22.12.09

Vacaciones

Tenemos la casa que no hay por donde cojerla, todo por enmedio preparando el equipaje para que Ulises vuelva al sitio donde dio sus primeros pasos, y aunque el clima no permitirá que pase mucho tiempo en la calle seguro que el calor humano le estimula igualmente.

El trayecto será largo, así que vamos bien equipados con música, películas y mucha paciencia, y es que aunque sean pocos días seguro que merecerá la pena.

21.12.09

Creando miedos

Una de las cosas que vamos adquiriendo mientras crecemos son los miedos. Supongo que habrá una propensión de nacimiento, pero parece que el miedo psicológico es adquirido, pero ¿de dónde?

Desde hace unas semanas Ulises ha empezado a manifestar cierto miedo ante algunas situaciones sin motivo aparente.

Lo que más le ha asustado es la aspiradora. La primera vez que la vio se acercó a ella con la curiosidad habitual, pero en cuanto la puse en marcha y escuchó el ruido salió despavorido a los brazos de mamá, y allí permaneció acurrucado hasta que la apagué. Tuvo una reacción similar un día que le quité la tapa al ordenador y al encenderlo escuchó todos los ventiladores en marcha. Se ve que ese ruido de aire a presión no le gusta mucho.

Pero más extraño es el miedo a la oscuridad, pues nunca lo había manifestado hasta hace poco. De hecho en ocasiones jugamos a que él cierra la puerta para luego abrirla, pero de repente se notó incómodo al quedarse a oscuras. Por fortuna no le entra el pánico como con la aspiradora, y no tiene problemas en dormir a oscuras.

Este miedo a la oscuridad tiene sus ventajas, pues si quiero que salga de una habitación no tengo más que apagar la luz, cuando antes la única forma de sacarle era cogiéndole en brazos.

Supongo que es natural que desarrolle estos miedos, aunque de alguna forma me gustaría poder influir en que no los hiciera crecer.

18.12.09

Bacterias controladas

Al final no ha sido un día, han sido dos. Los antibióticos han hecho efecto y Ulises ya está corriendo por los pasillos y volcando con estruendo la bolsa de piezas de Lego.

El único problema que queda es poder respirar bien con la nariz taponada, lo que hace que las noches sigan teniendo multitud de interrupciones. Eso y ser capaz de inmovilizar a Ulises para que aspire el Ventolín, aunque como dice nuestra asesora médica particular "si llora lo aspira mejor". Pues sí, llora, y vaya cómo llora por su libertad de movimientos.

Por cierto, está fuerte el bicho... eso o yo necesito unas clases de judo para aprender a hacer inmovilizaciones.

17.12.09

En tratamiento

Esta vez no ha sido cosa de un día, la bronquitis parece que lleva su tiempo y su tratamiento: amixicilina para las bacterias, apiretal para la fiebre y un inhalador (aplicado con un costoso "aerochamber") para salir del paso.

Como complemento le damos suero, pues los mocos van para dentro (intentar sacárselos es una odisea), y eso acaba provocando vómitos.

Esta tarde nueva visita a la pediatra, a ver si la cosa evoluciona bien.

16.12.09

Bronquitis

En esta ocasión no ha sido un catarro fugaz, el diagnóstico es de bronquitis.

Ayer Ulises pasó el día dormitando, por la tarde estuvimos viendo videoclips durante horas (desde Dartacán hasta Kiss, un variadito), luego un baño entre llantos y fiebre (hasta 38), cena a duras penas y un duermevela por la noche en la que se alternaba la fiebre con una sudoración desmesurada. Para evitar que Ulises se enfríe hemos dormido los tres en la cama, y en ocasiones era como meter una estufa entre las sábanas.

Esta mañana sigue débil y lloroso, en espera de que le prescriban tratamiento médico.

Ponerse enfermo es algo normal, pero tras ver la energía que derrocha el bicho da penita ver cómo quiere intentar levantarse para jugar y a los pocos segundos vuelve para apoyar su cabeza en el sofá. Esperemos que se pase pronto.

14.12.09

Fiebre fugaz

En las últimas semanas los resfriados son constantes, tanto en Ulises como en papá y mamá. Sin embargo ninguno tiene mayores consecuencias que una nariz taponada o unos mocos más o menos fluidos.

Ya nos habíamos acostumbrado a esta tónica, con continuos altibajos y apariencia de distintos virus según el día, cuando hoy han llamado de la guardería porque Ulises tenía treinta y ocho y medio de fiebre y muchos mocos. Por fortuna ya había comido y ha pasado la tarde flojito, con problemas para respirar.

Pero el sistema inmunológico de este bicho funciona a toda máquina, y a las seis de la tarde, tras una siestecilla corta y una dosis de Apiretal, ya estaba otra vez en danza, sin fiebre y con ganas de marcha.

El único síntoma es que apenas ha cenado la papilla de cereales (el biberón se lo ha zampado como habitualmente), pero por ahora todo transcurre con normalidad.

* Actualización matutina: La noche no ha sido del todo mala, pero la fiebre va y viene y la nariz está bastante cargada. No hemos conseguido cita para el médico hoy, así que si todo sigue igual haremos una excursión a urgencias esta tarde.

13.12.09

Los juguetes que le gustarían

Siguiendo con la evolución de los juguetes, y de los juegos en general, hay algunos que a buen seguro le gustaría tener.

En el plano de las cosas sencillas le empeiza a atraer Mickey Mouse, seguramente influenciado por algo que le enseñan en la guardería.

En el plan de las cosas más complejas esguro que le encantaría tener en casa un columpio y un tobogán, aunque me temo que no encontraríamos el hueco para ubicarlos.

También le gustaría una casita con ventana a la que asomarse, pues a veces se sienta bajo su trona y se asoma por un lado mientras nos llama la atención en su jerga.

Así que, empezando por lo simple, habrá que sucumbir al clásico de Disney.

12.12.09

El gusto por los juguetes

Hace tiempo ya comenté que todos los juguetes para bebés son un timo, pues a ciertas edades los bebés no hacen caso a nada específico, quizás a formas, colores, pero sobre todo a objetos de uso cotidiano.

Sin embargo a partir de los diez meses la cosa fue cambiando, Ulises empezó a interactuar con los juguetes, sobre todo con los que tenían botones o hacían ruido.

Entre otras cosas, Ulises ya le ha empezado a encontrar la gracia a las construcciones, intentando encajar las piezas del Lego y no mostrando tanto interés por deshacer las construcciones.

Lo más peculiar de esta evolución es que no ha sido hasta los catorce meses cuando los peluches le han empezado a llamar la atención. Antes daba lo mismo que se le mostrara un peluche que un trapo de cocina, pero ahora ya establece interacciones e incluso vículos emocionales, como el que de repente estableció con un osito que hace tiempo le regaló el abuelo.

11.12.09

Comer poco y dormir mucho

Poco a poco Ulises va durmiendo más horas, o quizás duerme las mismas pero lo hace de manera desordenada.

Tras la comida duerme una hora y media, pero es o a duras penas le permite llegar fresco hasta la hora de la cena. Aunque se intente que se eche una cabezadita a media tarde es raro que lo haga, con lo que inevitablemente acaba el día con su cabeza apoyada en la mano esperando que le dejemos dormirse.

La comida la hace bien, la merienda también, pero a la cena hay que echarle arte. Últimamente cena en brazos mientras dormita con el chupete puesto (alternativamente se mete el chupe y la cuchara con cereales), pero con el cansancio a veces lo hace entre llantos, con lo que pasamos directamente al biberón. Por ello la rutina de la cena se ve interrumpida por el baño, pues cenar tras el baño relajante es tarea imposible (al menos mientras dura el baño se activa).

Ya por la noche duerme diez u once horas interrumpidas por un par de biberones.

El resultado es que los biberones son la base de la alimentación nocturna, y que dormir una noche del tirón sigue siendo algo utópico.

9.12.09

Efecto perverso

Realmente es gracioso ver como Ulises levanta su dedo índice y lo mueve de lado a lado al grito de "¡no!", pero llego a la conclusión que no deja de ser un efecto perverso de un vano intento de ir regulando su comportamiento.

En esto de ser padres también se va aprendiendo, y por más que uno se haya documentado o que tenga una idea general de cómo quiere llevar la educación de un niño es inevitable cometer errores. En esta ocasión se ha puesto de manifiesto que las repetidas negativas ante un mismo acto no producen el efecto de evitar la repetición de dicho acto, sino simplemente un aprendizaje de la forma de la negación.

En este punto desconozco qué fórmula puede ser la correcta para moldear un determinado comportamiento, pero desde luego tiene que ser más pausada y de tono menos elevado que la negativa que, de una forma u otra, intentaba reprender con el efecto que causa el golpe sonoro.

Quizás una insistencia en silencio, o con explicación suave per firme, al aplicar un castigo simbólico. Con Ulises la mayor parte de las ocasiones es suficiente con sentarle en el suelo lejos de su objetivo, pues él mismo se brinda una rabieta. Sin embargo en otras ocasiones el castigo es totalmente inocuo, con lo que sólo queda ser más insistente en corregirle la actuación que él en realizarla.

Desde luego ahora hay que compensar, intentando que escuche muchos "sí" y, de esta forma, ya pueda desarrollar un sistema binario de comunicación, que ya será un avance pues por ahora usa una lógica difusa que aún no alcanzo a comprender.

7.12.09

Películas en cuatro trozos

Últimamente Ulises tiene un horario estable en su rutina nocturna, lo que nos permite a los papás planificarnos para ver alguna película. Sin embargo los días son largos y agotadores, y a duras penas llegamos a las diez de la noche despiertos.

Escribo este post a las once... ¡tras haberme despertado hace un rato! En el tercer intento de ver una película volví a caer dormido, y me sigue quedando pendiente ver el final para algún momento de lucidez.

Mamá sí que logró ver la película, pero ahora ya duerme en el sofá esperando a que le anime a que nos vayamos a la cama justo en el momento en que pulse el botón de publicar el mensaje.

Así que descartaré durante algún tiempo ver una película del tirón, terminaré este mensaje y esperaré que Ulises no tenga la nariz muy taponada esta noche para que así todos podamos dormir unas cuantas horas sin interrupciones.

6.12.09

Nonono

Intentando dotar de algo de disciplina al comportamiento de Ulises cuando no debe tocar algo le decimos "¡no!", y como le resbala bastante la advertencia acabamos diciendo "no, no, no".

Todos los incidicios apuntan a que Ulises o bien no asocia el "no" con una reprimenda o bien le da igual, sin embargo hoy hemos tenido la respuesta comprendiendo que Ulises entendía "no, no, no" como un objeto y no como una acción.

Para Ulises varios objetos se llaman "nononó", lo que dice cuando se acerca a ellos. De esta forma ha supuesto que nuestras negativas cumplían la misma función que cuando le enseñamos algún objeto y le decimos su nombre.

Por ahora el "¡no!" simple parace no haberse asociado a ningún objeto, así que esperaremos que en lo entienda como una negativa antes de usarlo como nombre de alguna otra cosa que es mejor no tocar.

5.12.09

Pasos de baile

Cada vez con más frecuencia Ulises nos ilustra con nuevos gestos en su repertorio, probablemente adquiridos en la guardería.

Hace ya varias semanas emepzó a a hacer zapateos, a veces con música a veces sin ella. Luego la mezcla entre jota y sevillanas, su baile agachado... hasta que hoy al sonido de la música ha empezado a mover los brazos alternativamente arriba y abajo.

Desde luego está claro que la música le estimula la expresión corporal, en eso no ha salido a nosotros que somos unos sosos.

2.12.09

El portero automático

Sigo preguntándome a quién estará imitando Ulises o dónde ha visto cómo se maneja el portero automático.

Estábamos entrando en el portal de casa cuando Ulises ha empezado a hablar alto (Casi gritar) al portero automático. Al intentar forzarle a entrar se ha puesto a llorar, así que le he vuelto a sacar y con la mirada dirigida al portero automático ha mantenido una conversación en voz alta con toda la entonación propia de la típica conversación de "¿Quién es? Soy yo".

Así ha permanecido un rato, exactamente hasta que el cansancio ya ha hecho que papá y mamá decidieran que era momento de hacer uso de la puerta, que llevaba abierta un buen rato.

1.12.09

Aprendiendo a beber

En los más de catorce meses de vida de Ulises la habilidad para ingerir líquidos ha sido una de las fundamentales (perogrullada, para Ulises y para cualquiera), pero el recipiente de los mismo ha ido variando.



El primer recipiente no está en la foto, resultaba complejo ponerlo en fila con el resto.

El segundo aún está en uso, y lo estará hasta que el biberón pueda convertirse en una taza, por lo que deduzco que le queda larga vida al biberón.

Para empezar a tomar agua entró en acción el vaso con tetina grande, similar al biberón, a fin de cuentas, aunque con asa.

Actualmente el más utilizado es una evolución del anterior, con una tetina nada anatómica y un diseño muy manejable para que Ulises lo manipule a sus anchas.

Y el último recipiente, por el momento, es el vaso de chupito. Alguna vez intentamos darle de beber en vaso, peor el torrente de líquido era demasiado grande, así que optamos por ofrecerle un vaso de su tamaño: el chupito. Ideal para tomar zumo recién exprimido con pulpa... eso ahora, si dentro de unos años él quiere usarlo para bebidas más contundentes ya será cosa suya.