El sobaco cuenta como mano libre

Hace unos días volví a tener presente la teoría de la mano libre pues andaba yo de mudanza (ya contaré, ya contaré) con un par de bolsas de viaje en la mano derecha dejando la izquierda libre dispuesta para coger las llaves, abrir puertas e imprevistos varios.

Pero me dí cuenta que tenía que coger unas carpetas y, dado que en esta ocasión tenía que optimizar los viajes, decidí ponérlas debajo del sobaco izquierdo respetando así la mano izquierda libre.

Al intentar cerrar la puerta con llave me sentí con la misma movilidad que "Luis Ricardo Borriquero" (los más veteranos quizás se acuerden de este robot-Frankenstein cutre que se movía menos que un teletubi en una cama de velcro) levantando la mano sin despegar el codo del cuerpo.

En ese momento tuve la revelación que hoy comparto: la teoría de la mano libre también se debe aplicar al sobaco. Por supuesto la mano y el sobaco son excluyentes, pues tras la lúcida idea de cambiarme las carpetas de sobaco (el brazo izquierdo libre mientras el derecho tenía over-booking con dos bolsas y las carpetas) pude sacar las llaves y cerrar la puerta un segundo antes de que todos los papeles se cayeran al suelo, momento en el que tuve que liberar las bolsas para disponer de ambas manos para arreglar el desaguisado.