8.1.09

Después de 16 semanas

El nuevo plan sigue como pintaba, se ha esfumado por arte de magia la hora escasa de ocio que había antes de que pasaran estas 16 semanas, y el día sigue siendo agotador.

Pero lo mío es una cuestión meramente física, pues la madre se ha llevado la peor parte, pues tras 16 semanas de estar cuidando de Ulises tocó reincorporarse al trabajo.

La despedida fue algo dura, alguna lagrimilla se escapó, aunque luego la incorporación no ha sido tan dura como la pintaban. A fin de cuentas ya llevamos unos años trabajando más por necesidad que por gusto, con lo que el callo no se deshace en unos pocos meses.

Tras el segundo día en la nueva situación las cosas se estabilizan, sólo habrá un cambio de roles, pero Ulises sigue contento o no independientemente de los problemas laborales, físicos o emocionales de los padres. A él que le den su comida, que le entretengan después de comer y que le pongan ACDC para dormir.

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