7.3.05

El ricachón, el rico y el nuevo rico.

El sábado estuve paseando con mi mujer por el paseo marítimo bajo un espléndido sol y la montaña nevada al fondo, lo que hubiera sido bastante agradable si no fuera por las continuas obras, grúas y zanjas que tuvimos que sortear (bueno, agradable sí que fue).

En esas estábamos cuando nos plateamos el dinero que ganan nuestros jefes y los gastos que se pueden permitir (todo esto viene porque el jefe de mi mujer se ha comprado el portatil más caro y pijo del mercado).

Reflexioné entonces que la capacidad económica de las personas no se ilustra tanto por la adquisición de un capricho determinado sino por el club al que pertenece.

En la capa más baja de "los ricos" tenemos a los que pertenecen al club de tenis, sitio al que se acude para mostrar una ostentosidad más aparente que real. Están en esta capa los currantes que han hecho cierto capital o los autónomos minoristas.

En la capa intermedia están los socios del club de golf, sitio donde se habla de negocios a una escala más o menos respetable. Caen aquí los empresarios o directivos de cierto calado (tanto jubilados como en activo).

En la capa más alta están los socios del club náutico. Desconozco por completo sobre qué se debe hablar en tan selecto club, pero apostaría algo a que ni se menciona el trabajo, pues eso es cosa de los mortales.



Y fuera de este ranking estamos los que somos socios de un gimnasio, aunque también somos ricos, en concreto "curricos".

1 comentario:

raul dijo...

Uffff, yo me parece que no llego ni a currico, porque ni siquiera voy al gimnasio... Creo que me quedo en la capa de los "machakas" jajaja