Hay días que casi suponen una travesía en el desierto, pero hoy ha sido intenso, quizás demasiado, mejor que se dosificaran.
Primero reuniones múltiples, que cumplen la función de bajarte los humos cual suerte de varas. Luego convocar un Asamblea de Trabajadores a sabiendas que van a ir cuatro ganos (estamos vendíos), posteriormente a bregar con la desagradable situación del despido de un compañero. Y de postre recibo la notificación de que me trasladan (unos 300 metros, para ser exactos).
Lo peor que la dieta a base de palmeras y croissants de máquina no se me antoja muy saludable.
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