En un momento de lucidez se me ha ocurrido una de esas ideas que uno no sabe cómo la humanidad ha podido existir sin conocerlas y que podrá cambiar el devenir de los tiempos (eso si no varían también la órbita de los planetas).
Pues eso, que entre la diarrea mental y el sueño que tengo (echadle la culpa a Buenafuente) se me ha ocurrido una frase para educar a mi hijo (cuando lo tenga): "Recibirás la mitad de las cosas buenas y el doble de las cosas malas que des".
Claro que lo de la mitad y el doble es una burda estimación, y luego puede haber quejas cuando recibas una décima parte de lo bueno y te multipliquen por diez las puñaladas que pegues.
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