Con los años que ya llevo en esta empresa he visto muchas caras que van y vienen, produciéndose situaciones curiosas cuando se contrata a alguien nuevo, sobre todo cuando esa persona se caracteriza por su brevedad.
Uno que ve el hecho de comprometerse con algo (aunque sea una empresa) como una cosa seria, aún se sorprende de ver que hay gente que para matar el aburrimiento se dedica a hacer una selección de personal y firmar un contrato, para que luego le dure lo que un caramelo a la puerta de un colegio.
Recuerdo a una chica que a la semana de estar por aquí se marchó por depresión. Ciertamente ya traería puesto algún que otro problema, pero al menos aguantó una semana y se entiende que no lo hacía por afición, pero entra en el ranking.
Algo menos de una semana duró un muchacho que entró para hacer unas prácticas. El tipo no parecía malo en la entrevista, pero al día siguiente de entrar vino con su padre que nos dijo que su hijo no iba a trabajar gratis. Y efectivamente no lo hizo, pues le invitamos a que su hijo buscara mejores oportunidades.
Entre los fugaces más destacados está otra chica que vino un día como "experta en jaderklander" (como diría Fuckowski). Se le asignó un proyecto y un compañero estuvo todo el día con ella explicándole en qué consistía el tema. A la mañana siguiente llamó diciendo que le había salido otro trabajo mejor pagado.
Sin embargo hoy he tenido el compañero más fugaz de toda la historia. El hombre (ya talludito, pues tiene 34 años) ha tenido que dejar Madrid por motivos familiares y se ha vuelto a su población natal. En su búsqueda de empleo aceptó la oferta de esta empresa a pesar de los 100Km de distancia de su domicilio.
Entrevista, acuerdo económico, contrato firmado... perfecto, el lunes empiezas. Y llegado el lunes se presenta el colega y dice "hay mucho tráfico y tardo mucho desde mi casa", dejando el record de estancia en la empresa en unos escasos cinco minutos.
Y pregunto yo ¿incrementará su marca las estadísticas de temporalidad en el empleo?
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1 comentario:
Me permito dos anécdotas, cuando trabajé en el mercado del pescado designábamos los muelles por la procedencia de la maercancía, así estaban Coruña, Vigo, Huelva,...
A un joven que comenzó a trabajar con nosotros (a las cuatro de la mañana) le dijeron "vete a Vigo" y desapareció. Como aún no hemos recibido postal desde Galicia, suponemos que se despidió.
Trabajando en una tienda apareció, a las nueve y media de la mañana un dependiente nuevo. Era temporada baja, así que no había apenas clientes. A las diez pidió la cuenta, "no soportaba la presión" (??).
Igual son los mismos...
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