5.7.07

Reclamando el distintivo amarillo

Aún sin apagarse la repercusión del atentado en el Líbano a los soldados se produjo el atentado a los turistas en Yemen. Ambos guardan bastantes similitudes por la posible motivación del terrorista y la repercusión que se le ha dado, pero produciéndose un agravio comparativo con los turistas pues nadie ha pedido que se les haga entrega de la medalla con distintivo amarillo (a los caídos en acto de servicio).

Son muchos los factores por los que los turistas merecen un reconocimiento mayor que los militares. En primer lugar porque los profesionales van dónde más les pagan, mientras que los turistas lo que buscan es el conocimiento de una región.

Por otro lado los turistas sí que hacen una labor de ayuda a la zona, pues dejan su dinero sin inmiscuirse en el día a día de la sociedad que visitan, sin pretender imponer un modelo político y social por muy justo o injusto que parezca.

En ambos casos conocían los riesgos de la zona, pero unos los salvaban por necesidad y otros seguro que por convicciones ideológicas (con 18 años las convicciones son pura ilusión, sin embargo para dejar el trabajo para dar la vuelta al mundo hay que tener hacerse un planteamiento vital riguroso).

Por ello creo que el acto del turista merece mayor reconocimiento que el del soldado, claro que nunca entenderé porqué algunas personas se convierten en héroes no por la forma en que viven sino por la forma en que mueren, sobre todo cuando su muerte no depende de ellos.

4.7.07

Todo por la pasta

Hace unos días saltó la noticia de un atentado en el Líbano con la muerte de varios soldados españoles. Lo más impresionante del tema e sque la polémica no era por los motivos del atentado, o qué están haciendo los soldados por ahí, sino el nombre que tiene la misión (si es de paz o de guerra) y el color de la tela de las medallitas que se ponen en los féretros (que si amarilla que si roja).

Lo cierto es que me pregunto cuál es el motivo de hacer una distinción a los soldados, pues no se puede decir que hayan hecho actos heróicos, que individualmente hayan salvado vidas o que hayan hecho hazañas dignas de mención. Simplemente estaban trabajando y lo que ha sucedido se podría catalogar, sin miedo a equivocarse, como un accidente laboral.

Estos trabajadores estaban allí por el sueldo, por la posibilidad de tener un puesto de trabajo. Y por las edades que tenían dudo que lo hayan hecho por defender sus valores éticos e idológicos (desde luego está claro que si defendían la bandera española en algunos casos era simplemente por una cuestión de posibilidades laborales).

En cualquier caso bien está hacer honor a los profesionales que realizan trabajos de alto riesgo, aunque debería tener más repercusión la labor de otros gremios, como el de bomberos, por poner un ejemplo.