17.1.08

La fórmula misteriosa

Anoche, aprovechando que estos días tardan más tiempo en calentarse las plumas de del edredón debido a que en casa sólo estamos la mitad de los generadores de calor, salí a cenar con amigos de la adolescencia. Hacía muchos meses que no coincidíamos y años desde que no compartíamos un rato distendido.

Desde el primer minuto el clima que se generó fue absolutamente magnífico, sobre todo porque no emepezaron a aparecer las batallitas del pasado, sino que hubo un update y nos centramos en lo divino y lo humano del presente.

Claro, que todo eso no fue precisamente provocado por el autor de este blog, maestro en las lides de los silencios prolongados, palabras entrecortadas y comentarios tan sesudos como intrascendentes.

¿Cuál es la fórmula de las palabras vanas pero divertidas? ¿Cómo se colorean los silencios del uno contra uno?

Por fortuna mis interlocutores estuvieron sobrados de palabras que jamás podré compensar, aunque siempre agradecer.

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