Quizás el resfriado sea debido a ello, quizás no, pero el caso es que ayer por la mañana la encía rompió y asoma el borde superior del primer diente.
El afortunado es el incisivo inferior central derecho, según la perspectiva de Ulises, y es bastante difícil de ver, pues el bicho es muy reacio a abrir la boca y dejarse ver la encía. Él prefiere babear a litros y condimentarlo esporádicamente con mocos.
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