3.4.06

La entrevista

Entre el maremagnum de cosas que me han salido saqué un hueco para acudir a la entrevista, aún sabiendo cuál va a ser mi respuesta final.

La experiencia fue muy interesante, de hecho ha sido el proceso de selección más riguroso de todos los que he pasado. Muy profesional y bien organizado, dando la impresión que realmente se intentaba evaluar lo relativo al puesto a contratar en lugar de lo primero que le venía a la mente a la persona que hace la selección.

En primer lugar llegué a la empresa en cuestión y en lugar de tener que esperar de brazos cruzados me entregaron un formulario básico en el que rellenar los datos personales y las cuestiones más habituales.

Nada más acabar el cuestionario me recibió una amable señorita que me hizo la entrevista siguiendo un guion estricto, pero dándole fluidez a la conversación.

Además de la típica pregunta de "díme qué destacarías de ti" o "díme tres aspectos negativos" insistió mucho en que me comparara con animales, plantas o cosas (qué animal te gustaría ser, qué animal no te gustaría ser). Una vez agotados los animales (la botánica no es lo mío) me restringió a las cosas: "si fueras una cosa, ¿qué te gustaría ser?".

Después de pensarlo unos segundos le contesté que un "Stradivarius", pues iba a estar muy bien valorado y me cuidaría como oro en paño (estuve fino ahí).

Ahí ya tenía la impresión de estar siendo psicoanalizado, impresión que se acrecentó cuando me puso sobre la mesa varias tarjetas de colores y me dijo "escoge una". Escogí una de color verde moco chillón, ella la retiró de la mesa y me dijo "escoge otra", así que seleccioné una segunda al azar. El proceso se repitió hasta que no quedaban tarjetas (me pregunto qué narices se consigue con esta prueba).

Finalmente acabó la entrevista y me dio tres cuestionarios a rellenar. La entrevista duró el tiempo justo para que el siguiente candidato hubiera rellenado el formulario inicial, con lo que parece que nada estaba dejado al azar.

El primero de los tres cuestionarios era una tontería relativa a conociemtos técnicos (cuánto sabes de esto, cuánto de aquello). El segundo eran una serie de casos prácticos muy enfocados al puesto para el que se hacía la selección. El tercero era un test de más de cien preguntas (creo que 136, extraño número) en las que se hacía una evaluación psicológica mezclada con algunas preguntas para medir la inteligencia.

En definitiva, que pasé un rato interesante y comprobé que la selección de personal también se puede hacer de forma seria... bueno, en concreto el proceso de selección, que la selección ya no sé.

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