allí o no, sino a los de guante blanco.

En esta ocasión tengo la información casi de primera mano pues por motivos de mi trabajo he tenido la ocasión de conocer la problemática de los bancos en cuanto a seguridad, y la verdad es que lo que vemos en las películas se queda corto con respecto a la realidad.

Existen auténticas empresas especializadas en robos sofisticados, con una altísima cualificación técnica y un conocimiento concienzudo de la ley, pues entre sus planes de contingencia está pasar unos meses a la sombra si no queda más remedio (al no atentar contra la integridad física de nadie las penas son reducidas).

Butrones hechos con taladros de diamante, inhibidores de ondas, cortes de centrales telefónicas (recuerdo que hace unos años hubo un sospechoso corte en una línea que dejó sin teléfono a medio país), o un simple gato soltado por una rejilla de ventilación de una oficina para distraer a la policía son algunas de las técnicas más habituales.

Pero esto no es noticia, quizás por ser más habitual de lo que pensamos.

29.3.05

¿Qué es noticia?

¿Qué es una noticia?

Supongo que los expertos tendrán una explicación muy sofisticada, pero este pobre mortal cada vez se inclina más a la teoría de la conspiración judeo-masónica que al interés general (saber ´qué es el interés general ya es para nota).

Cuando se ve un telediario, se escucha un noticiero en la radio (el "parte" como diría mi abuelo) o se lee la prensa siempre se detecta una sospecha coincidencia en temas que son menores o que, por cotidianos, no tendrían que recibirse con esa unanimidad.

Para centrar el asunto voy a quitar la morralla, aquellas noticias que son ajenas a la manipulación del receptor y que llenan los espacios informativos:
1.- Sin duda la principal fuente de distracción son las noticias políticas. Cada medio las pinta de su color, pero en el fondo suelen ser lo más parecido a hablar por hablar, charla intrascendente.
2.- Noticias de deportes. Su importancia es evidente.
3.- Relleno de agencias. Multitud de curiosidades, situaciones impactantes y eventos que las agencias de noticias distribuyen a diestro y siniestro para el relleno de los minutos.
4.- Noticias de verdad. Estas se dan en pocas ocasiones (pongamos que una o dos al mes).


Entre todas estas se introducen cual letanías las que me hacen sospechar, las noticias de sucesos que son cotidianas y se emiten u omiten con el consenso de todos los medios independientemente de su ideología. Estos son algunos ejemplos:
* En España sólo se suicidan los asesinos maltratadores o los tetrapléjicos. Nunca es noticia ningún otro suicidio.
* El tabaco es muy malo y el alcohol muy bueno (será que la cerveza y el vino no son alcohol, o que los vagabundos se destrozan el alma con Chivas).
* Está de moda maltratar mujeres, a diferencia des hace cuatro o cinco años en que apenas se oía hablar del tema. Bueno, la verdad es que en los últimos meses los maltratos están pasando a un segundo plano por otro tipo de asesinos: las bombonas de butano (¿es una sensación mía o se habla más de bombonas y escapes de gas que de malos tratos?).


Lo más preocupante es que cuando me ha tocado ser partícipe de alguna noticia he podido comprobar lo chapuzas que pueden llegar a ser los periodistas, así que a saber cuál será la realidad que hay ahí fuera.

28.3.05

Extraño diagnóstico

Tras unos días de vacaciones uno no puede dejar de sentirse extraño al volver al trabajo, aunque en esta ocasión la sensación se ve incrementada por el hecho de no haber desayunado esta mañana.

De forma rutinaria miré ayer la agenda y comprobé que había olvidado que esta mañana tenía la revisión médica anual que hace la empresa. Este año el procedimiento consiste en extracción de sangre (en ayunas) y entrega de tarrito de orina a primera hora y revisión médica a media mañana.

Dado que no había recogido el pernitente tarrito opté por cambiar mi rutina matutina y no pasar por el servicio nada más levantarme, así llegué al trabajo con el estómago vacío y vegiga a tope. Tras depositar una muestra en el tarrito y la posterior extracción de sangre desayuné un pastelito de máquina y me dispuse a trabajar.

Apenas me habían venido las ganas de trabajar aconteció un apagón eléctrico que impidió que desarrollase todo mi potencial creativo (¡cachis!). Cuando volvió la luz tuve que ir al reconocimiento.

El diagnóstico: tensión baja (no sé qué se puede esperar después de que te saquen sangre). Lo raro es que no me hayan diagnosticado que estoy muerto pues es la primera vez que me oscultan sin tener que quitarme ni el jersey.

17.3.05

Barna: una escapadita

Mañana salgo para Barcelona a pasar unos días de asueto. Por aquí nadie me ha dicho que no me concede la petición de vacaciones que hice hace un mes, así que consideraré la callada por respuesta e iré a supervisar las obras de la Sagrada Familia, no vaya a ser que el metro pase por debajo.

16.3.05

El momento crítico para bajar al basura

Cuando llego a casa por la noche sólo pienso en sentarme en el sofá mientras me bebo un zumo, como algo, me relajo, estiro las piernas... sin embargo cuando estoy a punto de satisfacer todos mis deseos recuerdo que tengo que bajar la basura. Si el recuerdo viene cuando ya estoy en bata y zapatillas resuelvo que ya la bajaré mañana.

A la mañana siguiente se acumula una bolsa de basura que ato convenientemente pensando que es poco cívico bajarla a las ocho de la mañana, así que pospongo la tarea a la tarde.

Se repite la historia por la noche, aunque en esta ocasión recuerdo que hay que bajar la basura cuando estoy cambiándome (un poco antes que el día anterior)... demasiado tarde.

Y así todos los días recuerdo que hay que bajar la basura en distintos puntos del proceso de llegada a casa (desde que entro por la puerta hasta que me siento en el sofá), consiguiendo sacarla o no en función del grado de comodidad alcanzado.

Tras una intensa observación concluyo que el momento crítico tras el cuál es prácticamente imposible bajar la basura es cuando nos hemos quitado los zapatos. Apoyo mi conclusión en el siguiente hecho: cuando nos hemos quitado un solo zapato y recordamos lo que tenemos que hacer nos debatimos en la duda durante unos segundos, y ya depende de muchos factores cuál será el resultado. Sin embargo si los zapatos están aún puestos sólo influyen el cansancio del día y el número de bolsas acumuladas (con más de una seguro que las bajamos). Si los zapatos están fuera ya sólo nos planteamos si montar una planta de reciclaje en casa.

15.3.05

Mis primeros 7 Km

Sé que es una tontería, pero me hizo ilusión ver que había corrido 7 Km aunque fuera en la cinta del gimnasio.

Al empezar a correr no me propuse un límite concreto, quizás estar unos veinte minutos como es habitual, pero al llegar a ese tiempo me propuse cinco minutos más, luego cinco más... quizás ese sea el secreto de conseguir las metas: sólo porponerse objetivos parciales.

Al final 7 Km. Ya estoy más cerca de acabar una maratón, sólo me faltan seis días en los que repita la hazaña (la acabaré, pero a plazos).

11.3.05

Fila 6, asiento 6

Hacía mucho tiempo que no entraba en una sala de cine vacía, supongo que el estado habitual de un martes a las cinco de la tarde. Ante tal panorama ni me preocupé en mirar si los asientos estaban numerados, así que me senté en el sitio que más rabia me dio.

Poco a poco empezó a entrar gente y deduje que los asientos estaban numerados, con lo que saqué mi entrada del bolsillo y en la penumbra de la sala pude leer "fila 6, asiento 6".

Me incorporé para poder ver el número de butaca, y era la 6. Miré el indicador del pasillo y la fila era la 6: ¡tocado y hundido! La sala tenía bastantes asientos, también es casualidad.

Por fortuna el número de la sala no era la 6 sino la 5, pues un exceso de casualidad de ese calibre hubiera hecho plantearme mi incipiente ateísmo.


Por cierto que la película era de lo peorcito que he visto en mi vida. La supuesta "Reencarnación" es más aburrida que Hermida retransmitiendo una maratón de ajedrez. Sólo se salvan los títulos de crédito (indican que el peñazo se ha acabado) y mi querida Nicole, no tanto por la interpretación, que me la trae floja, sino porque enseña algo de carne... lo que no me la trae tan... pues eso.

PD: El niño había leído sus cartas de amor, con eso un miercedecilla se puede hacer pasar por el difunto marido. ¡Ale!, ya conocéis el final así que podéis ir a ver otra película, por ejemplo alguna kazajistaní de arte y ensayo, seguro que será más entretenida.

10.3.05

Tiempo de autonomía

No, no quiero referirme al problema de los nacionalismos, sino al tiempo que uno puede hacer cosas sin depender de influencias externas.

Para ejemplificar, un parámetro que nos marca la autonomía del cuerpo es el combustible. Podemos estar unas doce horas sin comer, eso serían unos mil kilómetros para un coche, no está mal. Pasado ese tiempo no es que fuéramos a morir, pero uno empieza a estar incómodo.

Pues bien, estos días atrás he sufrido una reducción drástica de la autonomía por avería en el tubo de escape, pasando de uno o dos días a unas pocas horas, en las que me he planteado cuántas cosas limitan la autonomía de la máquina sin que seamos conscientes de ello.

La conclusión es que salvo avería grave la maquinaria aguanta muchos miles de kilómetros sin ninguna dependencia externa, pero la cantidad de extras con los que cargamos hacen que vayamos parando en cada esquina, eso por no hablar de elegir el camino más sinuoso posible lo que consume el combustible para trayectos que en línea recta suponen poca distancia.

7.3.05

El ricachón, el rico y el nuevo rico.

El sábado estuve paseando con mi mujer por el paseo marítimo bajo un espléndido sol y la montaña nevada al fondo, lo que hubiera sido bastante agradable si no fuera por las continuas obras, grúas y zanjas que tuvimos que sortear (bueno, agradable sí que fue).

En esas estábamos cuando nos plateamos el dinero que ganan nuestros jefes y los gastos que se pueden permitir (todo esto viene porque el jefe de mi mujer se ha comprado el portatil más caro y pijo del mercado).

Reflexioné entonces que la capacidad económica de las personas no se ilustra tanto por la adquisición de un capricho determinado sino por el club al que pertenece.

En la capa más baja de "los ricos" tenemos a los que pertenecen al club de tenis, sitio al que se acude para mostrar una ostentosidad más aparente que real. Están en esta capa los currantes que han hecho cierto capital o los autónomos minoristas.

En la capa intermedia están los socios del club de golf, sitio donde se habla de negocios a una escala más o menos respetable. Caen aquí los empresarios o directivos de cierto calado (tanto jubilados como en activo).

En la capa más alta están los socios del club náutico. Desconozco por completo sobre qué se debe hablar en tan selecto club, pero apostaría algo a que ni se menciona el trabajo, pues eso es cosa de los mortales.



Y fuera de este ranking estamos los que somos socios de un gimnasio, aunque también somos ricos, en concreto "curricos".

3.3.05

La causa del atasco

Cuando tenemos que hacer algún trámite con la administración muchas veces la espera en la cola correspondiente es notable. Los turnos pasan leeeeeentamente. Sin embargo llega nuestro momento de gloria y el asunto se despacha en cuestión de segundos.

Sucede algo similar con el tráfico. A veces nos encontramos en un atasco en un sitio donde no suele haberlo (no hablo de Madrid, obviamente, pues allí no hay sitios donde no suela haber atascos). Avanzamos lentamente al ritmo de la caravana y llega un momento en que el atasco se disuelve sin causa aparente.

Sin embargo de un tiempo a esta parte vengo observando un hecho que suele correlacionar con la aparición de los atascos en sitios poco frecuentes: la existencia de un guardia de tráfico "regulando" el tráfico.

En aquellos sitios donde el atasco es permanente la autoridad sólo hace acto de presencia en caso de accidente. Sin embargo sí que aparecen en aquellos lugares en que el tráfico se caracteriza por su fluidez.

Dado que no hay circunstancia aparente que justifique el atasco (la observación ha transcurrido en distintos días de la semana y a horarios similares durante muchas semanas) todo apunta a la misma cuestión: ¿la policía regula o desregula el tráfico?

Cuanto más lo observo más me inclino por la segunda opción.

2.3.05

Cierra los ojos

Mi mujer me comentó que había leído un artículo de un japonés (creo) con mucho tiempo libre que había hecho un estudio que buscaba una explicación a porqué cerramos los ojos cuando nos besamos (unos con otros).

Hecha la consideración de que los besos referidos son voluntarios y apasionados la teoría postula que la visión de un rostro humano a muy corta distancia nos resulta algo desagradable, es por ello que se tiende a cerrar los ojos.

Para comprender la trascendencia de esta teoría sería necesario conocer a la mujer del autor del estudio (decirle a su mujer que es fea sería muy comprometido, pero decir que todas son feas, aunque sea a cierta distancia, es más disimulado).

Sin embargo me atrevo a realizar una extensión de esta teoría basándome en que por regla general besamos a quién nos gusta, tanto de lejos como de cerca.

Cuanto más nos guste la persona a la que besamos aumentan las probabilidades de que acabemos en la cama.

La utilidad principal de la cama es dormir, acto que se realiza cerrando los ojos.

Con ello la conclusión es evidente: cerramos los ojos porque queremos llevarnos a la cama a la persona a la que estamos besando.

Y diría más aún refiriéndome al género masculino: aunque abramos los ojos también queremos llevarnos a la cama a la personas a la que estamos besando.

1.3.05

Refrescando el ambiente

Hay tradiciones y costumbres que se realizan sólo por inercia, habiéndose perdido en la noche de los tiempos su razón de ser.

Pongámonos en situación: cuando aprieta el calor se reseca el ambiente, con lo que encontrar una fuente por la calle que lo humedezca a la vez que refresca el aire se agradece mucho.

Hoy en día hay abundantes fuentes que embellecen y refrescan las ciudades, pero parece que ya nadie recuerda su utilidad. Y si no que alguien me explique qué narices pintan todas las fuentes esparciendo agua en un día en que caían chuzos de punta a la vez que el viento soplaba en todas direcciones (yo no sabía si poner el paraguas vertical u horizontal).

Y si es por hacer bonito sugiero que en los días de lluvia se cuelguen en las fuentes fotos a tamaño natural de varias playmates... bueno mejor que no, pues también humedecerían el ambiente.