15.3.09

El primer chapuzón

En alguna ocasión intentamos meter a Ulises bajo la ducha, pero con poco éxito, así que llegamos con algunas dudas a la primera clase de natación para bebés.

Al llegar a la piscina el monitor nos vio la cara de pardillos y nos ayudó a meter a Ulises en la piscina, que simplemente miraba atento todo lo que sucedía a su alrededor.

Llegó el momento de mojarle la boca, la nariz y luego sumergirle, y aunque no le resultó agradable Ulises no se quejó, al contrario que otros compañeros de clase.

Por cierto, que al ser el primer día Ulises era el de menor edad, pero claramente el de mayor tamaño (tanto a lo alto como a lo ancho).

Pasó la clase sin que acontecieran grandes alegrías o penalidades, pero cuando terminaron los 30 minutos nos pusimos a hacer largos a la piscina y ahí Ulises sí que se divirtió, pues lo suyo es la velocidad.

En definitiva, que se pasó el primer día de piscina sin traumas, un rato agradable que irá mejorando semana a semana. El domingo que viene más.

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