Hay gente que hace puenting, parapente... pero si se me permite considerar deporte extremo aquel que te deja molido todo el cuerpo, de arriba abajo y de fuera a adentro.
Me duelen las plantas de los pies, las piernas agotadas, los riñones destrozados, los hombros que no puedo levantar la bolsa de la basura (me refiero para ponerla), los dedos de las manos doloridos, taponamiento de las fosas nasales, ojos irritados... No no he pillado la gripe: ¡he estado de mudanza!
Tres días limipiando y moviendo trastos, y todavía quedan un par de viajes y varias cajas por abrir. Esto es demoledor.
Pero bueno, aunque parezca que el fin está lejano al menos ya hemos dormido en el piso reformado.
Por cierto que se me ha ocurrido llamar a la empresa de mudanzas para felicitarles por su trabajo (la verdad es que se portaron y fueron muy cuidadosos) y la mujer con la que he hablado no se lo podía creer... parece que no hay mucha costumbre de llamar para reconocer el trabajo bien hecho.
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