31.12.04

Somos iguales, pero... (III)

Y siguiendo con las curiosidades, algunas consecuencias de los pisos de tamanyo reducido (los que proporcionaba la URSS):

La banyera esta al ladito del lavabo, pues comparten grifo. Un grifo largo del estilo del de las cocinas que se puede girar hacia el lavabo o hacia la banyera segun la utilidad.

Un piso con dos cuartos de banyo significa que por un lado esta la banyera y el lavabo (inseparables por lo comentado anteriormente) y por otro el retrete.

Los pisos tienen parquet cubierto de alfombras (nada de tarima, parquet del de verdad) o moqueta, y la costumbre es descalzarse al entrar en casa.

Una vez descalzo no es de mala costumbre poner los pies encima del sofa o de la silla (siempre que sea la tuya, claro esta).


Las reformas de fontaneria no se cortan un pelo y dejan las tuberias a la vista. el efecto estetico no es que sea la repera, pero si alguna tuberia se rompe no hay que hacer obra.


Y sera que uno vive en la costa y no esta acostumbrado al frio, pero no tengo narices de lavarme con agua fria (hablo de las manos, la ducha ni pensarlo) pues esta helada. tal es asi que he visto condensacion en las cisternas del vater.


Bueno, esto se acaba, despedire el 2004 una hora antes que en la peninsula y me pondre a hacer las maletas pues todo lo bueno se acaba.

Somos iguales, pero... (II)

Y ahora unas cuantas curiosidades, detalles que hacen mas divertida la experiencia de salir por ahi:

Cuando se invita a gente a casa para comer se llena la mesa de comida, muchos platos del os que te vas sirviendo lo que te apetezca, no hay primero ni segundo. El objetivo es que apenas se pueda ver el mantel y usar la comida como una excusa para charlar distendidamente durante varias horas.

Y es que el concepto de pasarlo bien no consiste en irse a un bar donde la musica esta a toda pastilla, el calor es insoportable y el humo lo impregna todo. Lo que se estila es quedar en un bar o restaurante en el que, aunque haya musica, se pueda charlar. Y eso es todo, charlar sin necesidad de emborracharse (eso es opcional) ni dejarse la garganta ni morir de agotamiento por tener que estar de pie.

Por cierto que para los mas alcoholicos aqui esta la opcion de beber vodka con cerveza (hay autenticas esponjas de vodka por aqui), pero no mezclado sino que tras el lingotazo de vodka se da un trago de cerveza para apagar un poco el fuego. Yo me quedo con la costumbre de tomar te a todas horas, me marea menos.

29.12.04

Somos iguales, pero... (I)

En definitiva esto es un pais Europeo, las costumbres no son tan distintas, pero siendo uno de los mas pobres del continente merece la pena destacar algunos detalles que lo hacen peculiar a los ojos de este mensajero del pais rico:

Las calles son anchas, muy anchas, y aunque puedan estar atestadas de trafico hay amplias aceras por las que caminar, sin tan siquiera riesgo de pisar una mierda de perro, pues ademas de grandes estan limpias.

Parques, muchos, bonitos y enormes parques, algunos estan casi juntos y se puede ver a la gente sentada en los bancos tomando el fresco (de eso tambien hay para regalar en esta epoca).

El trasporte publico es una gozada, no hay metro pero si una red de microbuses (furgonetas con asientos para pasajeros) que por poco mas de diez centimos de uero te llevan a cualquier parte, apenas sin esperas y parando donde quieras (como si fuera un taxi).

Cuando los adolescentes acaban la educacion secundaria saben hablar cuatro idiomas... igualito que los de la ESO.


...y es que parece que el dinero no lo puede todo.

27.12.04

El blanco y negro no entiende de colores

Alguna vez ya escribi acerca de lo diferente que se ve el mundo desde dentro de una casa cualquiera en oposicion a como nos lo quieren pintar los intereses politicos o economicos de turno.

Pero vuelvo a hacerlo pues he estado viendo albunes de fotos de la gente de por aqui, con las tipicas fotos de los abuelos en blanco y negro, y tanto lo que mostraban esas fotos como las historias que narraban eran identicas a las que mis padres y abuelos guardan en los cajones. Todo ello a pesar de que en aquellos momentos unos pensaban de los otros que eran poco menos que enviados del diablo.

Y es que la gente es igual en todas partes, solo quiere ser feliz con los que le rodean sin molestar a los otros, el resto son pamplinas.

26.12.04

Cuando el grande no vuela tan alto

Escribo desde mi destino vacacional, alla por la antigua Union Sovietica (donde los teclados no tienen tildes ni enyes), lo que me va a permitir abrir una serie de mensajes sobre detalles de los que normalmente no me veo rodeado.

Ayer tuve un largo viaje hasta mi destino, comprobando que el dia 25 de diciembre es bastante bueno para viajar en avion pues los aeropuertos estaban escasos de actividad y todos los aviones que tuve que coger (tres en total) llegaron con adelanto.

Y es de aviones, o mas bien de companyias aereas, de lo que quiero hablar.

Con el cuento de la reduccion de precios nuestra querida Iberia ya no ofrece ni un vaso de agua, aunque dada la simpatia de las azafatas quizas sea lo mejor. Bueno, para ser justo dire que ofrecieron una chocolatina de Delaviuda como detalle del dia de Navidad, pero por mas que miro el saldo de mi tarjeta de credito no puedo apreciar donde esta la reduccion de precio del billete pues un Malaga Madrid cuesta mas caro que hace un par de anyos. En resumen, un servicio de los que no da una mala palabra ni hace una buena accion.

El siguiente avion era de otra companyia grande, esta vez Malev que viene a ser la Iberia de los hungaros. Despues del magnifico desayuno de Iberia uno albergaba la esperanza de una comida de Navidad, pero me tuve que conformar con un par de bollos de pan con mantequilla y dos lonchas de fiambre. Tambien se incluia algun dulce y un te bastante decente (sin posibilidad de repetir). Las azafatas ofrecian alguna sonrisa mas que las de Iberia, pero tambien cuidaban mucho su cutis no vaya a ser que les fueran a salir arrugas. Lo mejor fue la siesta que me pegue pues el espacio entre asientos si que merecia la pena (uno que es grande se podia estirar sin problemas).

El tercer avion era el de la companyia moldava, nada que ver con los anteriores. Vale que el avion era un SAAB de helice y 50 plazas, pero la ausencia de ostentosidad de medios no les ha privado de dar un servicio sencillamente excelente con el precio mas bajo de los tres vuelos. Dos azafatas bastante simpaticas repartian periodicos nada mas sentarte. Aun antes del despegue te ofrecian un caramelo. Nada mas despegar bebida, luego un catering muy majo, con carne en salsa y pasta (lo primero caliente que me lleve al cuerpo en todo el dia), fruta, un dulce de Navidad, dos pasadas de los tes y cafes... y las dos horas de vuelo pasaron en un momento.

Desde luego los grandes no son siempre mejores que los pequenyos. Supongo que la ilusion y las ganas de hacer bien las cosas cuando una empresa es pequenya puede mas que toda la logistica y derroche de medios de una empresa grande que al final te ofrece unos servicio mediocres, pero con una revista en la que sale a todo color la foto del presidente diciendo lo buenos que son.

23.12.04

Vacaciones

Pues como está mandado cerramos por vacaciones, aunque seguro que desde las frías tierras del centro (tirando para arriba) de Europa escribo algo... hoy tengo demasiadas ganas de pillar puerta como para hacerlo.

22.12.04

Reunión de empresa

Siguiendo con la serie de "estas cosas que tienen las empresas" hoy le toca el turno a la reunión de plantilla que anualmente organiza la dirección para arengar a los empleados con las cuentas del año, y para decirnos que nos tenemos que esforzar más si queremos llegar a la cifra que unos señores que vienen con chófer de vez en cuando (los consejeros) han decidido.

La gracia está en "queremos llegar a la cifra", que me perdonen pero yo a la única cifra a la que aspiro es a la de fin de mes, así que no me hagan partícipe de sus cábalas.

Este año la duración prevista de la reunión es de tres horas (¡ja! mañana informo), que por supuesto se extienden más allá del horario de trabajo estipulado. El tiempo no sería importante si el contenido fuera interesante, pero cuando todo se podría resumir en un par de páginas (que por cierto nunca se escriben para no pillarse los dedos) se me antoja que lo mejor que se podrá hacer en el mitin de la dirección es dormir una siesta en modo silencioso (no vaya a ser que los ronquidos interrumpan alguno de los magnos discursos).

Por todo ello me voy convirtiendo en el rey del escaqueo, con lo que aquí estoy ilustrado la situación con este mensaje en vez de estar intentando soportar el peso de los párpados.

Pero que conste, sólo me escaqueo cuando quieren imponerme una forma de perder el tiempo, y es que ya soy mayor como para saber hacer eso yo solito.

21.12.04

Arte... arte?

Cuando alguna vez voy a visitar el Centro de Arte Contemporáneo (más por aburrimiento que por otra cosa) siempre me surge la misma duda: "¿es esto arte?" Aunque la duda que subyace es "a quién coño habrá convencido este tío para que le paguen por esta mierda".

Una vez salvada la primera impresión (de forma excepcional haremos como si no contara) intento reflexionar más friamente y en mi mente de técnico intento crear un modelo sobre lo que es el arte de forma que ciertas lindezas puedan encajar en él.

Así empiezo a construir la idea: en primer lugar el autor debe querer decir algo, o debe tener algo que decir o expresar, de tal forma que los productos del azar no son arte salvo que se quiera expresar azar en sí mismo.

Parece que voy por buen camino, así que sigo: el autor debe tener suficiente dominio de la técnica como para poder expresar lo que quiere, de tal forma que aunque se muestre un lienzo en blanco el autor debería ser capaz de llenarlo de colores, pero elige la opción del blanco porque así lo cree oportuno, no porque la técnica le limite a una u otra opción.

¡Vaya! parece que estoy lúcido, así que continuo con mi postulado: el resultado estético tiene que responder con lo que se quiere expresar y tiene que causar impacto en sí mismo aunque no se cumplan los dos condicionantes anteriores.

Redondo, es un modelo redondo... pero... ¿cómo coño hacen estos "artistas" para que les paguen por semejantes mierdas?

Y es que las ideas no dan dinero.

20.12.04

Comida de empresa

La primera vez que uno va a asistir a una comida de empresa acude con cierta ilusión y curiosidad (quizás la de ver a los jefes con la corbata soltada), pero tras asistir a un par de ellas uno se pregunta el sentido de esta tradición.

No hablaré de aquellas empresas en las que los empleados se tienen que rascar el bolsillo para ser invitados, pues carece de sentido hablar de "invitación" en estos casos.

Me referiré a aquellas en las que la empresa paga, poco en un primer momento (cuando la empresa es pequeña) y mucho un tiempo después, produciéndose aquí un hecho paradójico.

Cuando la empresa roza lo familiar la cena o comida de empresa tiene un valor entrañable, es interesante acercarse a las inquietudes más humanas de aquellos que día a día nos exprimen hasta el tuétano, o simplemente de aquellos con los que no solemos tratar. Además el aspecto gastronómico no suele estar mal.

Sin embargo en las empresas grandes las comidas empiezan por todos los detalles de la organización, la disposición de las mesas, a ver con quién come cada uno, la elección de los menús... la celebración es lo más parecido a la de una boda en la que te sientas a la mesa con las mismas personas con las que comes todos los días, sólo que en esta ocasión la comida es peor. Los jefes se desmadran menos, lo justo hasta el punto de pretender dar un discurso que pocos entienden. Y el final suele ser alguna barra libre (bueno, más o menos) donde uno sólo quiere quitarse de enmedio pero, al igual que en las bodas, uno siente una extraña fuerza que lo retiene hasta las tantas por el simple hecho de no irse el primero.

De nuevo la técnica del escaqueo es la mejor, y esa es la que puse en práctica con la frase: "Es que estoy acabando una cosa". Cuando el único teclado que sonaba en la empresa era el de mi ordenador puse tierra de por medio y comí con la familia, que es lo que toca en estos días.

16.12.04

Sentido de la vida

Aunque con pocas palabras uno deja las neuronas agotadas cuando se pone a profundizar en los entresijos del sentido de la vida, recordando breve pero intensamente las más delirantes paraoias adolescentes.

Mi profesor de teatro a veces nos preguntaba: "¿Y para qué queréis saber más?", a lo que nosotros que éramos lo más parecido a una performance de inquietudes y hormonas (o sea, mucho efecto pero sin ningún sentido) no podíamos más que llevarnos a la cabeza pensando "¡Qué tipo tan superficial!".

Nada más lejos de la realidad. Fue Eistein quién dijo que la verdad debe tener una explicación simple, las reglas de la naturaleza son armónicas y, por tanto, no se retuercen y enrevesan para ofrecer su orden, sólo hay que descubrir las respuestas correctas.

Y la respuesta correcta es la búsqueda de la felicidad. Lo complicado es saber cómo, pero mi truco para no tener que dar respuestas complicadas es obviar las preguntas, así soy feliz.

Absolutamente cierto

Durante mi ausencia del día de ayer (no por desidia sino por viaje de trabajo) tuve tiempo de pensar un poco más en la afirmación de "existe si es necesario".

Sin renegar un ápice de mi conclusión sí que tengo que matizar la cuestión "trascendente".

Estoy plenamente convencido que el ahora es lo realmente importante, sin embargo sería muy pretencioso negar cualquier otra existencia fuera de lo que se percibe en un instante concreto, aunque ésta no tenga la trascendencia de lo percibido.

La cuestión es pensar si la ciencia ha explicado absolutamente todos los recovecos de la realidad o no. Creo que el método científico basado en la replicabilidad de los experimentos (como si alguien pudiera replicar la aparición de partículas atomáticas obtenidas en kilométricos aceleradores de varios millones de euros), pero esa que es su ventaja también debe aportar la consciencia de su limitación, esto es, porque algo no pueda ser replicado no tiene que ser declarado como falso sino como "no demostrado".

Todo es darle a las cosas su justa perspectiva, intentando obviar el color del cristal de las gafas con que se mira, cosa harto complicada.

14.12.04

Existe si es necesario

Hace unos días reflexioné acerca del control que las hormonas ejercen sobre nuestro comportamiento, cuestionando de esta forma la existencia real de sentimientos trascendentes.

Tirando del hilo llego más lejos que a cuestionar la existencia de un solo sentimiento, sino de todos.

Teniendo en cuenta que una máquina como nuestro cerebro es capaz de gestionar los razonamientos, la memoria, las actuaciones lógicas e ilógicas... ¿no se debería tener muy en cuenta un ateísmo radical en el que la muerte pierde toda trascendencia?

Cada día que pasa intento encontrar algún sentimiento que no pudiera encontrar respuesta en la actividad cerebral u hormonal, y la búsqueda sigue...

Soy de educación católica (sólo educación), y bastante proclive a tragarme todas las milongas paranormales que me cuenten, pero la conclusión de intrascendencia es inevitable.

Pero esto no me apena, al contrario extraigo una conclusión mucho más positiva, pues quitada la trascendencia de la muerte la vida adquiere valor por si misma, no es ya un medio para conseguir esa tracendencia sino un fin... me gusta.

13.12.04

Los increíbles

Como un niño con la boca abierta gocé ayer hora y pico de la última película de Pixar: "Los increíbles". Aunque lo cierto es que en la sala del cine no había muchos niños y en la fila en la que nos sentamos estábamos tres parejas de edad similar (taitaintos).

Además del merecido homenaje que supone este post (no ha influido en mi objetividad los miles de euros que Disney ha ingresado en mi cuenta :-P ), anoto una reflexión sobre la calidad de las películas de estreno.

Salí del cine preguntádome "¿cómo es que esta gente de Pixar atinan el 100% de las veces?". Todas sus películas, hasta el corto del flexo, son magníficas... ¿no será que simplemente se han propuesto hacer las cosas bien?

Y si comparamos este trabajo con los que cada viernes aparecen en la cartelera ya se sale del ranking, principalmente por los bodrios que circulan por ahí.

Personalmente he dejado de ir al cine a no ser que vaya a tiro fijo (o que no tenga nada mejor que hacer) y la lástima es que entre tanta tontería a veces dejas pasar cosas interesantes que duran un suspiro en cartelera.

En esa misma línea se pueden dejar pasar oportunidades en la vida, pues hacer las cosas bien, con calidad, no es el estilo de la mayoría, con lo que lo habitual es que ante cualquier novedad nos presentemos con un "¡Chapuza a la vista!".

La calidad es algo que ha quedado supeditado al dinero sin riesgo o a la conveniencia política. Me gustaría poder llegar a otra conclusión, pero mientras alguien me convenza de lo contrario en lugar del traje de Míster Increíble seguiré vistiendo el mono de trabajo de chapucillas.

10.12.04

Me levanté, me lavé, me vestí...

"Me levanté, me lavé, me vestí...", así recuerdo que empezaban las redacciones que los lunes nos hacía escribir la profesora de primero de EGB.

En un alarde de originalidad todos los lunes la profesora decía: "escribid una redacción de una pagina sobre lo que habéis hecho este fin de semana", a lo que la mayor parte de alumnado (aquellos a los que además de ser un castigo divino el hecho de ir al colegio también nos importaba tres pepinos lo que la profesora opinara de nosotros) respondía con: "El sábado por la mañana me levanté, me lavé, me vestí, desayuné (...) El domingo por la mañana me levanté, me lavé, me vestí, desayuné...".

Y es que en el colegio aprendimos a desarrollar la imaginación para consumir la mínima energía posible, aunque aún dudo que escribir cien veces "No hablaré en clase" por el método chino (en columnas) ahorrara energía, pero lo parecía.

Quién me iba a decir que en aquellos años estaba aprendiendo los fundamentos de la escritura de informes para los jefes, pues basta con hacer uno y luego ir cambiando sutilmente alguna cifra, dato, título o, simplemente, una fecha... y es que como mi profesora de primero ellos tampoco se los leen.

En cualquier caso huyo de cualquier frustración pues bien está lo que bien acaba, y los meses acaban con la nómina en el bolsillo.

9.12.04

Espíritu navideño

Recuerdo que de pequeño me hacía cierta (o mucha) ilusión que llegara la Navidad, probablemente por las actividades escolares que se hacían, probablemente por los regalos (seguro que por los regalos).

Sin embargo ese espíritu ha desaparecido completamente, y me pregunto yo: ¿desaparece con la edad o es que ha desaparecido por completo?

Lo más probable es el término medio, el darse cuenta que la Navidad realmente no existe cuando te dicen que la fecha del 25 se puso porque venía bien, cuando te dicen que no empieza en diciembre sino cuando al Corte Inglés le venga bien (algunos años ha empezado justo después del día de todos los santos), cuando los regalos se convierten en un fondo monetario rotatorio (todos se intercambian sobres con dinero y un papel que dice "vale para que te compres eso raro que quieres y que no sé qué es")...

Aunque si bien recuerdo con cariño ese sentimiento también recuerdo la angustia del día de reyes, con todos los deberes del colegio por hacer, y casi me compensa ahorrarme las dos cosas.


8.12.04

Maldición divina

Tremendo el puente que me estoy tomando, y que ya llega a su fin. Desde la época universitaria no iba de oca en oca saltando laborables para prolongar los festivos.

Pero hay que retornar, y es que cada día estoy más convencido que el trabajo es una maldición divina, hipótesis que hasta el Génesis corrobora con aquello de "el pan con el sudor de tu frente" (actualizado a día de hoy habría que añadir al pan la hipoteca).

Entiéndaseme bien, por trabajo me refiero únicamente a lo que tenemos que realizar por narices, como el hecho de ir al colegio cuando éramos pequeños (seguro que hay gente que curra y le gusta, igual que habría alguno al que le encantaría ir al colegio, pero es que raritos hay en todas partes).

Lo que más me revienta es que a veces parece que este dios de las maldiciones es un cachondo (disculpen la herejía) pues nos obliga a currelar como condenados y luego, con toda su ironía, nos regala unos cuantos festivos en los que hay que rendirle pleitesía (domingos, Navidad, Inmaculada, Semana Santa...). Será por eso que los mejores días de la semana son los sábados y las mejores vacaciones las de verano.

3.12.04

Me ze caen doh lagrimoneh.

¡Qué emoción! Al revisar el weblog he visto que alguien ha enviado un comentario ¡Mi primer mensaje comentado!

Muchas gracias Elisabeta!!!


Tiki, ya sé que tú también comentaste uno, pero me refería a comentarios que no tengan la necesidad de tenerme contento ;-)

Fantasía o realidad

Dando vueltas por internet uno se topa con sitios parecidos a este, al menos en la forma, que personalizan la red. Los weblog personales tienen información, indudablemente, pero que no tiene un uso material sino que es algo que está más próximo a una expresión artística (sigo meditando un post sobre el arte), donde cada párrafo y cada mensaje compone una pieza del puzzle que es el autor.

Sin embargo cuando uno termina un puzzle queda compuesta una imagen completa, a no ser que nos falten piezas.

Haré como Borges e imaginaré un weblog en el que estén todas las piezas de una persona, plateándome si de esta forma podría tener a la persona completa. La experiencia me dice que no, que conocer las personas de dentro a afuera provoca una imagen idealizada que choca frontalmente con la real, todas las piezas no ofrecen la totalidad.

De esta forma muchas veces uno se queda con la imagen creada, moldeada a nuestro gusto, de forma similar a la que tendríamos si el personaje fuera totalmente de ficción.





¡Joder! en menudo jardín me he metido y ahora no sé salir, pero me da lástima borrar lo que he escrito... pues nada, publico esto y escribo otro mensaje sin dejarme influir por los truenos y la lluvia que cae al otro lado del cristal.

2.12.04

Internet en colores o los males del mundo

Siguiendo con el análisis de los males del mundo (ya es el tercer post en que divago sobre este tema) hoy presentaré otro de talante más práctico y que todos podemos percibir: Internet en colores.

Hace unos años Internet era en blanco y negro, apenas algunas fotos, pero sobre todo mucha información, mucha chicha y poca zurrapa. Cuando se buscaba algo en el Yahoo (Google no existía) aparecían pocos enlaces, pero tenían lo que querías.

Poco a poco fueron apareciendo webs que tenían colorines, pero como los informáticos tenemos el gusto donde la espalda pierde su nombre pues la cosa como que no cuajaba.

Hasta que llegaron las "punto com", los portales forrados de dinero y, sobre todo, los diseñadores gráficos.

Hoy hay muchos colorines por todas partes, muchas animaciones... y muchas páginas que dicen tener pero que no tienen nada.

Y es que ni me imagino cómo irían las páginas de antes con los ADSLs de ahora...

PD: Que conste que no tengo nada contra los diseñadores gráficos, sobre todo contra los que están en paro.

1.12.04

El color del cristal con que se mire

Uno de los valores que defiende la manida LOGSE es el de formar librepensadores, personas con criterio propio capaces de analizar una situación y posicionarse ante ella.

No entraré a valorar si la LOGSE consigue esto o no, sólo quería presentar un valor que ciertamente parece positivo, sobre todo para evitar manipulaciones o usos indebidos de nuestro intelecto.

Sin embargo para ser un librepensador hace falta aferrarse a alguna certeza (siquiera subjetiva) sobre la que poder pivotar nuestro criterio, certeza que debe ser extraída o bien de primera mano o bien de alguna fuente fiable.

Y es en este punto donde nos hacemos dependientes de los medios de comunicación, filtrando lo que nos dicen según el pie del que cojeen.

Pero en ocasiones me veo cojeando de ambos pies, pues la película que se cuenta es tan dispar que no hay forma de aferrarse a algún indicio de objetividad, momento en el que me tengo que comer con patatas lo de ser librepensador para economizar energía y así evitar pensar (sabia decisión).

Ilustro lo expuesto: Ayer sintonicé la radio del coche mientras volvía a casa, intentando escuchar diversas emisoras para encontrar el punto donde convergen todas las mentiras y así obtener algo de verdad.

Al poner la COPE un ilustradísimo periodista sentenció que Andalucía no había crecido nada en los últimos veinte años (debe haber mucha demanda de periodistas, porque sino no me explico como hay ciertos individuos que pueden cobrar por ejercer) a lo que un compañero mínimamente documentado le rectificó con cifras evidentes de turismo (Málaga y Cádiz), agricultura (Almería) y servicios en torno a la administración (Sevilla y Córdoba), por lo que todos concluyeron que había existido crecimiento a pesar del gobierno... y es que además de torpes e indocumentados son obstinados en mantener sus conclusiones aunque se contradigan.

Ante semejante desvarío me fui al otro extremo y puse la SER, que se estaban comparando con el "Washington Post" cuando desveló el Watergate en respuesta a las declaraciones de Aznar que los tildaba de manipuladores... estos, aunque a veces estén documentados, también se pasan tres pueblos.

En definitiva, que ante el objetivo desbordante de los medios de desinformación opté por ahorrar neuronas para emplearlas en algo más práctico como jugar a la PlayStation... y es que al final los resultados de la LOGSE van a ser los más prácticos: libreignoradores.

30.11.04

Estrógenos y testosterona

Desde pequeños nos cuentan historias de príncipes que rescatan a princesas encantadas persiguiendo los nobles valores del amor. En algún momento habría que comentar qué puede pensar un republicano de estos cuentos (por no hablar de lo que se podría objetar desde el punto de vista del proletariado que curra de sol a sol para ganarse el pan mientras el príncipe se pule los impuestos en irse a buscar mozas).

Pero de lo que va este mensaje es de la cuestionable existencia del amor, al menos el amor carnal, pues durante el enamoramiento el torrente de hormonas que se desatan en el cuerpo y que condicionan el comportamiento hace pensar si no serán las hormanas las que provocan el sentimiento de amor más que al revés.

Como prueba de ello hay que ver qué sucede cuando el amor se consigue, pues la conducta cambia y las hormonas que se generan son otras.

No soy endocrinólogo pero me es fácil adivinar que el cuerpo es una máquina que responde a ciertos estímulos químicos, generando una amplia variedad de "sentimientos" que no son ni más ni menos que el color del que se vuelve el papel de tornasol que es nuestro cerebro.

Sólo queda la duda de porqué a veces surtimos de unas hormonas y a veces de otras, ¿será ese dosificador al que llamamos amor?

Creo que esta reflexión deberá continuar sondeando abismos más profundos...

29.11.04

Regulador de conducta

Este fin de semana leí en la revista Quo una de esas frases que hacen meditar: "el sexo es un regulador de la conducta". Entendiendo sexo no como lo que cuelga (o no), sino el uso que se hace de ello.

Lo interesante de la frase es que la regulación de la conducta se aplica tanto a si se hace uso como si no se hace uso, pues en un caso la conducta se regula al amansamiento y en el otro al envilecimiento.

Y aún así está claro que hacen falta matices, pues se podría llegar a la conclusión que el mundo es violento porque se folla poco (bueno, lo cierto es que nunca está de más darle al tema) pero no es tanto la cantidad como la calidad, pues sexo de mala calidad produce frustración, lo que incrementa el envilecimiento.

Si a esto unimos la sentencia ya comentada de que el origen de todos los males está en el amor al dinero se concluye que más que poco se folla mal, pues donde esté una buena moza o un hermoso mancebo (a gusto de cada uno) que se quiten los dólares, euros o tarjetas de crédito (el plástico o el papel dan menos juego que el latex).

26.11.04

Viernes, es viernes.

Que tendrá este día de la semana que tan perezoso transcurre a la vez que lleno de optimismo por la puerta del fin de semana.

Cada viernes representa , en cierto modo, el fin de un año y el principio de otro, pues se llena de propósitos que finalmente rara vez se llegan a cumplir. Pero el optimismo que representa el fin de semana puede a la frustración de los planes inconclusos.

Pero hay algo más de peculiar en este día, y es su noche. Una noche en la que se podría celebrar el mini año nuevo hasta entrada la madrugada, sin embargo por regla general acaba uno yéndose a la cama mucho antes que un día de diario... ¿por qué no podré hacer esto un lunes o un martes en lugar de quedarme hasta las tantas matando el rato?

Misterios de la vida.

25.11.04

Zippeando la vida

Los compañeros con los que he tenido la oportunidad de comer hoy me han planteado un juego que realmente merece un milisegundo de reflexión.

La cuestión es: "si le haces un ZIP a tu vida, ¿cuánto te queda?".

He de matizar el significado de comprimir o "zipear" para poder transmitir la profundidad de la cuestión. Los algoritmos de compresión básicos se basan en eliminar las partes repetidas, de tal forma que en lugar de guardar diez veces una palabra dicen algo así como "10 X palabra", lo que ocupa menos y puede interpretarse como lo mismo.

Pues bien, la cuestión es sumar los minutos de nuestra vida en los que no se hacen cosas repetidas con otros minutos, ¿cuántos años viviríamos?

Lo curioso es que a medida que se avanza en la vida ésta se suele comprimir más y más, pues para un bebé casi todos los días son distintos (mucho que aprender), para un adolescente la compresión podría ser de lunes a jueves, para un adulto de vacaciones de navidad a vacaciones de verano, y para un anciano a uno o dos días para los restos.

Claro, que me niego a comprimir más algunos placeres de la vida por mucho (o poco más bien) que los repita...

24.11.04

Urgentes pero poco importantes

Entre la edad y el recuerdo de la factura del seguro médico uno cada vez duda menos a la hora de pasar por el taller, y no lo hago con más frecuencia por la lata que supone hacer cuadrar la hora que le venga bien al doctor, al horario laboral y a la enfermedad de turno.

Sin embargo en esta ocasión la avería resultaba dolorosa, con lo que se me hacía cuesta arriba hacer cuadrar la agenda además de con todos los anteriores con el fotógrafo de rayos X, no quedando más remedio que ir al servicio de urgencias aunque el asunto no fuera de vida o muerte.

Uno se imagina el servicio de urgencias como un maremagnum de carreras, tensiones y traumas cherreando sangre, sin embargo al llegar allí comprendí que he visto demasiada televisión pues no había más que un señor que cojeaba un poco, una señora con una venda en el brazo, un niño al que hace tres días le había sentado mal algo, algún retoño que muy malo no estaría que no paraba de jugar y corretear, y aquí el menda con un dolor provocado por un golpe de hace una semana. Total, que muy muy urgente no parecía la cosa.

Tras una hora escuché mi nombre por el altavoz de la sala de espera, atendiéndome un amable doctor al que le conté mis síntomas (en unos quince segundos) mientras él rellenaba un formulario que me entregó al acabar yo de hablar indicándome que lo mejor es que me hiciera una radiografía (acojonante diagnóstico sin siquiera mirarme a la cara). Me hicieron las oportunas fotos eróticas (semidesnudo y haciendo poses, eso es erotismo ¿no?) y al rato el médico me dijo que no tenía nada y que me tomara unas pastillas para el dolor (tiempo total de atención: un minuto).

Y entonces reflexioné: para esa atención (que no digo que no sea acertada) podía haberme pasado yo cuatro o cinco días en el mejor de los casos de no haber acudido a urgencias. Quizás sea que la palabra está muy mitificada y el servicio realmente no es de "urgencias" sino de "impaciencias", dado que se acude allí cuando no se puede esperar por diversas circunstancias, sean estas urgentes o no.

23.11.04

Teoría del caos

Hace unos días tuve la oportunidad de leer un artículo acerca de la teoría del caos, que a pesar de ser múltiples veces mencionada es poco conocida en su definición original.

Según la teoría del caos los sistemas no lineales progresan de forma predecible hasta que a partir de un punto determinado pueden empezar a fluctuar de forma descontrolada.

Lo que viene a decir esto es que en sistemas complejos un hecho puntual puede ayudar poco a predecir un hecho futuro a partir de un umbral. Así, por ejemplo, la meteorología puede predecir el tiempo que va a hacer en el próximo minuto (siendo optimistas), pero a partir de la hora la probabilidad de acertar empieza a disminuir de forma alarmante.

La peculiaridad que le veo a esta teoría es que aparentemente podría ser aplicable a muchos aspectos de la vida cotidiana, sin embargo en la mayoría de los casos no exite el umbral de dispersión, las cosas son caóticas desde su inicio.

Sin embargo, y aquí está la reflexión del día, frecuentemente nuestros jefes no exigen subir el umbral cero a otro valor que nos permita controlar ciertas situaciones... rara vez lo conseguimos, aunque para sobrevivir desarrollamos estrategias para crear un umbral ilusiorio suficiente para que el jefe de turno se lo trague y nos deje seguir viviendo sumidos en el caos.

Así concluyo que en la teoría del caos hay un umbral bajo el cual las cosas se puede controlar, en la teoría del supercaos (firma de la casa) ese umbral sólo existe para que alguien se lo crea... guárdemoslo en secreto.

22.11.04

El origen de todos los males

Ayer tuve la ocasión de ver la película "Polígono sur" en la que se muestra la vida del barrio de las tres mil viviendas de Sevilla, sacando una instantánea de la verdadera cuna del flamenco.

Pero no es de flamenco de lo que quiero hablar (seguro que sería un sacrílego si lo intentara) sino de una de las sentencias que pronunció un pratiarca gitano con todo el aplomo y la experiencia que sólo ellos saben mostrar al hablar: "El origen de todos los males está en el amor al dinero".

No es una frase original, pero concentra una verdad como un templo que ataca directamente a la línea de flotación de la estructura social en la que vivimos. ¿Es posible siquiera imaginarnos sin amor al dinero? Bueno, supongo que la mayoría de las personas sí que podríamos (para los cuatro duros que tenemos) aunque el contexto no cambiaría pues existen grandes, grandísimos amantes, a pesar de que tienen mucha imaginación.

Y es que hace años me quedé a cuadro cuando escuche hablar de "centros de ocio", y yo en mi retoñez imaginé parques de atracciones, toboganes de agua y pistas deportivas... ¡tiendas y restaurantes de franquicias! eso es un centro de ocio. Desde luego sólo los grandes amantes podían tener tanta imaginación como para creérselo... o para hacerlo realidad.

18.11.04

Homenaje a Superlópez

Aunque no sea práctica habitual hoy voy a rendir tributo a Superlópez, pero sin referirme al héroe del cómic (al que seguro le dedicaré un mensaje en el futuro) sino a mi compañero A. López, a quién sin su permiso he tenido a bien apodar "Súper".

Con su entusiasmo habitual Superlópez celebra hoy su trigésimo cumpleaños, y para celebrarlo además de los habituales dulces (cosa tradicional en la empresa) nos ha regalado un intenso mail que como homenaje reproduzco parcialmente:

"Puedo pensar en muchas cosas que me gustaría hacer en la vida como por ejemplo: Viajar, ver muchos sitios del mundo, vivir en otros países, aprender idiomas, conocer otras personas, otras culturas, tener muchas experiencias, vivir en la naturaleza, practicar todo tipo de deportes, tener una familia, educar a mis hijos, escribir libros, hacer películas, ser astronauta, aprender a tocar varios instrumentos musicales, componer música, hacer arte, pintar, y muchas cosas más......

Pero, a estas alturas de la vida, estaría ciego si no me diera cuenta de que no me va a dar tiempo a hacer todo aquello que me gustaría. Por eso, llevo varios años reflexionando sobre qué es lo que más merece la pena hacer en la vida.
...
LLegué a la conclusión de que lo que más merece la pena en la vida es: Hacer el bien a los demás."


Hacía tiempo que no escuchaba (ni leía) "hacer el bien a los demás". Quizás sea una reflexión del abandono de la veintena más que una entrada en la treintena, pero seguro que se debe al talante de esta gran persona.

Lo cierto es que en mi boca la conclusión habría cambiado. Hace años habría pensado que era magnífico eso de hacer el bien a los demás, hasta que vi que suponía que acabaran dándote por el culo hasta reventar, con lo que evolucioné pensando que a la gente lo que le gusta es dar por culo en general, así que ahora intento fomentar que se den por culo unos a otros manteniéndome ajeno a la jugada, y así entre ellos que se lo hagan bien... parecido a hacer el bien ¿no?

Felicidades Superlópez.

16.11.04

Estado alfa

Hace varios años escuché en la radio (en la voz de Miguel Angel Nieto, que a saber dónde parará) la expresión "entra en estado alfa", refiriéndose a un estado a camino entre la consciencia y el trance.

A pesar de que se refería un interpretador de sueños que tenía en el programa yo me quedé con aquella expresión pues es aplicable a los momentos en los que uno está escuchando buena música. Pero no simplemente buena música, sino buena buena.

Cada uno tendrá sus gustos, y dentro de ellos siempre encotramos piezas musicales y canciones que nos llevan a ese estado "alfa" en el que la mente se detiene y nuestro sistema emocional queda a merced de la melodía.

Evidentemente esta reflexión surge cuando estoy escuchando la lista "Mis favoritas", y en concreto "Losing my religion", ¿qué narices tiene esta canción que la hace tan buena?

La contradicción del frío

El tópico de hablar del tiempo, no del que pasa sino del que se queda, como recurso cuando el silencio hace acto de presencia.

Y es que la noticia de "empieza a hacer frío" cuando ya se ha cruzado el ecuador de noviembre no tiene nada de sorprendente, pero en lo que a mí respecta tampoco tiene nada de agradable.

Nunca entenderé en qué consiste el placer de pasar frío. El hecho de estar a cuarenta grados en agosto tampoco es que sea nada muy placentero, pero vive Dios que lo prefiero antes que tener que ponerme los guantes. Aunque a veces me planteo el dilema del huevo y la gallina por el hecho de vivir lo más al sur posible del norte, haciendome ver muy cuesta arriba poder sobrevivir en climas más frescos.

JLB senior tiene la teoría que los países del norte son en parte más prósperos porque ante la falta de sol la gente se queda en casa desarrollando el intelecto antes de desarrollar relaciones sociales. Según esto con el frío deberíamos tener más ganas de trabajar, pero a mí sólo se me apetece quedarme en la cama por la mañana y perrear el resto del día... bueno, la verdad es que con el calor también.


12.11.04

Parte de guerra

Pues de momento la cosa no es tan dramática.

Tras la demoledora sesión deportiva de ayer de momento sólo tengo el habitual dolor de espalda, aunque en esta ocasión los perjudicados fueron otros.

Un pobre compañero al que le abrí una brecha en la mano con la uña de aporrear la guitarra, otro al que casi le rompo la crisma cuando le empujé (reconozco intencionalidad, pues era el responsable de RRHH y se la tengo guardada), otro que se llevó alguna patada... amén de las torceduras y faltas de oxígeno que se autoinflingió cada uno a su criterio.

Por cierto, el partido era de baloncesto... no lo parece desde luego. Y es que cuando uno se ve lento, con poca visión de juego y fallón en general no le queda más que ser marrullero para intentar no ser vilmente sodomizado, en sentido figurado claro está.

11.11.04

El efecto Gran Hermano

"Experimento sociológico", así es como Mercedes Milá calificó a aquella primera edición de "Gran Hermano" en España. No creo que nadie se lo tragara, pero todos hicimos como si efectivamente lo fuera y nos dispusimos a matar el rato con las paranoias de una muestra variopinta de fauna ibérica.

Sin entrar al trapo de juzgar lo que allí se mostraba, o de porqué se hacía, sí que desveló una de las grandes realidades de la psicología humana que siempre ha estado ahí pero que nadie se atrevió antes a exponer (no me pongo una medalla porque no soy ministro, que si no...).

Al entrar en cualquier sitio donde hay desconocidos con los que te tienes que relacionar uno siempre intenta ser educado y agradable. Lo mismo (multiplicado por mil) sucede en estos espectáculos televisivos, donde la efusividad de lo que sería un apretón de manos roza lo ridículo (en las últimas ediciones lo pornográfico).

A partir de aquí se platea una actitud de "buen rollito", motivada principalmente porque se intenta pensar que los demás son personas geniales, ese tipo de personas con las que siempre nos quisimos encontrar, así que también se intenta mostrar lo magníficos que somos (algunos intentan ocultar lo perros que son) y llega un momento que cuando la relación tiene que ser duradera (pongamos que de más de media hora) parece como si el grupo fuera a ser amigo para toda la vida.

En el primer "Gran Hermano" (pecador de mí que lo seguí de cabo a rabo) al par de días aquello era una oda al "buen rollito", que se fue transformando en una comuna y derivó en un putiferio.

Pero a la semana aquello empezó a oler a chamusquina, y con un par de días más la guerra se había desatado: no más disimulos, lo "mejorcito" de cada uno se puso de manifiesto.

Esto que sucedió (creer que los demás son geniales, y que nosotros vamos a ser muy "guays" como parte de ese grupo) es a lo que bautizo como "El efecto Gran Hermano".

Y es que "El efecto Gran Hermano" no hace más que poner de manifiesto que aunque nos gustaría ser unas personas geniales en realidad somos muy limitaditos, tanto que pensamos que los demás van a compensar nuestras limitaciones. Lo importante es ser consciente de ello para no acabar lleno de frustraciones (o tirándose los trastos a la cabeza en público como hicieron los sujetos experimentales de aquel presunto experimento sociológico).

He dicho.

Ejemplo del efecto Gran Hermano

Hace escasos día a alguien se le ocurrió en la empresa organizar un partido de baloncesto,y a la convocatoria respondieron casi 20 personas, ¡una barbaridad!

Hoy tendrá lugar tan magno evento (mañana daré el parte médico), pero independientemente de ello es seguro que en las siguientes convocatorias el número de personas se irá reduciendo paulatinamente hasta tener que llegar a jugar un dos contra dos, y gracias.

Estamos ante otro ejemplo del inexorable "Efecto Gran Hermano". El entusiasmo inicial que hace creer que es el momento de dedicarnos de por vida a una actividad noble, y que nos dura más o menos hasta la hora de la cena.

9.11.04

Tiempo para no hacer nada

En un post anterior hice referencia al placer del perreo (no hacer nada en absoluto) a lo largo de los fines de semana, y creo que este tema requiere de una reflexión más profunda pues tras el mencionado perreo siempre cae como una losa la escasa duración de esos momentos de asueto. Sin embargo todos los fines de semana de dos días tienden a durar 48 horas (al menos en este planeta) pero se me antoja que aquellos en los que se perrea se hacen mucho más cortos.

Y el hecho es que esta sensación va contra las leyes de la física, pues según las transformadas de Lorentz cuanto mayor es la velocidad más se contrae el tiempo, y el perreo está frontalmente reñido con la velocidad, por lo que debería dilatarlo (fines de semana larguísimos, ¡quién los tuviera!)... ¿qué sucede entonces?

La explicación la tengo que buscar en lo que todo gestor de proyectos conoce bien: la duración de las tareas en función de los recursos.

En hacer cualquier cosa uno tarda un tiempo determinado, que varía en función del esfuerzo, así por ejemplo en ir al Mercadona se puede tardar entre 15 y 45 minutos en función de lo rápido que se haga la compra y de las bolsas que haya que cargar. Las tareas acotadas siempre cumplen este principio.

En un proyecto todo se divide en tareas, hasta dormir sería una tarea que ocuparía unas siete horas diarias si hubiera alguien que nos planificara la vida (considero un gestor optimista con eso de siete horas), por lo tanto perrear sería una tarea. Pero ¿cuántos recursos se ponen a disposición de perrear? Por definición cero, una cantidad despreciable de energía para darle al botón del mando a distancia y poco más, lo que supone un tiempo infinito para acabar la tarea.


En definitiva: el tiempo empleado en no hacer nada es inifinito, lo que nos da la respuesta definitiva a porqué siempre se nos antoja corto el tiempo para perrear.

He dicho.

8.11.04

Vacunas para todos

A pesar de mis dos catarros anuales (nunca faltan a su cita) no soy de los que se apuntan a la vacunación de la gripe, quizás por costumbre quizás porque me gustaría creer que el cuerpo humano debe aprender a defenderse por sí solo (por desgracia sin mis chutes de antibioticos no puedo levantar cabeza, y es que soy un idealista).

A pesar de ello puedo entender que los grupos de riesgo (principalemnte las personas mayores o personas con problemas inmunológicos) deban ser más pragmáticos y necesiten de esta vacuna para prevenir males mayores.

La noticia de que en EEUU faltaran vacunas para la gripe me pareció interesante desde el punto de vista que no todo el mundo podía acceder a la vacuna aún perteneciendo al grupo de riesgo, si bien la noticia la he tomado con prudencia pues la manipulación informativa con respecto a EEUU es desacervada, y seguramente tendrán vacunas suficientes para los grupos de riesgo (por ponerme en un caso positivo).

Sin embargo se me cayeron los palos del sombrajo cuando escuché que en EEUU se van a repartir vacunas contra el antrax... y en mucha mayor cantidad que las vacunas contra la gripe...

Al final le voy a tener que dar la razón al Michael Moore cuando habla del estado del miedo, convirtiendo a todo el país en grupo de riesgo por ataque de Antrax... estos americanos están locos.

7.11.04

Justificando el perreo

A la pregunta de "¿Qué habéis hecho este fin de semana?" un amigo me contestó: "Hemos estado perreando todo el fin de semana".
Aclaro que "perrear" es uno de los escasos verbos que no denotan acción alguna, o no más que la de un perro casero cuya mayor aspiración es convertirse en un bello durmiente (aunque peludo).

Los requisitos del perreo son un sofá, una tele y un mando a distancia, sin el cual el perreo no puede ser completo.

Pero semejante placer deja ciertas secuelas en nuestra conciencia al pretender que hay cosas mejores que hacer (¿qué puede haber mejor que una tarde de sofá con mando a distancia?... bueno... sí, eso... pero no viene al caso).

El caso es que hoy se cumplía un requisito del perreo: es domingo. Pero entré en crisis pues bajo la vista y veo los michelines en el proceso de dilatación propio del perreo, así que tuve que abandonar la placentera inactividad por el sadismo de un par de horas de gimnasio, que cuál dosis de insulina requiere nuestra conciencia para que la dulzura del perreo no colapse nuestras neuronas.

5.11.04

El chollo de ser hombre del tiempo

¿Qué mérito tiene ser el hombre del tiempo?
Una de las grandes incógnitas de la humanidad es porqué los meteorólogos de la radio y la televisión siguen recibiendo sus sueldos cuando tienen una eficacia próxima al 50%, cosa que cualquier mortal común sería capaz de hacer.

¿Qué pacto secreto con el diablo ha hecho este gremio para que se le siga teniendo en consideración?

Hay quién puede decir que las predicciones de grandes zonas tienen mucho margen de error en una zona concreta, pero es que no atinan ni en una zona muy específica (por ejemplo cuando en las carreras de Fórmula 1 predicen que va a llover en un circuito, pues ni por esas). Y para las predicciones de zonas grandes basta con tirar de estadística, se mira uno la de años anteriores y se supone que este va a ser similar, y así no se falla.

Y para colmo tienen como compañeras a las mujeres del tiempo...¡Ay, Minerva Piquero que estás en los cielos!

4.11.04

La siesta de ojos abiertos

Algo hay en mi talante europeo que hace que me siente bastante mal dormir una siesta, y no hablo de las evidentes malas consecuencias que tendría darse una cabezadita en la mesa de trabajo. Supongo que habrá gente a la que no le guste dormir a mitad del día por la desorientación con la que uno se despierta (sobre todo cuando el fin de semana pasado hemos tenido que volver a cambiar la hora).

Sin embargo el gen hispánico impone su voluntad y obliga a cierta desconexión mental, lo más parecido a una siesta con los ojos abiertos, que tiene la innegable ventaja de poderse realizar incluso en horario laboral con el jefe a pocos metros.

Y este mensaje es el resultado de esa siesta, y consumiendo apenas la energía de tres neuronas además de simular que estoy despierto hago repiquetear el teclado del ordenador de forma rítmica como si estuviera plenamente concentrado en mis labores.

3.11.04

¿Mayoría de tontos o de callados?

A vueltas estamos con las elecciones americanas, que por más que se diga lo contrario no puedo evitar la sensación de que me importan un pimiento.

Pero me planteo porqué cuando todo es tan evidente de que uno es muy muy malo y el otro no es ni malo ni bueno el malo sigue ganando. Y llego a dos conclusiones no excluyentes:
* La manipulación informativa a la que estamos sometidos nos hace pensar que somos poseedores de la verdad cuando vemos sólo una parte.
* La mayoría de los votantes son tontos del culo y no se dan cuenta que votan al malo (seguro que alguien afirma que al anticristo).

Tras meditarlo profundamente durante uno o dos milisegundos llego a otra conclusión y es que nadie sabe porqué los otros votan lo que votan, pueden ser tontos o no, pueden estar desinformados o no, pero lo que está claro es que al final gana el que recibe más votos, aunque sea de votantes que están callados.

1.11.04

La mística del jamón

Tras los treinta y tantos años que me han ido curtiendo la búsqueda del misticismo ha pasado a un plano absolutamente secundario, buscando la felicidad en placeres más mundanos.

Pero hay un templo en el que ni yo ni mi mujer (de condiciones místicas similares a la mía) podemos negarnos a participar del ritual poniendo toda nuestra devoción en ello: es el "Típico andaluz", tasca ubicada en Estepona y dedicada al deleite del paladar con sus exquisitos jamones.

No importan las esperas, el ruido, la dureza de las sillas, el rito empieza viendo cómo del cuchillo jamonero van saliendo finas lonchas que luego, una vez en el paladar, provocan la detención de los relojes, sonidos o cualquier distracción general, quedando todos los sentidos al servicio de la degustación de semejante exquisitez.

No soy un entendido, pero sé que independientemente de la variedad (serrano, de bellota, de recebo, dulce...) absolutamente todos los jamones provocan experiencias místicas que hacen que uno dude por unos segundos de su incipiente ateismo.

30.10.04

Despertarse en sábado

Llega el viernes por la noche, uno se va a la cama con la idea feliz de que al día siguiente va a dormir hasta que las sábanas se deshilachen, pero llega el sábado por la mañana y el jodido reloj biológico te hace despertarte a las ocho (eso como muy tarde), y ya no hay manera de volver a pillar el sueño.

Por fortuna siempre queda poner el despertador a la hora habitual para pegarse el gustazo (pseudo masoquista) de poder apagarlo mientras se piensa: "hoy sigo durmiendo, ¡qué gustazo!". Lástima que a los diez minutos ya tenga los ojos como platos pensando en lo saludable que es madrugar (nos estamos haciendo viejos).

29.10.04

Traeros sillas

"Traeros sillas", se escuchaba al comienzo de la reunión/mitin del jefazo que han convocado hoy en la empresa.

Lástima que no hubiera sitio para tanto aforo y me han tocado 90 minutos de gallinero, como un machote de pie (como la mitad de los asistentes) haciendo el gilipollas pues hasta el final ¡HABÍA UNA SILLA LIBRE!

¿Qué será peor? ¿El dolor de espalda estando aún convaleciente del partido de ayer? ¿El calor que se ha pasado porque hay una magnífico aire acondicionado que se ceba con la persona que tiene al lado (seguro que ya con pulmonía) pero no se digna a moverse ni un centímetro más? ¿O la sensación de estupidez al haber estado viendo todo el rato esa silla libre sin cruzar delante de las narices de todo el mundo que la rodeaba para sentarme en ella?

El deporte perjudica la salud

Después de salir de un catarro (más bien en el eteeeerno proceso de salida que dura un número incontable de semanas) ayer tuve la ocasión de remotar mi actividad deportiva.

Hay que reconocer los beneficios innegables de una actividad deportiva sosegada (como la avidez con la que se devora la comida ese día, sin ningún cargo de conciencia por ponernos ciegos), sin embargo las actividades grupales tienden a una competitividad que lleva a un empeoramiento notable de nuestra salud.

Llegué feliz al campo de cesped artificial luciendo mi indumentaria de portero (todo orgulloso lucía yo mis guantes de estreno de 8 euros en el Carrefur), cuando el colega que me llamó me dijo: "Ya tenemos portero, así que hoy juegas"... ¡Horror! ¡Espanto! hora y media de futbol siete corriendo (es un decir) la banda izquierda, a la vez que soportando la presión de los compañeros gritando: ¡Hay que bajar a defender! ¡Llega a ese balón! ¡A ver si corremos más!

Cuando en el colegio hacía baloncesto tuve un entrenador que gritaba constantemente: "Que nadie pare hasta que saque el hígado por la boca"... ayer me acordé de él cuando en pleno ataque de tos e inicio de mareo provocado por la asfixia sentí una masa viscosa en mi boca: el hígado. Bueno, aunque no fuera así yo me convencí de ello y paré.

Pero claro, aparte de eso, del dolor de espalda debido a la inactividad de varias semanas, de los callos y de la uña del dedo gordo del pie que otra vez está cascada, no podía abandonar el escenario (del crimen a esas alturas) pues debaja colgado a mi equipo con el riesgo de que no contaran conmigo para futuros eventos, con el decaimiento en mi exiguo contacto con la sociedad.

Ahora con el resuello otra vez recuperado espero la próxima llamada para un acto deportivo, y que en esa ocasión lo perjuducial que de por sí es el deporte no se convierta en algo heróico como aconteció anoche.

28.10.04

La mano libre

 
Si el estrés es uno de los grandes males de la sociedad la teoría que ahora planteo ayudará a la mejora de la calidad de vida de un forma rotunda e indiscutible.

Y es que el estrés que se nos acumula no es el causado por el trabajo, o incluso por la familia, pues esos son los grandes estreses que luego liberamos con unas vacaciones (a veces forzosas, eso sí) o un rato de ocio.

El problemático es el estrés autoinflingido en las pequeñas cosas del día. Planteo la siguiente situación: uno llega a casa después de hacer la compra, preguntándose de qué material estará hecho el plástico de las bolsas que es capaz de soportar varios quintales de suministros, bolsas que además tienen el empeño de demostrarnos que ni el diseño ni el color de los dedos de nuestras manos son acordes para semejantes tareas.

En esas estamos cuando frente a la puerta del ascensor tenemos que pulsar el botón para llamarlo, momento en que se realizan toda clase de malabarismos a la par que demostraciones de lo hermosos que están nuestros biceps con tal de conseguir arañar el pulsador con el dedo pulgar.

Llega el ascensor y en otro ejercicio de contorsionismo abrimos la puerta con un dedo mientras la sujetamos con el pie, intentando escurrir nuestro cuerpo hacia adentro con mayor celeridad que la que imprime el peso de la puerta al cerrarse.

A continuación repetición del número del pulsador (máxime si hay que subir más allá de la segunda planta), apertura de la puerta con la espalda y momento de máxima dificultad: atinar con la llave en la cerradura.


Planteo a continuación otro caso: Se finaliza la comida y se empieza a recoger la vajilla, cargas al máximo (un plato en cada mano más la botella de agua en el sobaco, uno no da para más), luego se suelta la botella para a continuación abrir el cubo de basura e intentar tirar toda la porquería, que inevitablemente cae en el hueco entre la bolsa y el cubo, o rueda y rueda por la montaña de residuos que se acumulan.


Y como estos podemos encontrar muchos casos de estrés cotidiano que se solucionan aplicando una máxima: "Dejar siempre una mano libre". Es increible comprobar lo útil que es el uso de las dos manos cuando éstas actúan de forma cooperativa (una ayuda a la otra) y no competitiva (las dos realizando la misma tarea, a ver cuál es más chula).

La máxima "Dejar siempre una mano libre" tiene una excepción: el transporte puro y duro de material. En el momento que haya que realizar otro movimiento (abrir una puerta, pulsar un botón, tirar los restos de comida...) una de nuestras manos debe estar libre para comprobar, con la mayor de las sorpresas, lo sencillas que resultan estas tareas.

"Dejar siempre una mano libre" aumenta nuestro nivel de relax y confort, evita estrés cotidiano a la par que previene lesiones debidas a contorsionismos para los que estamos poco entrenados.

Eso sí, con la fuerza de la costumbre tenderemos a ocupar ambas manos por lo que nuestro principio deberá estar presente constantemente: "Dejar siempre una mano libre".


He dicho.

Llego tarde

A estas alturas un weblog... definitivamente soy un ser de una originalidad insultante.

Y es que llegar tarde al carro de cualquier invento tecnológico es una de las especialidades de la casa que no hago constar en mi cv. Pero ya voy pensando que eso de ser los primeros supone demasiadas complicaciones, asumiré la tranquilidad de los rezagados a los que no les esperan premios, pero tampoco grandes responsabilidades.

Y así seguiré llegando tarde a las citas en las que el reloj no marca el tiempo... a fin de cuentas para montarse paranoias tampoco hace falta ir deprisa.

Este es el principio, soltaré la cursilada de: "Querido diario...".