9.5.10

Mosquitos

Con estos cambios de temperatura es inevitable pillar algún enfriamiento, así que Ulises pasó una mala noche con una tos persistente (lo comenté hace algunos días). La cuestión es que para que le parara la tos tuve que abrir la ventana para que el aire fluyera.

Con el aire la tos se calmó, pero entraron los mosquitos de forma silenciosa e imprevista.

Por aquí los mosquitos no son especialmente voraces, quizás de forma ocasional amaneces con una pequeña hinchazón que se pasa en cuestión de minutos. Sin embargo a Ulises las marcas de las picaduras le duran días, muchos días.

Aquella mañana sólo el amaneció con algunas manchas en la piel, poca cosa. Nadie más había sido víctima de los molestos insectos.

Sin embargo, con el paso de los días, las manchas se le convierten en costras, y tras más de una semana las señales son muy notorias. Dentro de unos días ya no quedará rastro, pero no puedo evitar preguntarme si detrás de ellas se esconde algún tipo de alergia o simplemente es que su piel no está curtida para esas batallas.

No hay comentarios: