Hay algunas experiencias que todo el mundo debería vivir en la vida (como que te toquen varios millones de euros en el euromillón) y este fin de semana tuve la revelación de estar viviendo una de ellas: asistir a un monólogo de Rafael Álvarez "El Brujo".
Así como antaño se iba a Madrid a ver a Lina Morgan, ahora en lugar de ver espectáculos musicales con mucho fuego de artificio lo obligatorio sería asistir a la casa de este trobador, porque una vez en el teatro te tiene como si te contara una historia en el salón de su casa.
Seguiré su calendario para asistir a otras obras, aunque sinceramente no me importaría repetir la misma ("San Francisco, Juglar de Dios").
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario