17.5.09

Abaaabababa

Tengo que intentar grabarlo, pues explicarlo es complicado, pero tiene gracia ver a Ulises lloriqueando, y mientras se queja le pongo y quito la mano de la boca para que su voz salga entrecortada, y el llanto se torna en sonrisa pues le hace mucha gracia ver el sonido que emite su voz.

Hoy ha intentado hacerlo él mismo, pero como aún no controla sus manos como para extender sus palmas o para moverlas rítmicamente, lo que hace es apoyar su boca contra mi hombro o mi brazo y mover la cabeza de tal forma que tapa y destapa el sonido.

De forma similar, pero en esta ocasión el solito y sin que nadie se lo enseñe, ha aprendido a hacer pedorretas sobre mi brazo o el de su madre, apoyando su boca y soplando de tal forma que emite el sonido adecuado.

Todo ello forma parte del entrenamiento de los nuevos sonidos y discursos que va aprendiendo.

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