6.8.09

El charco de babas

Desde hace un par de días Ulises está ligeramente resfraido, o al menos eso aparenta por tener alguna dificultad para respirar por los mocos, alguna décima de fiebre esporádica, desgana al comer y unas noches de perros (coincidimos en que no poder respirar resulta de lo más molesto).

Sin embargo hoy hemos recordado el tópico de que los bebés babean mucho cuando le salen los dientes, pues aunque los seis dientes actuales no provocaron ningún babeo significativo, hoy Ulises ha ido dejando auténticos charcos de babas allá por donde pasaba.

Tal es así que durante el par de horas de paseo vespertino ha empapapdo completamente su camiseta, pues parecía como si se hubiera volcado una botella de agua. Pero no era agua, tampoco sudor (la parte trasera estaba totalmente seca), sino un exagerado babeo que parece compensar todo el que no ha producido durante los mese anteriores.

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