El recuerdo del señor Boyero no fue casual, me vino a la mente influido por la situación de una empresa que tengo físicamente cercana, y por la de 190 de sus trabajdores más veteranos que me temo que están predicando en el desierto, pero que intentan defender su situación.
La empresa es Alcatel/Annovo que hace más de diez años estuvo a punto de cerrar en Málaga, pero que siguió adelante tras recibir unos cuantos miles de millones de pesetas del gobierno andaluz.
La empresa no acababa de levantar cabeza hasta que el año pasado recibió importantes pedidos a los que aún tiene que hacer frente.
Es en este punto cuando los ejecupijos franceses han maldecido que los trabajadores no se mueran a los cuarenta, decidiendo despedir a los 190 más veteranos para sustituirlos por jóvenes de empresas de trabajo temporal.
El mundo es complejo, sobre todo el de la empresa, pero de ahí a intentar borrar el más mínimo recuerdo de la revolución bolchevique hay un trecho que se está acortando peligrosamente.
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1 comentario:
Pues si, y cuando llega una cosa como esa, como la de los bolcheviques, la genta está ya tan harta y quemada que de funcionario grupo D para arriba, acaban en la guillotina o en sitios peores.
Es lamentable, pero es asi, y así ha sido siempre.
Un saludo.
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