7.11.05

Un año en cartel

Desde hace algún tiempo (quizás algunos años) las distribuidoras de cine se empeñan en renovar la cartelera semana tras semana, seguramente porque algún ejecutivo agresivo de las productoras vio la posibilidad de fabricar la churrera de películas, con lo que casi hay más material para sacar a la calle que días tiene el año.

Evidentemente la producción de los churros no es ni mucho menos artesanal, y su calidad apenas permite que se mojen en un Cola Cao (lo del chocolate a la taza pasó a mejor vida), por lo que el sabor pasa a un segundo plano en función del tamaño, y así pasa con los churros como con los huevos: categoría A y categoría superior.

Los de categoría superior pueden ser iguales que los de categoría "A" (a veces incluso peores) pero se venden como los megahuevos-churros para que la gente piense se imagine degustando un exquisito chocolate o un suculento huevo frito con chorizo. Pero al final todo son palomitas.

Y si casi por casualidad sale un huevo-churro de los de categoría inferior que sea especialmente bueno pasa completamente desapercibido.

Eso pasó con una película de lo más divertido que se estrenó hace unas semanas: "La guía del autoestopista galáctico". De todas las salas de la ciudad la pusieron en una, y duró exactamente una semana. Y como esta seguro que muchas más (eso por no hablar de lo que no son churros o huevos).

Quizás uno esté muy mayor, pero creo que no fue hace tanto cuando una película podía estar un año en cartel. Ahora hay demasiados carteles que poner como para dejarlos en la imprenta.

No hay comentarios: