23.6.06

El triunfo de mi equipo

La emoción desacerbada que muestran los hinchas de los eventos deportivos se puedne justificar por la necesidad de evasión que tenemos, ser partícipes de los triunfos y fracasos de otros, triunfos y fracasos que no nos van a aafectar en lo más mínimo (rememorando al mejor Pumares refiriéndose al cine: "La magia está en que durante dos horas los problemas los tienen otros").

Sin embargo no es justificable hacer de la evasión un motivo de vida o una justificación de actuaciones, pues el que supuestamente es "nuestro equipo" no es ni más ni menos que una entidad con ánimo de lucro queofrece un espectáculo que luego podría comentar.

Me imagino que algo así sucediera con la bolsa, por ejemplo, donde un presentador, un animador alocado y un comentarista (supuestamente especializado) nos retransmitieran con pasión las fluctuaciones del valor de ciertas empresas. Además que hubiera comparaciones internacionales, así se alegraría cuando suben las acciones de Telefónica y bajan las de Vodafone. Un montón de hinchas (esto es, los que se ponen la camiseta con el logo de la empresa, pero sin ganar ni perder un euro pase lo que pase) saldrían a la calle a mojarse en las fuentes y a tocar el claxon del coche.


En esta ocasión no he puesto mucha pasión, pero ciertamente creo que es la vez en la que más próximo estoy de decir que "ha ganado mi equipo": El Unicaja campeón de la liga ACB.

En Unicaja tengo algún dinerito (la nómina va por ahí), para Unicaja he trabajado bastante tiempo (de forma indirecta), y mi mujer también tiene contactos profesionales con Unicaja, con lo cual estamos más cerca de ese equipo que de cualquier otro.

Claro, que no sé porqué me da a mí que no nos van a dejar ningún cachito de la tarta.

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