"Me levanté, me lavé, me vestí...", así recuerdo que empezaban las redacciones que los lunes nos hacía escribir la profesora de primero de EGB.
En un alarde de originalidad todos los lunes la profesora decía: "escribid una redacción de una pagina sobre lo que habéis hecho este fin de semana", a lo que la mayor parte de alumnado (aquellos a los que además de ser un castigo divino el hecho de ir al colegio también nos importaba tres pepinos lo que la profesora opinara de nosotros) respondía con: "El sábado por la mañana me levanté, me lavé, me vestí, desayuné (...) El domingo por la mañana me levanté, me lavé, me vestí, desayuné...".
Y es que en el colegio aprendimos a desarrollar la imaginación para consumir la mínima energía posible, aunque aún dudo que escribir cien veces "No hablaré en clase" por el método chino (en columnas) ahorrara energía, pero lo parecía.
Quién me iba a decir que en aquellos años estaba aprendiendo los fundamentos de la escritura de informes para los jefes, pues basta con hacer uno y luego ir cambiando sutilmente alguna cifra, dato, título o, simplemente, una fecha... y es que como mi profesora de primero ellos tampoco se los leen.
En cualquier caso huyo de cualquier frustración pues bien está lo que bien acaba, y los meses acaban con la nómina en el bolsillo.
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2 comentarios:
Pues sí, lo del sueldo supongo que debe ser un aliciente. Es lo que tiene el trabajo remunerado :P Yo, de momento, sigo entregando cosas de esas que nunca leen los profesores, sólo que ahora con más numeritos y menos literatura que antes. Muy buen blog :)
jajaj,muy bueno lo de los informes para jefes... y casí que mejor pensar en la nómina de fin de mes y listos.Besitos
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