30.10.04

Despertarse en sábado

Llega el viernes por la noche, uno se va a la cama con la idea feliz de que al día siguiente va a dormir hasta que las sábanas se deshilachen, pero llega el sábado por la mañana y el jodido reloj biológico te hace despertarte a las ocho (eso como muy tarde), y ya no hay manera de volver a pillar el sueño.

Por fortuna siempre queda poner el despertador a la hora habitual para pegarse el gustazo (pseudo masoquista) de poder apagarlo mientras se piensa: "hoy sigo durmiendo, ¡qué gustazo!". Lástima que a los diez minutos ya tenga los ojos como platos pensando en lo saludable que es madrugar (nos estamos haciendo viejos).

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