8.1.10

Empañando los cristales

Ciertamente alguna vez habíamos jugando a empañar con vaho el espejo de casa, pero Ulises no solía mostrar mucho entusiasmo. Sin embargo el frío exterior del que resguarda una ventana sí que le llamó la atención.

Eché una bocanada de vaho a la ventana y Ulises se me quedó mirando. Repetí la operación y despertó su interés de tal forma que con su mano me giró la cara para que volviera a repetirlo. Una vez conocido el mecanismo procedió él a intentar lo mismo, aunque aproximándose al cristal de tal manera que casi lo llegaba a besar.

El juego de empañar los cristales le ha gustado mucho estas navidades, prestándose a jugarlo con cualquiera que le acercara al cristal.

La única pega es que en alguna ocasión también intentaba abrir la ventana, y si le ayudaba a conseguirlo se volvía loco por intentar salir fuera, a pesar del frío que se colaba por la rendija.

1 comentario:

María Pilar dijo...

Recuerdo que de pequeña, encima del vaho dibujaba con el dedo. se lo enseñas a Ulises?