30.9.08

Papeleo

Hoy he tramitado el último de los papeles relativos al nacimiento de Ulises (obviando los que se necesitan para que sus abuelos venga a visitarle, pero es que esos no tienen fin).

Uno intenta documentarse antes de que nazca, y al final no es tan complicado, pero no me explico cómo se podía gestionar todo el papeleo antes de que los papis pudiéramos disponer de los 13 días (le tocaría a las madres, y le siguen tocando pues se ven muchos carritos con bebés en las oficinas donde se hacen los trámites).

Haciendo un repaso rápido:
- Papel amarillo que te dan en el hospital y que certifica el nacimiento.
- Inscripción en el libro de familia usando el papel amarillo. esto se hace en el registro civil y ya tenemos persona.
- Inscripción en la seguridad social para que tenga médico (en la oficina de la tesorería de la seguridad social).
- Asignación de pediatra en el centro de salud (hay que llevar el papel que dan en la seguridad social).
- Solicitud de la subvención de paternidad (los trece días), previo certificado de la empresa (esto hay que pedirlo en la oficina de la seguridad social que hay en el distrito, y esperar un buen rato de colas y aguantar a un par de funcionarios).
- Solicitud de la subvención de maternidad (las 16 semanas), habiéndose pasado la madre por el médico para que le den la baja y habiendo obtenido un certificado de la empresa.
- Solicitud de los 2500 euros más 100 mensuales. Esto se hace por teléfono (nos ahorramos una visita a hacienda).
- Empadronar al bebé. Esto es opcional, pero como la oficina de distrito del ayuntamiento está cerca y no hay que esperar mucho pues se hace rápido.


Para todo hay que armarse de fotocopias de todos los papeles y algo de lectura para las esperas.

Hechas las gestiones ahora sólo falta cobrar los dineritos, que de momento este mes las nóminas nos han llegado cortitas (las empresas sólo nos pagan la mitad del mes).

29.9.08

Las manos limpias

Uno de los efectos que tiene el condicionamiento mental provocado con el bebé es el cuidado extremo por la higiene. No es que antes fuéramos especialmente descuidados ni que ahora esterilicemos hasta las sábanas, pero el cambio en los hábitos de higiene de los procedimientos domésticos más habituales es manifiesto.

El cambio ya se aprecia antes del nacimiento, cuando espontáneamente aumenta la frecuencia de las labores de limpieza, incrementándose la susceptibilidad a las motas de polvo.

Y ahora puedo afirmar que me he lavado las manos más veces en estas dos semanas que en el resto de mi vida. Tras cualquier actividad me lavo las manos, y cuando tengo que estar con el bebé, en caso de duda, me las vuelvo a lavar.

Lo que me sigue divirtiendo es que estos hábitos han venido de forma natural, sacando a la luz unso instintos animales que ni sabía que existían.

28.9.08

Visita de los abuelos

Hoy Ulises ha recibido la visita de los abuelos, y los ha recibido como corresponde a alguien de su edad: durmiendo.

Lo cierto es que hoy está durmiendo más de lo habitual, quizás sea el clima lluvioso, quizás que con lo que come las digestiones como mejor se hacen es sobando, el caso es que en toda la tarde apenas se ha despertado un par de ratos para comer y luego seguir durmiendo.

En ocasiones ha estado un poco despierto mientras el intestino grueso trabajaba, pero una vez liberada la pesadez a retomar la siesta.

Pero dormido también está guapo y merece la pena verlo, que conste.

Eso sí, esta visita ha retocado un poco el sueño de los papis, pues hasta ahora no me había dado cuenta que la siesta conjunta de la familia se había convertido en un hábito, y es que despertarse a las dos y a las cinco de la mañana tiene que hacer mella por algún lado.

Pero vamos, nada que no se arregle con una cabezadita a deshora.

27.9.08

Día de pesaje

Para comprobar que todo marcha adecuadamente una de las tareas que tenemos es pesar regularmente y en las mismas condiciones a Ulises.

Como la farmacia de la esquina suele ser una lata (siempre llena de jubilados que hacen las esperas eternas) hemos elegido una que, sin estar excesivamente lejos, nos lleva unos minutos de paseo. En circunstancias normales esto no sería un problema, pero la escasísima autonomía que tenemos antes de que Ulises empiece a entonar la Traviata (versión bebé, requiere subtítulos) hace que recorrer un par de manzanas sea una aventura.

Aunque salió de casa quejicoso el camino de ida lo hizo tranquilo, pero a la vuelta ya éramos el centro de atención de los peatones, y es que pulmones tiene el chavalín, no se puede negar (además hace gorgoritos).

El caso, que el pesaje fue un éxito, y si el sábado pasado la balanza marcó 4.270 gramos esta semana ha marcado 4.650, progresión que se me antoja poco sostenible, pues si se extrapola a un año nos daría un peso de más de veinte kilos, ¡todo un peso pesado!

26.9.08

Un día en la oficina

Como condición para poder alargar mi baja de paternidad unos días (a costa de las vacaciones, por supuesto) he tenido que ir unas horas a la oficina para resolver algunas cuestiones y asistir a un par de reuniones.

Tras las felicitaciones de todo el mundo me dispuse a iniciar mi trabajo e, instantáneamente, sentí un tremendo aburrimiento por estar allí. Han sido varios días en los que cada minuto se disfrutaba, de forma distinta a las vacaciones pues cuando uno viaja busca experiencias y cosas nuevas, ahora simplemente se saborea el paso del tiempo de forma calmada.

Emepzaron las reuniones y lso problemas habituales del trabajo, las dificultades de llegar a los números, los planes de la direccióon para conseguirlos... pero mi sonrisa nadie me la ha logrado borrar.

En las reuniones he participado poco, lo justo, principalmente porque veía que la gente movía los labios y emitían sonidos, pero me ha resultado totalmente irrelevante lo que contaban, sólo dejaba transcurrir esos minutos de la basura.

Cuando volví a casa rompí mi rutina habitual de ponerme ropa cómoda, asearme y arreglar las cosas de casa. En su lugar fui directo a lavarme las manos y a por Ulises... y con él en mis brazos volvimos a degustar juntos el transcurrir pausado de los minutos.

25.9.08

Prohibido mearse en el agua

Poco a poco le vamos pillando el truquillo al momento del baño (como tantas otras cosas) y tras una correcta climatización de la habitación y una buena temperatura del agua (definitivamente pasando del termómetro) el bebé entra en situación de buen humor... eso y que antes le damos un poco de comer (un aperitivo).

Poco a poco sumergimos a Ulises en su cubo, que resulta más cómodo para todos que la bañera, y a juzgar por su expresión muy a disgusto no parece estar.



De hecho hoy me daba hasta la impresión que reclinaba la cabeza hacia atrás como si del jacuzzi de un spa se tratara (las burbujitas las hacíamos con la esponja).

Un ratito de relax, un repaso por todas las zonas susceptibles de ensuciarse y para fuera. Sin embargo el procedimiento de secado aún no está muy depurado, quizás sea la toalla, quizás la sensación de frío. Ante tanto llanto, y una vez seco le cojo en brazos para calmarlo, momento en el que noto un calorcito húmedo a la altura de la cintura... desde luego ha aprendido de forma espontánea que no debe hacer sus necesidades cuando está en el agua (bien), ahora falta que capte la sutileza que el padre no es igual de absorbente que un pañal.

Eso sí, se queda la mar de a gusto a partir de entonces.

24.9.08

Visita a la pediatra

Esta mañana hemos acudido a la primera cita con la pediatra de la seguridad social, y lo cierto es que nos ha parecido bastante agradable.

Por supuesto el resultado es que Ulises está más sano que una manzana, aunque le ha apreciado que tiene el frenillo un poco corto, pero para lo que habla de momento no le influye mucho (también se dice que influye a la hora de mamar, pero podemos certificar que este chupa sin problemas).

Lo más interesante es la aventura de salir de casa, pues sabemos que la autonomía es muy reducida, apenas una hora hasta que empieza a pedir su ración. En esta ocasión se empezó a inquietar mientras estábamos en la sala de espera, y ya reclamó comida cuando la pediatra intentó oscultarle, cosa que tuvo su dificultad porque se puso a hacer una demostración de capacidad pulmonar, y el estetoscopio poco puede hacer en esa situación. Finalmente se tranquilizó (parece que a veces pide más por capricho que por hambre, así que se calma a los pocos minutos) y la oscultación transcurrió sin mayores incidentes.

Tenemos cita para dentro de mes y medio, para lo que la pediatra ha llamado "consulta del niño sano".

Entretanto iremos seleccionando un pediatra por el seguro privado, que siempre es mejor tener un par de opiniones, sobre todo porque los padres siempre son asustadizos y así se quedan más tranquilos con que el ombligo le cicatrice bien (esta pediatra nos ha dicho que si no huele no hay problema) o con el acné o granitos pequeños que le salen por el cuello (por lo visto es cosa de la humedad, así que habrá que secarle mejor tras el baño).

23.9.08

El baño en el cubo

El momento del baño se vende como un momento de relax para los papis y el bebé, pero cuando hay que tener cuidado con que no se le moje el ombligo se convierte en algo aparatoso.

Por fortuna el ombligo es temporal y anoche fue la primera vez que el baño fui integral. Para la primera ocasión usamos el cubo, convenientemente ubicado en la bañerita, que a la postre resultó muy práctica para recoger las salpicaduras.

Lo primero que nos dimos cuenta es que el termómetro para el agua tiene un criterio un tanto peculiar para marcar la temperatura óptima, pues el agua podía estar o bien fría o bien caliente, así que optamos por el método tradicional de meter la mano en el agua.

Poco a poco fuimos introduciendo al sujeto, y como no se quejaba se fue sumergiendo poco a poco hasta la altura del cuello. No se quejó, lo que es una buena señal, habida cuenta de que aún su expresión es binaria (malo o bueno, expresado respectivamente con llanto u ojos abiertos que investigan su entorno).

El resultado fue bueno, aunque la técnica hay que depurarla. Esperamos mejorar esta noche.

22.9.08

El hito del ombligo

Esta mañana, al ir a cambiarle el enésimo pañal, la venda alrededor del ombligo se le había desprendido, y con ella el último reducto de su dependencia uterina.

El ombligo que se ha quedado es majo, pero dentro aún está algo fresco y tendremos que consultar a la pediatra, a la que por cierto ya hemos pedido cita (el miércoles contaré qué tal).

Esa caída del ombligo va a sociada con una progresiva dependencia de la madre, aunque me da a mí que más que depender de la madre, de reconocerla por el olor, de establecer un vículo emocional y todas esas cantinelas edulcoradas que vienen en los libros, lo que el bebé quiere es el papeo (bebercio, en su caso).

21.9.08

Comer y dormir

Pasados ya unos pocos días en casa todos nos hemos adaptado a la nueva rutina y, de momento, las cosas son muchísimo más sencillas de como preveíamos.

Los primeros días el bebé estaba muy activo, comía poco, tenía unos ritmos de sueño extraños, pero ahora que la producción de leche se ha estabilizado sólo come (bebe, en su caso) y duerme, aunque mientras se despierta siempre tiene unos momentos para disfrutar de él. Si duerme mucho esos momentos son escasos (se despierta dando chupetones a todo lo que se le pone por delante), pero si duerme menos se puede interactuar con él un poquito.

En uno de esos momentos le he puesto en la gandulita, e incluso estuvi ahí un rato viéndome cocinar, aunque el hambre siempre llega en pocos minutos.

Eso y el hipo, que también lo activa y no le pone nervioso, lo que también nos da unos minutos.

20.9.08

Comunicación y aprendizaje

Si algo caracteriza a estos primeros días (por cierto que hoy es su primera "cumplesemana") es por estar todos absolutamente inmersos en una teriapia de comunicación y aprendizaje mutuo.

Cuando nos dejaron al bebé en la habitación del hospital la enfermera dijo: "aquí os traigo a vuestro bebé, aquí tenéis unos pañales y aquí unas esponjitas, hasta luego", y se fue... ¿ya está? estaba claro que este aprendizaje iba a estar basado en la autoformación, o más bien en el aprendizaje cooperativo.

El primer paso fue empezar a establecer canales de comunicación, y fue sencillo cuando comprendimos la fórmula llanto="quiero comida".

Claro, que una vez identificada la necesidad había que aprender a satifascerla. Hubo que probar en varias posturas, y el hambriento tampoco tenía muy claro qué debía hacer, pero cuando todas las partes están deseosas de aprender al final los conceptos se acaban pillando.

Hoy ya pide comida por señas con las manos, vamos, que se chupa las manos con desesperación (eso también son señas), así que vamos puliendo el vocabulario.

También los pañales supusieron un aprendizaje, aunque no sé si por cooperativo se puede interpretar "yo te suelto una plasta negra pegajosa y tú me la limpias", aunque he de reconocer que la petición era muy explícita, tanto por la vista como por el oído y por el olfato (cuando cambié el pañal también intervino el tacto, pero mejor no entrar en detalles).

Ahora que ya dominamos la alimentación y los pañales pasamos al siguiente estadio: el baño. De momento digamos que armado de una buena fregona no hay aprendizaje que se resista.

Sea como sea aún nos quedan infinidad de lecciones por aprender, pero todas se toman con ilusión y buen humor.

PD: Pasada una semana seguimos babeando.

19.9.08

Entrando en el club de los papis

Muchas cosas han sucedido estos días, tantas que ni tiempo para escribir un mensaje he tenido. Hay veces que esto del tiempo es una excusa, pero hasta ahora no he encontrado un hueco tras haber dejado dormidos al bebé y la madre y estar escribiendo casi a oscuras y en silencio para que descansen ambos, que comparten un extraño ritmo de sueño al que yo sólo me uno parcialmente (dormir a tramos de alrededor de dos horas).

Sin embargo esta actividad no es dura ni difícil, más bien al contrario. Aunque sea a las tantas de la mañana estamos encantados de levantarnos a atender a Ulises, la madre para alimentarlo y yo para cambiarle los pañales o calmarlo en general.

Las sensaciones y sentimientos que tenemos se resumen en una frase que dijo su madre cuando salimos de la maternidad: "¡cómo es posible que no se den cuenta de lo guapo que es!".

Preparamos las cosas para salir del hospital y yo fui a cargar el coche mientras la madre esperaba en una sala de espera, cuando la llamé para que viniera al coche apareció con lágrimas en los ojos por su asombro de que en esa sala de espera la gente no se quedara parada y atónita ante la belleza del bebé... si bien de camino al coche fueron varias las personas que se quedaron mirándole.

Poco a poco iré desgranando lo que vamos viviendo, así como poniendo las fotos que aún no he podido descargar de la cámara, hoy sólo quería reconocernos definitivamente como padres, reconocimiento que se adquiere por derecho propio cuando las conversaciones versan sobre el color y la cantidad de caquitas del bebé... que, por cierto, pasan de negras y abundantes a marrones y comedidas (sí, ya sé que estos escabrosos datos me los podía haber ahorrado, pero los que son papis entenderán lo que digo).

14.9.08

Bienvenido Ulises

Cuando la ginecóloga nos dijo que el parto no progresaba y que acabaría en cesárea nos decepcionamos un poco, teníamos la ilusión de ver a Ulises asomar la cabeza a este mundo, pero como lo primero que asomaba era la oreja eso no fue posible.

Pero lo que pareció una decepción fueron buenas noticias cuando lo sacaron con un peso de 4'350kg y 52cm, mucha tela hubiera sido que eso saliera por donde tocaba.

Como no lo pude ver la comadrona me dijo que intentara colarme en el nido, que a lo mejor me dejaban verlo, y tras un par de sonrisas me dejaron pasar...

Todo el rato estuvimos tranquilos, esperando cada paso y sin adelantar nada... pero esa cordura terminó cuando vi la urna en la que estaba... ¿esa "personita"? no sabría definirlo... ya me he dado cuenta que es un bebé, pero a mí no me lo pareció... es un persona autónoma, pero no lo sentí como tal... fue un sensación nueva, tremendamente potente, en cierta forma me pareció verme a mí mismo allí... quizás eso sea lo que se siente al ver a tu hijo, pero no lo puedo decir puesto que fue algo nuevo. Me quedé absorto mirándole y las emociones me inundaron. Tras unos segundos allí me debieron ver tal cara que en lugar de esperar las dos horas de rigor me dijeron que me lo llevaban a la habitación enseguida. Yo sin poder articular palabra fui a la habitación y nada más cruzar la puerta rompí a llorar como una magdalena, hacía siglos que no derramba una lágrima, pero me sentí absolutamente desbordado.

No vi el bebé más bonito del mundo, no vi una persona independiente, vi y sentí algo que sigo viendo y sintiendo, que aún no he digerido, pero que me bloquea la mente y hace volcar todos mis sentidos en que Ulises sea la criatura más feliz del universo.

¡Bienvenido Ulises!


12.9.08

Elegir un nombre

Ulises fue un legendario héroe Griego, rey de Ítaca, protegido por la diosa Atenea y caracterizado por su astucia. Si eso no fuera poco estuvo viajando nada menos que durante diez años... ¿cómo no se iba a llamar Ulises?

Cuando apareció ese nombre en la lista de posibles candidatos supe que siempre es el que hube deseado.

Inevitablemente para los de mi generación también se asocia con un dibujo animado, pero igualmente heróico, viajante (este ya por los confines del universo, ¡ahí es nada!) y digno modelo a seguir para cualquier generación.

Sin embargo tardó un tiempo en desvelarse el nombre. Hemos rescatado la lista de candidatos, dividida en dos grupos: los nombres comunes y los exóticos (obviaré comentar que preferíamos los exóticos).

Los comunes eran los siguientes (sin ningún orden concreto): Eduardo (quién lo conoce puede adivinar porqué), Elías (el profeta), David (un nombre digno de ser lucido y rememorado, aunque demasiado habitual para lo raritos que somos los futuros padres), César (el puto amo), Román (homenaje a un cantante ruso-moldavo que nos encanta, Roman Iagupov ), Félix (felicidad, qué mayor objetivo se puede pretender), Oscar (no, el de las salchichas no), Alejo y Raúl (estos últimos porque nos gustaban, sin más).

Pero los triunfadores estaban en esta otra lista: Neo ("Teméis el cambio. Yo no conozco el futuro. No he venido para deciros cómo acabará todo esto, vengo a deciros cómo va a comenzar."), Ivo (nombre de origen croata que cumplía con los requisitos de ser sonoro, fácil, corto e idéntico en varios idiomas), Akira (algún nombre japonés tenía que haber en la lista, aunque mira que si nos saliera motero), Anakin (Darth Vader iba a ser demasiado friki), Noah (por camuflar un poco lo de Neo).


¿A que mola Ulises? Pues eso.

11.9.08

Te informo que estamos embarazados

A mediados de enero de 2008, a las 6:00h como cualquier día laborable, sonó el despertador, lo apague y mi mujer se levantó, yo aún podía alargar el sueño un poco más.

Pasados unos minutos se acercó a la puerta de la habitación y dijo: "te informo que estamos embarazados"...

La tarde anterior nos pasamos por una farmacia y ella dudaba entre comprarse un paquete de tampax o un test de embarazo, optando finalmente por lo segundo. Ya en casa leímos el prospecto con más curiosidad que esperanza en que fuera a dar positivo.

El día siguiente me lo pasé con una sonrisa en la boca, sin saber muy bien qué iba a pasar.

Y es que unas horas antes me había quedado en la cama sin reaccionar, dormido pero con los ojos abiertos, esbozando esa sonrisa de sorpresa, repitiendo la frase en mi mente intentando comprender su significado real y el de cada una de sus palabras.

Tras nueve meses la digestión está hecha... pero sólo la de las palabras, pues el festín aún no ha comenzado.

PD: Y seguimos sin saber cuando va a comenzar.

10.9.08

Monitores

Hoy tocaba monitores, y según la doctora la cosa está cerca porque hay contracciones regulares... tres en media hora... lo de regular debe ser que ni son ni mu grandes ni mu chicas.

Lo más interesante ha sido enterarse que Adeslas sólo tiene cobertura para cuatro monitores si los solicitas por teléfono, aunque por lo visto aún nos queda cupo si los pedimos por fax... misterios de las aseguradoras (se fían más de un papel térmico mal impreso que de una voz humana).

Total, que Ulises hoy nos ha pintado unas cuantas rayas y ya se le ven dotes artísticas, ¡qué buena sinusoide! ¡es que como mi niño ninguno!.



PD: Ya he recogido la babilla.

9.9.08

Día -1 (ó -2, ó -3...)

Nada, ahí sigue en su envase (aunque por supuesto retornable)

Fuera de cuentas

Ya sólo queda esperar, esperar a algo que cambia radicalmente la vida, pero sin poder influir para acelerarlo o retrasarlo, sin tener señales de si es cuestión de minutos o de semanas, sólo con la certeza de que acontecerá, pero sin más que hacer que estar con los brazos cruzados y el móvil con el tono muy alto.

5.9.08

En cualquier momento

Tiene cojones la cosa, nueve meses esperando y me pongo nervioso a tres días de salir de cuentas... claro que peor hubiera sido estar nueve meses preguntando cada hora "¿ha llegado ya?".

Por cierto, ¿ha llegado ya?