2.9.09

Guardería

Hoy ha sido el primer día de guardería de Ulises. Iba equipado con su mochila en la que había una botellita de agua con pitorro, su vaso y una muda completa.

Finalmente le han puesto en el grupo de los bebés, pues aún es un poco pronto para integrarse con las actividades de los niños de dos años, pero sospecho que no durará mucho con los pequeños.

A las nueve de la mañana mamá ha dejado a Ulises en la guardería sin que haya habido llanto ni pena, pues un espacio amplio para jugar no es algo que merezca derramar lágrimas. Allí ha estado hasta la una y media, momento en que sí estaba sumido en lágrimas porque no quería comer. Lo cierto es que Ulises es un tanto especial para las comidas, lo mismo se lo come todo que se salta una comida alegremente (en cualquier caso luego en casa ha comido algo de jamón york y queso fresco).

Al ser el primer día las profesoras se tienen que familiarizar con los niños, así que les han identificado usando el clásico (pero efectivo) método del bolígrafo, escribiendo el nombre de cada niño en la mano.



Lo único negativo es que el camino a la guardería es un tanto tortuoso (nada adaptado para carritos) y que al llegar a casa no funcionaba el ascensor, pero por lo demás todo ha transcurrido sin problemas y la vida la podemos seguir organizando de la misma forma que cuando contábamos con Esperanza, aunque ahora con un proyecto pedagógico de por medio.

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