3.7.09

Un pequeño engaño

En el día a día con Ulises intentamos ser coherentes y no hacer cosas que puedan confundirle. Si se le ofrece algo se le da, y si se le dice que no a algo es que no, de esta forma puede ir aprendiendo ciertas normas de comportamiento.

Sin embargo he caído en la tentación y he sometido a Ulises a un pequeño engaño, aunque justificado con la buena causa de que coma el potito de fruta.

Estos días a la hora de la merienda Ulises apenas prueba la fruta, pero como tiene hambre come con bastante avidez el yogurt. De hecho cuando se le da fruta se está moviendo todo el rato, intentando agarrar la cuchara (con resultados normalmente desastrosos) o el vaso o frasco de la papilla. Pero al mostrarle el yogurt se queda tranquilo, abriendo la boca mientras demanda la siguiente cucharada.

En esas estábamos cuando se me ocurrió poner el potito en la mesa más o menos alejado de su visión, sujetar delante de él el yogurt, llenar la cucharilla con la fruta, hacer como que entra y sale del yogurt y de ahí a la boca.... ¡y funciona!

No sé muy bien cómo procesará el sabor de la fruta su cerebro, pero al ver el yogurt reacciona automáticamente pidiendo más y permaneciendo tranquilo.

Como digo un pequeño engaño de inciertas consecuencias, ¿dejará de gustarle el yogurt? ¿pensará que los plátanos salen de la leche cuajada?

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