8.3.10

Reposo casero

A todos nos venía bien un descanso, y la lluvia ha despejado cualquier duda sobre si salir a dar brincos por la calle o quedarse en casa.

La perspectiva de quedarse todo un día en casa con Ulises siempre es un poco agotadora, pero por unas cosas o por otras ha pasado las tardes aletargado.

El sábado, sin llegar a tener fiebre, se le notaba que algo le pasaba (de hecho hoy le he dejado con unas décimas). Supongo que será el siguiente virus en rotación, pues una vez mamá y papá están totalmente recuperados hay que empezar el ciclo.

El domingo fue un tanto extraño, pero con resultado similar, pues Ulises se despertó más tarde lo habitual (casi a las ocho) y no se eschó una cabezadita antes la natación, con lo que ésta fue un desastre (como viene siendo costumbre habitualmente). No quiso comer y durmió una mini-siesta de menos de media hora. Se despertó con hambre, jugar un poco y luego sí que hubo una siesta comunal más propia de un fin de semana.

Entre sueño y sueño Ulises sigue mostrando cómo su mente elabora procedimientos más sofisticados para conseguir las cosas, hasta tal punto que vuelven a sucederse las ocasiones en que no sabemos lo que nos pide por más que tire de nosotros.

No hay comentarios: