Hay veces en las que una afición por algo puede chocar con el carácter opuesto de un padre, y eso es lo que le pasa a Ulises con su afición por el papel.
Cualquier cosa de papel al alcance de Ulises cae en sus garras que se prestan a despedazarlo como paso previo a ser deglutido.
Una simple hoja, un periódico, una revista, un libro... Ulises no discrimina por tamaño, color o material, papel que está a su alcance papel que muere.
Especial predilección tiene por las cajas de kleenex, que va extrayendo uno a uno (o en grupos si no se separan al salir) para desparramarlos por el suelo mientras mastica el primer pañuelo del lote.
Y de forma irracional me pone de los nervios, aunque intento no reprenderle sino sustituirle aquellas hojas que deban ser conservadas por folletos o papeles viejos.
Eso sí, con el desparrame de Kleenex me supera.
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2 comentarios:
Falta la foto :-)
Quita, quita, que me da mucho coraje
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