7.9.09

Se acabaron los tomates

Quizás Ulises no lo sufra, pero sus padres sí, y es que se nos ha agotado la reserva de tomates que trajimos del pueblo.

Aparentemente esto es un hecho banal, sin embargo no dejaban de ser una conexión con nuestro viaje, aunque no estuviéramos en el pueblo aún podíamos paladearlo un poco y disfrutarlos cada noche que los poníamso en la ensalada (todas).

Y es que pocos tomates habrá que tuvieran el cuidado y buen hacer de estos, pues el bisabuelo se sentaba cada mañana frente a su huerto para simplemente verles crecer y recogerlos cuando estaban en su punto justo de maduración.

Hoy en la lista d ela compra hemos apuntado "tomates", pero ya nada será lo mismo.

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