20.9.05

Una experiencia inolvidable (casi sexual)

Este fin de semana me levanté con ánimos suficientes como para subirme en la bicilceta de montaña e intentar alcanzar la cumbre de "Los Reales", montaña de cerca de mil metros que se me resiste desde hace varios años.

La experiencia fue gratificante, aunque al final no se viera recompensada con la cumbre pues llegado un punto las piernas dijeron basta. Faltaba poco, y las rampas eran suaves pero no había ni un descasillo y ya no podía dar pedales ni en llano.

En cualquier caso el paisaje era magnífico, y la deforestación provocada por los incendios no había subido tanto como yo, se respiraba tranquilidad.

En ese momento no pensé que la experiencia me marcaría tanto como lo ha hecho. El recuerdo es agradable, pero lo que hace la experiencia casi inolvidable es el dolor que aún me produce sentarme por lo dolorodio que se me quedó el culo con el puñetero sillín.

La conclusión de todo esto es muy friki: los ciclistas profesionales seguro que tienen un callo en el trasero, pues de otra forma no me explico como uno puede montarse en la bici dos días seguidos (yo apenas puedo montarme en el coche).

1 comentario:

Zuviëh S.F. dijo...

Porque llevan vulgarmente hablando un protege-culos xD, yo sí que aguanto muchas horas y no me duele luego. Tal vez es que sea el tuyo demasiado débil (juz, juz).