Llego a casa y Ulises me empieza a contar su día. Intercalo alguna palabra y sigue contando, pues cuando la única función que usa es la enunciativa es suficiente con un pequeño feed-back.
Sin embargo ayer por la tarde Ulises estaba pidiendo algo, y ante la falta de respuesta insistía en ello hasta la desesperación. Por desgracia el nivel de comprensión de papá y mamá no está al nivel del vocabulario de Ulises, con lo que pasó el día sin que supiéramos que quería Ulises.
Pero vamos aprendiendo a decir palabras como nata (galletas), tana (pan) o bata (boca).
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