Intentando dotar de algo de disciplina al comportamiento de Ulises cuando no debe tocar algo le decimos "¡no!", y como le resbala bastante la advertencia acabamos diciendo "no, no, no".
Todos los incidicios apuntan a que Ulises o bien no asocia el "no" con una reprimenda o bien le da igual, sin embargo hoy hemos tenido la respuesta comprendiendo que Ulises entendía "no, no, no" como un objeto y no como una acción.
Para Ulises varios objetos se llaman "nononó", lo que dice cuando se acerca a ellos. De esta forma ha supuesto que nuestras negativas cumplían la misma función que cuando le enseñamos algún objeto y le decimos su nombre.
Por ahora el "¡no!" simple parace no haberse asociado a ningún objeto, así que esperaremos que en lo entienda como una negativa antes de usarlo como nombre de alguna otra cosa que es mejor no tocar.
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