14.4.10

Reducción de jornada

Conocer la fecha exacta del futuro nacimiento es algo extraño, pero permite planificarse de forma precisa. Tal es así que ya he concretado con la empresa el calendario de los próximos meses, en los que habrá que tirar de convenios, leyes de paternidad, vacaciones y demás artilugios para poder sobrevivir a lo que se viene encima.

El reparto cualitativo de las tareas será sencillo: un bicho para papá y otro para mamá.

El bicho de papá será Ulises, pues requiere compatibilizarlo con el horario de guardería, esto es, es compatible con algún horario (el otro bicho será incompatible con casi todo).

Ulises entra en la guardería aproximadamente a las 7:45h, y sale a las 14:45h, así que en ese intervalo puedo trabajar seis horas, más una adicional para los desplazamientos (comer es de nenazas).

Por supuesto este planteamiento es válido mientras la guardería esté operativa (no sólo que esté abierta en plan "parking de bebés", sino 100% operativa), por lo que será válido hasta final de julio (espero). En agosto habrá que tirar de vacaciones e improvisar, y en septiembre...

Mayo, junio, julio, agosto... septiembre está muy lejos, ya se verá. De momento la fiesta empieza el 28 de abril.

No hay comentarios: