Como casi siempre que hablo de las rutinas y los horarios es para contar algún desmadre también toca contar cuando un día sale de libro, que también los hay.
Ulises dormió bien esta noche, sólo se despertó una vez (con su correspondiente biberón) y hasta las ocho y media estuvo durmiendo. El desayuno a su hora habitual (nueve y media), un poco de juego y siesta, paseo y comida a las una. Otro poco de juego y segunda siesta.
Las siestas, además, como tocan: de un par de horitas.
A las cinco y media merienda, otro paseo (salida para hacer la compra), y pasadas las ocho baño y biberón.
Y aquí está el casi, pues le ha costado dormirse... bueno, no tanto dormirse como quedarse en la cuna, pues envuelto en mis brazos, echados en el sofá escuchando música se ha dormido con facilidad, pero en el momento en que le dejaba en la cuna se despertaba intranquilo. A la tercera ya no se ha despertado, así que hemos compltado un buen día.
Además, como la madre vendrá tarde varios días (ya se ha buscado actividades propias de la nueva situación) ya le voy pillando el tranquillo a bañar a Ulises sin ayuda, todo el truco está en tener todo el matiral preparado y a mano para que Ulises circule por los distintos puestos de lavado, secado y cambiado de ropa.
Ops, me acabo de acordar que aún está la bañera llena de agua y tengo la verdura en el fuego, así que el día aún no se ha acabado.
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