31.1.09

Dándose la vuelta

Ayer fue la primera vez que Ulises se dio la vuelta el solo... o casi, pues como todas las cosas que va aprendiendo son progresivas, y no se puede fijar un día concreto en el que empieza a hacer tal o cual cosa, pero desde luego ya sabe pasar de estar boca arriba a estar boca abajo.

Desde hace unos días intentaba agarrar el paquete de kleenex que tiene en el cambiador. Este paquete está ubicado a su izquierda justo por encima de su cabeza, y al intentar alcanzarlo con las manos levantaba y giraba la cintura.

Para que fuera progresando le tendemos en el sofá y colocamos un juguete a su lado, pero un poco por encima de la cabeza, y en el intento de agarrarlo se va girando hasta conseguir darse la vuelta casi completamente. Sin embargo aún no domina la técnica de retirar el brazo que queda debajo, con lo que el giro no es completo y la mayoría de las veces vuelve a caer boca arriba en cuanto deja de hacer fuerza.

Sea como sea ha empezado la época en la que no podemos dejarle un instante solo ni tumbado, pues ya hay riesgo de que se desplace a algún sitio que no debería.

30.1.09

Necesito una ducha

Esta noche, para dormir a Ulises, le he recostado a mi lado en el sofá. Pongo mi brazo bajo su cabeza y me lo arrimo al pecho... pero al levantar el brazo he pensado: "necesito una ducha".

Es una de las cosas que tiene no parar hasta las nueve o diez de la noche, que uno no se da cuenta que se deja por el camino aspectos de lo más cotidiano, como afeitarse o ducharse (sin ir más lejos ahora la madre está en la ducha, aprovechando que Ulises ya duerme).

También es cierto que hoy he pasado mucho tiempo en la calle empujando el carrito, disfrutando de un espléndido día de sol y mar. Y luego, al llegar a casa, Ulises que quiere marcha, cuanto más movimiento mejor. En definitiva, que esperaré mi turno (ahora mismo estoy de guardia con el monitor de la cámara a mi vera).

29.1.09

Efectos de la fruta

El primer efecto de las papillas de frutas es que nos estamos hinchando de comer medias frutas, de hecho en casa apenas hay otra comida que no sea fruta.

Otro efecto, fruto de la inexperiencia, es que hemos tenido que tirar algunos baberos que se nos han llenado de moho. Basta con que se queden un día con los chorreones de papilla para que el cultivo empiece a florecer.

Pero los efectos más notorios vienen por donde amargan los pepinos. Ulises ya sólo mancha uno o dos pañales al día (mojar moja varios, pero manchar no más de dos), ahora bien, los convierte en pañales que deben ser tratados como residuos radioactivos. Hasta ahora dejábamos los pañales en un cubo y tirábamos la bolsa cuando se llenaba, pero ahora sólo con el contacto del aire todo se impregna de un aroma que permanece en el ambiente varias horas, con lo que estos pañales deben recibir un tratamiento especial (bolsita individual y al cubo de basura de los residuos orgánicos).

Ulises también ha aumentado espectacularmente el índice de flatulencias por unidad de tiempo, aunque de momento sin carga radioactiva.

Lo que de momento no hemos observado es que la fruta le sacie más que un biberón, de hecho la papilla se intercala como cualquier otra toma si se come bastante, pues lo normal es que en una hora esté pidiendo más comida dado que rara vez se toma más de la mitad de la papilla.

El recuento de la merienda ya contempla plátano, pera, manzana y naranja, y el bicho sigue creciendo a lo ancho y a lo alto.

28.1.09

Un día con Esperanza

Alguna vez tenía que suceder, y hoy no ha habido forma de cuadrar horarios, pues yo he tenido que asistir a unas excitantes y emocopnantísimas jornadas de ventas en mi empresa que empezaban a las diez y acababan a las seis de la tarde, así que no ha quedado más remedio que llegar a un acuerdo con la canguro, Esperanza, para que se quedara todo el día con Ulises.

Lo cierto es que Ulises se lo pasa genial con ella, siempre la recibe con uan sonrisa de oreja a oreja, la misma que cuando ella se despide haciéndole alguna gracieta.

Supongo que los padres somos un tanto adustos, así que alguien que le hace unas cuantas gracias y le dice un puñado de "ajos" también le estimulará.

Eso sí, cuando he llegado a casa por la tarde nos hemos puesto a Tequila y hemos empezado a dar botes por toda la casa, que seguro que eso no lo hace con Esperanza.

27.1.09

Tocar a Blancanieves

La fase investigadora por la que está pasando Ulises, hace que intente agarrar todo le que le resulta de interés. Incluso he logrado usarlo de grúa para recoger cosas del suelo, pues lo descuelgo para que tenga el objeto a su alcance y el lo agarra, con lo que me ahorro el malabar de agacharme cuando tengo a Ulises en brazos.

El caso es que estando yo con el ordenador se me aburría (es normal, el Outlook del trabajo es profundamente aburrido) así que le he puesto algún vídeo de Youtube. Y lo primero que se me ocurrió fue buscar a Blancanieves... y se quedó pasmado. Tras unos segundos Ulises empezó a estirar los brazos intentando agarrarla, pero lo más que llegaba era a tocar la pantalla, con lo que se iba frustrando. Luego aparecieron los enanos y de nuevo intentó abarcarlos insistentemente, hasta que su frustración hizo recomendable dejar de ponerle el vídeo.

Se ve que aún no es consciente de que no todo lo que se ve se puede tener, o incluso de que muchas cosas que deseamos no son reales por más que parezcan estar al alcance de nuestra mano.

26.1.09

La mejor siesta

A lo largo del día, y dentro de su rutina habitual, Ulises se duerme tres o cuatro siestas que oscilan entre los veinte minutos y una hora (alguna rara vez ha llegado a tres horas, pero no es lo habitual).

De todas ellas la mejor es la primera, pues se despierta entre las seis y las siete, aguantando casi hasta las nueve. Sin embargo hoy la siesta ha sido genial, pues se ha dormido a las ocho, lo que me ha permitido echarme un sueñecito de media hora que me ha sentado de fábula.

La siguiente siesta se la pega durante su paseo, o si no hay paseo a media mañana algún sueñecito cae. La siguiente viene tras la comida (a eso de las tres) y la última a veces se la salta y a veces se duerme entre las seis y las siete, aunque esta siesta es peligrosa pues se corre el riesgo que se quede dormido más tiempo y luego enganche con la noche, con lo que la mañana siguiente puede llegar a hacerse muy larga.

A ver si mañana se enrolla y volvemos a coincidir poco antes de las ocho en el sofá.

23.1.09

Pera y peso

Hoy hemos ido a la pediatra por el seguro privado, y aparte de constatar que Ulises sigue muy sano y grande me ha hecho las recomendaciones del "Duérmete niño" para que se duerma sin tanto llanto, aunque a este respecto los padres aún no han llegado a un consenso sobre como actuar.

Las medidas del día: 8.900 gr y 68'5 cm (según algunas fuentes son medidas casi de ocho meses).

Por la tarde la madre le dio la papilla con pera, pero no tuvo demasiado éxito pues la pera es complicada de machacar, así que mañana lo intentaremos pasándosela por la batidora.

Para complementar la papilla se enganchó a la teta y luego se ha pega una siesta de más de tres horas. ¡Miedo me da lo larga que puede ser la noche!... o la mañana.

22.1.09

Atendiendo a su nombre

Algunos de los avances que hace Ulises son objetivos, otros, por sutiles, dependen más de la percepción del observador, y este que voy a contar está en el segundo grupo.

Desde hace varios días creo que ya sabe reconocer su nombre, pero no dicho por todas las personas, sino cuando lo digo yo. Reconocer que las palabras son las mismas cuando las dicen dos personas supongo que requiere de un aprendizaje que aún está en proceso, pero saber que cuando digo una palabra concreta, que se le repite mucho, se refiere a algo seguro que lo aprende más rápido.

Su nombre es la palabra que más escucha a lo largo del día (esa y "papaaaaaa" cuando le hago que pase sus manos por mi cara) y ya la asocia a una llamada de atención. Si está distraído y pronuncio su nombre me suele mirar, y tengo la impresión que reconociendo que le estoy llamando.

21.1.09

Medio plátano

Hoy sí, la cosa ha sido un poco más consistente. He preparado la papilla con medio plátano y el zumo de media naranja, nos hemos vestido para la ocasión (yo con un jersey viejo y pantalón de chándal, y Ulises con el babero, una servilleta bien metida por el cuello y otra que le cubría las piernas) y Ulises ha empezado a comer sólido.

Bueno, supongo que requiere bastante aprendizaje eso de comer, ya de momento chupa la cuchara y casi todo se le va fuera, pero sabe que lo que hay en la cuchara le gusta y cuando la ve venir se abalanza sobre ella.

Lo que sí he aprendido es que sus manos estorban un poco (si la cuchara viene llena y él la pilla al vuelo... malo), así que le he puesto con su espalda apoyada en mi pecho, sujetándole las manos y sosteniéndole en una postura adecuada para la situación.

Al final algo habrá comido puesto que ha aguantado cuatro horas hasta el siguiente biberón, y la ropa casi ha salido indemne (sólo una mancha de zumo en su body).

20.1.09

Mal despertar y medio plátano

Desde hace un par de días me llama la atención que Ulises casi siempre se despierta llorando. Antes siempre se despertaba de buen humor, pero algo ha cambiado.
Luego, cuando se despereza, sonríe y todo vuelve a la normalidad, pero al despertar hay algo que no le gusta.

Hablando de cosas que no le gustan hoy me ha sorprendido ver como le asustaba la radio. Para desayunar o comer siempre pongo la radio, y hasta ahora no había prestado mayor atención. Pero hoy se ha puesto a berrear en cuanto la he encendido. He apagado la radio y se ha calmado, la volví a encender y vuelta al berreo... misterio misterioso.

Por cierto, que hoy ha tocado el plátano. Pensaba dedicarle un post en exclusiva, pero no hay mucho que contar. La supuesta papilla de medio plátano y el zumo de una naranja ha resultado ser una sopa con tropezones. La primera cucharada le ha sorprendido por lo ácido, pero luego ha ido reclamando más y más. No sabría decir cuánto ha comido (desde luego poco) pues en la media hora larga que nos hemos tirado la mayor parte del zumo se ha repartido equitativamente entre el babero, el jersey (el suyo y el mío), los pantalones (los suyos y los míos), el body, la mesa y el suelo. El caso es que entre toma y toma de leche ha aguantado siete horas, así que algo habrá aprovechado de la merienda.

19.1.09

Zumo de naranja

Hace dos días Ulises empezó a probar nuevos sabores, y como era de esperar no ha habido ningún problema.

Lo primero que probó fue un gajo de mandarina, que le fui exprimiendo en la boca mientras lo chupaba, y parece que le gustó.

Luego ya le dimos su primer biberón de zumo de naranja, y se tomó la mitad, aunque luego fue devolviendo parte. El segundo día se tomó algo más, pero también devolviendo parte, y hoy se ha bebido el zumo de una naranja enterito y se lo ha quedado todo para él.



Mañana plátano.

18.1.09

Premio por levantarse a las siete

Estos últimso días Ulises había decidido unilateralmente despertarse más temprano (cuando la primera cifra del despertador aún marca un cinco), así que anoche nos confabulamos para acostarle más tarde, ¡y funcionó! Hoy hasta bien entradas las siete no se ha despertado, con lo que hemos podido dormir un poco (los tontos de nosotros decidimos acostarnos tarde, así que estamos igual de fundidos que todos los días).

Tras la rutina de la mañana de domingo, y ya listo Ulises para salir a dar su paseo junto al mar, llegaron los abuelos de visita, con lo que el paseo fue en compañía.

Por cierto que los abuelos han lelgado como transportistas de los reyes magos, pues le han traído a Ulises el triciclo que recibió estas navidades pasadas. Desde luego los triciclos ya no son como los de antes, ahora tienen volante, claxon y múltiples extras.

Aunque es para niños un poco más mayores, este ya tiene tamaño como para conducir intentando evitar los controles de la guardia civil.



La tarde la ha pasado Ulises con la abuela (qué raro se me hace referirme así a mi madre), y cuando se han marchado hemos empezado la rutina nocturna... que debe concluir en que nos vayamos a dormir ya mismo, que hay que recuperar algo de sueño para aguantar el tirón.

17.1.09

Vacunas del cuarto mes

Ayer tocaba vacunación, en el primer día completo que pasamos Ulises y su padre juntos (ni canguro ni mamá).

En primer lugar hay que reconocer que la seguridad social ya no es lo que era, pues funciona como un reloj. Pedí la cita por teléfono hace unos días, me la pusieron a la hora y día que les dije, y una vez en el centro de salud sólo tuvimos que esperar cinco minutos (además el centro de salud está a cinco minutos de casa).

Los cinco minutos de espera no fueron muy largos, pues había sitio donde sentarse y poca gente, y al poco llamaron a Ulises por su nombre.

Una vez en la consulta de enfermería ya tenían la historia de Ulises y las vacunas ya estaban preparadas. Cuando le quité la ropa a Ulises exclamaron "¡vaya muslos!", hay espacio de sobra para pinchar. Por cada vacuna Ulises se quejó un poco, pero sin romper a llorar, y es que los virus seguro que se perdieron entre tanta carne.

En definitiva, que le hemos protegido frente a la difteria, tétanos, pertusis, meningococo C y los rotavirus de la gastroenteritis.

15.1.09

Pediatra del cuarto mes

Esta tarde ha tocado la consulta del niño sano (sanísimo) del cuarto mes. no se ha encontrado ningún problema, con un Ulises muy activo y muy fuerte (la pediatra apenas ha podido medirle, dado que estirarle las piernas tiene su mérito).

Las medidas son: 9.630 gramos, 67 centímetros y 43'7 centímetro de perímetro craneal. De nuevo se sale de las tablas de peso y está muy arriba en las de medidas.

El diagnóstico es que está perfecto, no hay síntomas de obesidad dado que es muy activo y, en general, muy grande.

Lo interesante es que ya hay que empezar a introducir alimentos distintos de la leche, con lo que se avecinan multitud de pequeños avances, dado que cada alimento se introduce cada dos o tres días.

Lo habitual es empezar con los cereales sin gluten, pero dado que está bastante bien alimentado la pediatra ha recomendado empezar con la fruta, dado que es menos calórica.

Así que mañana empezaremos. En primer lugar toca darle el zumo de una naranja. Ya contaré qué tal.

14.1.09

Hoy tocaba hablar de...

...muchas cosas... pero currando a estas horas llego fundido. Mañana será otro día, a ver si Ulises no toca diana a las cinco y así me queda un poquito de energía para escribir.

13.1.09

Cuando se juntan varias cosas

Cuando Ulises está incómodo es (casi siempre) por una de estas tres cosas: hambre, sueño o gases.

Para cada uno de los problemas tiene un síntoma... bueno, para dos de ellos. Cuando tiene sueño se frota los ojos (además de llorar), cuando tiene gases llora como un descosido (a veces a grito pelado), y cuando tiene hambre llora, sin poder identificar claramente que es por hambre si no es por la hora (pasadas tes horas desde la anterior comida es bastante probable que si llora sea por hambre).

El problema viene cuando se juntan varias cosas, pues a lo mejor se le intenta acunar para dormirle, pero como tiene gases, por más que se frote los ojos, no se duerme.

O peor aún, cuando tiene hambre y no ha pasado ni una hora desde que comió (a veces parece saciado a pesar de comer poco), y le entra sueño... entonces todos los esfuerzos se centran en dormirle, pero el llanto aumenta, y en ese aumento parece que se desespera y a lo mejor tiene gases, pero al intentar sacárselos sigue llorando a lágrima viva... y si no hay biberón preparado... mal asunto.

Así que desde hace unos días siempre tengo un biberón preparado, y si no se duerme ni tiene gases no hay más que enchufárselo (así está de rollizo).

12.1.09

Dormirse no es tan fácil

Aunque a veces nos pueda costar conciliar el sueño dormirnos suele ser fácil, uno se tumba, cierra los ojos y a caer en los brazos de Morfeo.

Sin embargo Ulises no se debe llevar muy bien con Morfeo, pues siempre que está cansado y necesita dormir se pone a llorar.

El problema viene cuando se ve claramente que tiene sueño (se le cierran los ojos y se los frota con las manos) y le tumbamos (en la cuna, cama o sofá, da igual), pues el llanto sube de volumen y corre riesgo de llegar a ser desconsolado.

Hay que cogerle en brazos y acunarle... y empezar a luchar con él para que se quede quieto, que ponga los brazos en una postura cómoda (y no dejarlos colgando), que apoye bien la cabeza... pero se revuelve, llora, suelta el chupete y vuelta a empezar.

Si la cosa se complica... ACDC, y en última instancia comida, pero siempre tras la batallita.

11.1.09

Buscando nuevos juegos

La evolución de Ulises es lenta, pero constante, haciéndose manifiesta en pequeños detalles que a veces es difícil percibir cuando se está todo el día con él.

Últimamente parece que le aburren los juegos de exploración con sus juguetes. Ulises quiere los peluches para comérselos, y si no son de su tamaño los desecha. Por el contrario le apetecen juegos más animados, que requieran actividad física.

Le gusta mucho estar boca abajo, aunque no puede moverse, pero el esfuerzo que le supone mantener la cabeza erguida parece que le entretiene. También le gusta que le zarandeen en el aire (como si volara) o que le hagan cosquillas, con ambas cosas se ríe bastante (bueno, depende de si tiene ganas de reirse, no siempre funciona).

Y aunque no sea un juego otro cambio de última hornada es que puede mantener la atención varios minutos, aunque siempre a algo que le apetezca y no necesariamente a lo que se le enseñe.

10.1.09

Tetina número 3

Una de las cosas que no se conoce antes de ser padres es que todo tiene tallas y números, principalmente relacionados con la edad del bebé, pero otros son más aleatorios.

Lo primero es la talla de la ropa, que en teoría sí que está relacionado con la edad (de tres a seis meses, de seis a nueve meses...), sin embargo cada fabricante se imagina el tamaño que le da la gana para una edad determinada. Así Ulises lleva cosas de tres a seis meses y no le valen otras de seis a nueve.

Otra talla que uno aprende rápido es la de los pañales. Esta sí que es intuitiva, pues empieza en uno, luego dos, tres... Ulises se saltó la uno y ya va por la cuatro.

Lo que se ha tenido que actualizar hace pocas semanas es la "talla" de las tetinas de los biberones. Empezó con la uno y le duró bastante tiempo la dos, sobre todo porque tuvimos dudas con la tres pues al tragar tiraba un montón de leche (de un chupetón sacaba más leche de la que podía tragar).

La cosa se complica con la silla del coche, pues hay grupo cero, grupo uno... pero por medio hay un "cero más" (0+). Al final uno se rige por el peso del bebé al que va destinada cada silla.

Por cierto, ya dejamos de ir a la farmacia ante la diferencia que había con el peso de la pediatra (casi un kilo) así que no sabemos en cuánto está. Desde luego se le ve sano, así que no hay porqué preocuparse. En cualquier caso esta semana toca pediatra y nos despejará las dudas.

9.1.09

Saboreando un momento

Ulises, son muchos los ratos agradables que disfrutamos a lo largo del día, sobre todo cuando sonríes o cuando balbuceas de forma calmada, pero hoy hemos degustado un momento exquisito, algo sencillo, simple y en silencio, pero muy reconfortante.

Estabas algo inquieto y te he cogido en brazos, y aprovechando el atardecer con cielo azul he abierto las cortinas de par en par y nos hemos quedado mirando la calle. Sonaba Evanescence como música de fondo, algo con ritmo como nos gusta a los dos, y así nos hemos quedado unos veinte minutos... sin hablar, con nuestras caras apoyadas y mirando como el sol iluminaba los edificios.

Poco a poco te fuiste durmiendo y me senté en el sillón mientras cerrabas los ojos.

8.1.09

Después de 16 semanas

El nuevo plan sigue como pintaba, se ha esfumado por arte de magia la hora escasa de ocio que había antes de que pasaran estas 16 semanas, y el día sigue siendo agotador.

Pero lo mío es una cuestión meramente física, pues la madre se ha llevado la peor parte, pues tras 16 semanas de estar cuidando de Ulises tocó reincorporarse al trabajo.

La despedida fue algo dura, alguna lagrimilla se escapó, aunque luego la incorporación no ha sido tan dura como la pintaban. A fin de cuentas ya llevamos unos años trabajando más por necesidad que por gusto, con lo que el callo no se deshace en unos pocos meses.

Tras el segundo día en la nueva situación las cosas se estabilizan, sólo habrá un cambio de roles, pero Ulises sigue contento o no independientemente de los problemas laborales, físicos o emocionales de los padres. A él que le den su comida, que le entretengan después de comer y que le pongan ACDC para dormir.

7.1.09

Que cansado es teletrabajar

Responder mails con una mano mientras sujeto a Ulises llorando por la otra ha resultado ser algo cansado...

¡Esto del teletrabajo es agotador! Las siestas de Ulises apenas han durado diez minutos, lo justo para un "pipi break", calentar la comida al microondas o cosas similares... y el ordenador todo el día encendido con los informes del trabajo.

Esta mañana ha venido la canguro y Ulises ha estado muy sonriente con ella, he ido a la oficina y, hasta ahí, todo bien. Al volver a casa estaban de paseo, así que he trabajado una hora la mar de a gusto.

Pero llegaron del paseo y Ulises se quedó conmigo... reventado me voy a la cama, una hora más tarde de lo habitual.

Eso sí, he respondido todos los mails del trabajo, que se note.

6.1.09

La víspera del cambio

Antes de tener un bebé todo el mundo te dice que te cambia la vida radicalmente, sin embargo yo consideraba que tampoco es para tanto. Cierto que los momentos de ocio se reducen, y que hay que ajustarse a unas horas, pero optimizando el tiempo hay un hueco para casi todo (básicamente quitándose de ver tele sale mucho tiempo).

El truco estaba en que yo seguía trabajando y haciendo alguna actividad deportiva por las tardes, con lo que la mayor parte del tiempo mi actividad seguía igual. Sin embargo había otra parte, y es que la madre sí que había cambiado su vida pues pasaba todo el día con el bebé.

Mañana todo cambiará. Hay momentos en la vida que se anuncian como puntos de inflexión, y mañana será uno de ellos pues la madre se incorporará al trabajo y yo tendré que adaptarme al teletrabajo con biberones.

Esta situación durará unos meses (salvo que la madre mande a la porra a su jefe en pocos días), pero ya no hay vuelta atrás, pues pasado ese tiempo habrá que pasar a cuadrar el horario con el de una guardería. Pero paso a paso, mañana a las seis tocan diana, a la madre para ir al trabajo, a mí para cuidar del peque.

5.1.09

Pequeños cambios

Poco a poco nos vamos preparando para la nueva situación, que llegará el miércoles con la incorporación de la mamá al trabajo. Mientras hemos sacado del despacho el cambiador y la bañera, quedándose así todo en la habitación de Ulises y dejando el despacho para que papá trabaje.

Hoy ha venido otra vez Esperanza, la canguro que se quedará con Ulises unas quince horas por semana. Por cierto que hoy ha conocido el "do" de pecho del bicho cuando se ha despertado con gases, momento en que se pone absolutamente histérico y llora desconsoladamente.

A todo esto también notamos pequeños cambios cualitativos en Ulises, pues mantiene más la atención, empieza a responder a su nombre (esto aún no lo puedo afirmar con toda seguridad, pero algo le suena), manifiesta preferencia por los juguetes o la música, y hoy incluso ha estado viendo la tele casi diez minutos, claro que lo que estábamos viendo era "Across the Universe" y sonaba música de los Beatles.

4.1.09

La silla del coche

Tras el viaje de estas navidades, en elq ue tuvimos que llevar el huevo para poder movernos en un coche de alquiler, ha llegado la hora de jubilarlo. Ulises apenas cabía, así que tras documentarnos nos hemos decidido por la silla para el coche "Bebe Confort Axiss", pues en el informe de la DGT dice que es la única sin Isofix que ha obtenido la calificación de "muy satisfactoria" (el coche no tiene anclajes isofix).

La instalación no fue muy complicada, y aunque teníamos algunas dudas sobre si iba a ser un poco grande para Ulises (está recomendada a partir de 9 kg) el bicho va divinamente en la silla.

Ya la hemos probado estos días cuando fuimos a casa de los abuelos, y fue sentarle en la silla y dormirse, así que genial.

Lo cierto es que estos cacharros tienen un montón de opciones para inclinarlos más o menos, o para subir o bajar el respaldo, adaptándose al tamaño del bebé, así que esperemos que le dure bastantes meses.


Actualización: Este post casi repite otro que escribí hace unos días, y es que con el descojone de estos días estamos un tanto descentrados.

3.1.09

Cuna centenaria

Uno de los acontecimientos de estos días pasados fue el reestreno de uno de los "cachivaches" más ilustres que Ulises podrá utilizar: "La Cuna".

Como casi todo lo que hay por el pueblo hay que mencionarlo con mayúsculas, pues esta "La Cuna" ha sido utilizada por, al menos, cuatro generaciones de la familia, y difícil sería adivinar cuántos bebés han pasado por ella en sus casi cien años de existencia.

Ahora, con un restaurado magnífico, Ulises ha inaugurado esta nueva generación comprobando que sigue estando totalmente operativa a pesar d elos años.

2.1.09

Empezamos 2009

Ulises y su padre recibimos el nuevo año tal y como corresponde a nuestras edades (la suya de bebé, la mía de padre reciente): durmiendo. La diana de las seis de la mañana es mucha traya para esperar a tomar las uvas, pero aún así no fue un mal comienzo.

Han sido unos días algo movidos, entre el viaje para concoer al bisabuelo, y ahora un par de días con los abuelos ya hoy nos hemos podido relajar en casa. Todo vuelve a su orden normal, aunque los tres estemos resfriados y el "sacamocos" esté haciendo horas extra.

Pero Ulises, con o sin mocos, sigue luciendo la misma buena cara que el año pasado.