Manías y costumbres

Como desde hace un tiempo no ando yo muy suelto en la originalidad de lo que escribo, pues me lanzo directamente a fusilar ideas ajenas (evitando, de paso, ser "poco" original).

Circula por la blogosfera un "meme" que llevo meditando desde hace un tiempo: escribir cinco manías o costumbres que se tengan. Las vueltas se las doy por detectar la manías más relevantes, aunque creo que tampoco tengo muchas.

Sin un orden concreto aquí van las cinco que me apunto:

* Romper los manteles de papel después de la comida. A veces esperando el postre, a veces en el café (que no tomo) hago jironcitos de la parte del mantel que cuelga más cercana a mí.

* Hacer montoncitos con las migas de pan. Antes de hacer jirones el mantel suelo amontonar las miguitas de pan que se quedan en la mesa, intentando buscar alguna forma misteriosa cual Richard Dreyfuss en "Encuentros en la tercera fase".

* Tocarme el bolsillo donde llevo la cartera. De esta manera chequeo periódicamente que la cartera sigue en su sitio (no puedo evitar hacerlo cada pocos minutos, sobre todo si camino por una zona muy concurrida).

* Tengo pánico a que se me acabe el agua mineral en casa. Quizás será que en mi época de estudiante, y durante algún año de sequía, tuve que beber agua del grifo.

* Me pongo histérico si no me puedo cortar los padrastros de los dedos con el aparatito de manicura adecuado. No sé como se llama el utensilio, al que he bautizado como "machacapadrastros", uno de los grandes inventos de la humanidad.