6.11.06

Kenia y Seychelles - Hoteles (II)

Si hay un sitio donde merezca ir aunque sólo sea por visitar los hoteles es a Seychelles.

Realmente serían innumerables las razones para quedarse en Seychelles, como el hecho de ir en bermudas todo el año, pero como es de hoteles de lo que quiero hablar pues a ello me restrinjo.

En la gencia de viajes estuvimos barajando la posibilidad de alojarnos en algún hotel de los buenos, pero el presupuesto se nos disparaba, así que nos quedamos con el que estaba incluido en el paquete, pues tampoco pintaba mal.

Cuando llegamos al hotel pudimos comprobar que no nos habíamos equivocado. Nada más entrar comprobamos que el hotel, como muchos sitios públicos de por allí, era totalmente abierto, sin puertas de entrada o salida, lo que permitía ver el mar desde la recepción.



El hotel era el Meridien Barbarons y su categoría vendría a ser un cuatro estrellas bastante apañado.

Tenía un restaurante a la carta, uno de buffet y una cafetería donde ponían unos sandwiches de vicio las 24 horas del día.

El servicio absolutamente impecable, con una amabilidad que aparentaba ser muy sincera (no sé si lo sería, pero si era mentira lo hacían muy bien).

Para empezar nada de hacer el check-in de pie en la recepción. En primer lugar te sentabas en un sofá y te invitaban a una bebida. Allí hacías todos los trámites hasta que entregaban la llave de la habitación. Era de agradecer que no aceptasen propinas en ningún sitio, sobre todo tras la experiencia de Kenia.

Eso sí, por ley en los hoteles no se puede pagar con moneda local, sólo euros o dólares, lo que para los turistas es incluso mejor.

La habitación era un loft muy bien cuidado, con la cabina de ducha transparente desde la que se podía ver la tele.


El emplazamiento del hotel era magnífico, pues nada más levantarse por la mañana uno se podía pegar un baño en el mar (temperatura constante del agua de más de veinte grados).

La pega es que hacían falta muchos días para degustar la comida que allí servían, pues además de ser de buna calidad era imagintiva y muy variada. En el buffet había al menos cinco cocineros, cada uno con su sección y algunos con ayudante. Cada día se ofrecía una centa temática (oriental, local, italiana...) y cada cocinero debía preparar los platos de su sección acorde con el tema. ASí por un lado estaba el cocinero de las ensaladas, por otro el que cocinaba en plan Wok delante tuyo, por otro el de las carnes y asados, por otro el de los entrantes y sopas y por último el de los postres. La verdad es que no se daba abasto.

Lo realmente impresionante es que este hotel no es una excepción, sino que en el tour de Mahé (la isla principal) se incluyen visitas a varios hoteles.

PD: Sí, sí, estuvimos informándonos sobre el papeleo para emigrar a Seychelles. El papel más importante a presentar son billetes de muchos euros.

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