Hace unos días, aprovechando la venta de armas de España a Venezuela, apareció en algunos informativos una referencia a una feria de muestras del sector de las armas que se celebró en el medio oriente.
La apariencia de aquella feria no difería en mucho de una de automoción o de náutica, por hablar de productos más o menos caros. Los comerciales hablaban de las "bondades" de sus productos, y ofrecían ofertas por hacer el pedido en el momento o en paquetes de grandes cantidades.
La situación parecía chocante, pero es lógico que si se compran armas también haya quién las venda. Y es que tenemos la impresión que con las armas sólo se trafica, pero también hay ventas legales aunque su uso sea de dudosa legalidad.
Sin embargo no pude reprimir un escalofrío cuando una amable comercial presentaba al reportero uno de sus misiles que tenía rellenos todos los huecos con pequeñas bolas de acero que no tienen ninguna utilidad con las infraestructuras, son sólo para joder a todo el que pase por allí. Y es que supongo que para ser diseñador de armas además de conocer la tecnología hay que tener bastante mala leche.
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