Ni rastro de anginas, ni de fiebre. Ulises durmió lo habitual tras venir del médico y a la mañana siguiente ya estaba dando botes, sin fiebre y sin rastro de que el día anterior había estado un tanto apocado.
Sí que se le nota al respirar, o al toser esporádicamente, que algo raro sigue habiendo ahí dentro, pero como no tiene ningún otro síntoma pues seguimos la rutina habitual, aunque sin que ayer fuera a la guardería.
Por cierto, que vaya un chollo la guardería, este mes no ha ido ni la mitad de los días, cumpliendo el tópico de que en cuando los niños van a la guardería empiezan a ponerse enfermos.
Lo único extraño que se le nota a Ulises es que a ratos se queda un tnato parado como si le pudiera el cansancio, pero enseguida se recupera. Se ve que de vez en cuando tiene que dar una somanta palos a esos virus que aún deben viajar con él.
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