Estoy muerto de sueño, necesito más horas al día y por eso se las quito a la noche.
En los últimos años alguna vez he dormido ocho horas, lo más normal es algo más de siete, pero desde que quiero dedicar más tiempo a mi ocio apenas supero las seis, y eso si no tengo nada especial que hacer, en cuyo caso voy rozando las cinco. El peligro acecha cuando en breve empiece la jornada intensiva, ¿llegaré a cuatro?
A pesar de todo no me quiero negar el tiempo de hacer lo que me gusta, aunque corro el riesgo de que el tiempo de ocio genere más estrés que el trabajo (de hecho el trabajo no me estresa, sólo me pone de mala leche... bueno, ya ni eso).
En cualquier caso hay una cosa buena en esta época, y es que se roban menos horas a la noche... más que nada porque los días son más largos.
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1 comentario:
Por lo menos, eso bueno tienen estos días.
Un saludo.
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