17.5.05

Abrir una bolsa del Mercadona

Apurado de tiempo llegué ayer al Mercadona para comprar algo de avituallamiento líquido. Hora punta, todas las cajas a reventar. Por fortuna las cajeras actuaban a pleno rendimiento y el tiempo de espera no era excesivo.

Llega mi turno y la señorita que me atiende pasaba los artículos como queriendo decir: "la mano es más rápida que el ojo". Mientras tanto yo agarré el conjunto de bolsas de plástico y al segundo o tercer artículo ya tenía una dispuesta a ser abierta... y aquí empezó la odisea.

Yo no sé si es que mis dedos están hechos de parafina, pero no hay forma que creen el rozamiento suficiente como para separar las dos capas de la bolsa de plástico. Intento buscar el borde y separarlo con las uñas, pero es una táctica inútil. Intento calentar y arrugar el plástico... nada. Haciendo el numerito de la bolsa estaba yo cuando la cajera me dice: "veintres con diez".

Suelto la bolsa, saco la cartera y le doy treinta euros. Sin guardar la cartera vuelvo a por la bolsa, pero la eficiente cajera ya tiene su cambio y ante la presión del momento me olvido del efecto de la mano libre y tengo que hacer malabares con la cartera, la bolsa, el ticket y el dinero.

Acto seguido se me viene encima un aluvión de artículos del siguiente cliente al que ya se estaba atendiendo, y yo proseguía con mi número circense de la bolsa, que ya había cambiado por otra en la que estaba probando el número del contorsionista (bolsa al pecho, bolsa arriba, bolsa al frente...).

El matrimonio mayor que me seguía ya estaba pasando, y el marido agarró otra bolsa y entre los dos hicimos un bonito dueto de apertura de bolsas de plástico. Los artículos de ambos estaban mezclados en la caja, hasta que llegó la mujer del matrimonio y le abrió la bolsa al marido... ¡cómo heché de menos a mi mujer en ese momento!

Finalmente, y creo que por aburrimiento, mi bolsa se abrió, con lo que pude salir de aquel infierno.


Y es que hay retos en la vida que nos hacen crecer como personas, que hacen que la humanidad se proyecte hacia el futuro con la esperanza de un mundo mejor, pero ninguno como conseguir abrir una bolsa del Mercadona a tiempo para que no se acumulen los artículos.

PD: La próxima vez llevo la maleta, que esa la abro sin problemas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto no pasaba con las bolsas de tela que llevaban nuestras abuelas... cuaaaanto tenemos que aprender de nuestros mayores.