12.1.06

El cuenco tibetano

Este año las obligaciones de obsequios navideños han pasado sin pena ni gloria, con gastos ajustados entre todos los intercambiantes de obsequios al saber que ninguno iba a hacer especial ilusión, lo justo para cumplir con el trámite.

Sin embargo un día estuvimos paseando por un mercadillo medieval que en esas fechas se estableció en una céntrica plaza de la capital. Entre los muchos y variados puestos de argentinos (vendían desde comida de barbacoa hasta jabones de aromas variados, pasando por todo tipo de artículos hechos a mano) pasaba casi desapercibido uno pequeñito de un joven español que tenía sobre el mostrador un buen número de cuencos tibetanos.

El hombre nos hizo una exposición sobre el origen y usos de los cuencos, aparte de una demostración de las propiedades acústicas que tienen. Cuando le preguntamos sobre el modo en que esos cuencos habían llegado aquí nos habló sobre su áfición por viajar al Tibet, desde donde se trae estos cuencos.

De entre los muchos cuencos que tenía expuestos me cautivó uno en especial por su sonoridad. No es el más grande, pero su sonido es sencillamente espectacular.

Un ligero golpe produce un agradable timbre, con una vibración duradera. Sin embargo la sorpresa viene cuando se frota con el palito recubierto de fieltro, pues el volumen de la vibración va subiendo y el sonido se puede mantener de forma indefinida (tanto como aguante el brazo dando vueltas al palo en cuestión).

El misterio parece estar en la mezcla de los siete metales que componen la aleación de la que está hecha el cuenco.

El resultado es que no pudimos resistirnos y así las navidades nos han obsequiado con un nuevo jueguete, resultando estar dándole vueltas al palito para escuchar el cuenco cada vez que llegamos a casa.




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1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues te sería más espectacular, que cogieras el cuenco con las yemas de los dedos de la mano izquierda, lo frotaras con el palito con la mano derecha, y cuando está sonando, acercaras el border del cuenco de metal a tus labios (sin llegar a tocarlos) abre y cierra la boca, verás que sorpresa te llevas ...

Si quieres descubrir, dame un toque: lancelot_da'arroba'yahoo.es

Lanzarote Dávila.
(España)