15.12.08

Dormir durante las visitas

Este domingo fuimos a visitar a los abuelos, y aunque siempre hay cierta incertidumbre de saber cómo se tomará Ulises el par de horitas de coche la verdad es que estuvo mucho más tranquilo de lo previsto.

Por la mañana se despertó a su hora habitual (a las siete, como un reloj) y echamos nuestro rato de juego hasta que se volvió a dormir. Su siesta duró un rato más de lo habitual y cuando se despertó empezamos a prepararnos para salir. Una vez en la calle volvió a dormirse, incluyendo todo el trayecto del coche, y hasta un buen rato después de llegar.

Durante la visita se pegó un par de buenas siestas y yo temía que a la vuelta estuviera más inquieto, pero estuvo admirando el fluir del paisaje un rato hasta que volvió a dormirse.

Cuando en casa se despertó ya le tocaba el baño, un poco de música... y hasta hoy a su hora de diana.

Desde luego problemas de insomnio no tiene.

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