20.6.09

Adaptando horarios

Aunque va evolucionando sus horarios, Ulises se suele dormir relativamente pronto, entre las nueve y las diez de la noche. Esto nos deja algo de tiempo libre para nuestras aficiones o para quedar con los amigos (por turnos).

Ayer la mamá salió a cenar con unos amigos y yo me quedé dándole al vicio del "Fallout 3". El resultado es que hasta las dos no nos fuimos a la cama... y los excesos se pagan pues Ulises a las siete ya estaba intentando abrir la persiana.

Tanto la madre como yo nos hicimos los remolones un buen rato, como sugiriendo "levántante tú", hasta que pesó más el hecho de que a diario es la madre quién tiene que encargarse de Ulises, así que era de justicia que me levantara yo.

Desayuné y jugué con el bicho sintiendo un peso enorme en los párpados, con la esperanza de poder adaptarme a la rutina de Ulises, que marcaba una siesta en un par de horas.

Biberón, más juego... además de los párpados mi cabeza ya tenía el tonelaje de un transatlántico... pero al par de horas, con el trajín que tiene ahora, Ulises se durmió y yo me acoplé a su horario.



Luego nos despertamos muy tarde, casi a las doce, pero al menos ambos teníamos energía para afrontar el resto del día.

1 comentario:

m.p.moreno dijo...

De tal padre, tal hijo!.Si es que los que son guapos lo son hasta durmiendo.