20.10.06

Correr es fácil

Existe el tópico de que salir a correr es la forma más sencilla de hacer deporte pues apenas hacen falta medios.

No negaré que para darse una carrerita para que no se escape el autobús no hace falta mucho más que darse un pequeño sofocón, sin embargo los kilómetros que voy acumulando me van desvelando que para la carrera continua hay que tener en cuenta muchas más cosas de las que se podría pensar.

Dado que este domingo tengo la cita anual con la carrera popular creo que es el momento de recopilar todas las cosas que debe tener en cuenta, pues sufrir las consecuencias de obviarla puede llegar a ser sumamente desagradable.

Por un lado el calentamiento, que eso lo sabemos todos, pero lo que no nos cuentan es que el calentamiento acaba cuando se está sudando de verdad. Meto en el saco del calentamiento los estiramientos de todos los músculos de la pierna.

La indumentaria. En primer lugar es imprescindible no estrenar nada de ropa en una carrera larga, pues hay que certificar que ninguna prenda hace rozaduras. La camiseta puede dejar desollados los pezones, los pantalones si son muy cortos puede dejar rozaduras en la entrepierna.

La ropa tampoco puede estar muy usada, pues un pequeño agujero en los calcetines puede ser demoledor.

Las zapatillas tienen que estar bien adaptadas, sobre todo que no haya costuras que hagan rozaduras.

También es importante la higiene. Hay que ducharse unas horas antes (la noche antes vale), pues una cabeza sin lavar puede acabar picando un montón cuando se acumula el sudor. Eso por no hablar del pestazo que puede acabar espantando a las moscas.

Dentro de la higiene también hay que cuidarse las uñas. Las de los pies cortitas y limadas, que las puñeteras aprovechan cualquier arista para agujerear los dedos (con el consiguiente espectáculo gore cuando los calcetines acaban ensangrentados).

La alimentación con cuidado. Evidentemente hay que tener reservas de energía, pero no hay que probar bocado en las tres horas anteriores, pues se corre el riesgo de echarlo en medio de la carrera.

Hay que beber, pero no en la media hora anterior, pues el líquido puede empezar a botar en el estómago de mala manera. Lo ideal es hidratarse bien unas horas antes, luego mear todo lo meable, y finalmente beber muy moderadamente par aevitar deshidratarse.

Hay que ir al baño una o dos horas antes de la carrera a hacer mayores, pues con los kilómetros las tripas se van soltando, y no sería la primera vez que me he pasado la meta en el sprint final para llegar al primer retrete (contato que la carrera continua es un laxante impresionante).


Ya me podrían haber contado todas estas cosas y no haber tenido que padecer las consecuencias de mi desconocimiento.

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