Augmentine

Augmentine o cómo matar moscas a cañonazos (con misiles intercontinentales, para se más exacto).

Esta mañana ha habido un pequeño accidente, y es que con el ímpetu con el que Ulises agarra y mueve las cosas le ha quitado las gafas a su madre y en el forcejeo se ha metido la patilla de las gafas en el oído, haciéndose una herida que empezó a sangrar. Todo esto sin tan siquiera haberse levantado de la cama.

Ulises estuvo como media hora llorando, el tiempo hasta que llegué al rescate desde el trabajo para ir a urgencias. Ya en el coche se calmó y a partir de ahí no ha parecido que le molestara el oído especialmente (ha estado bastante quejicoso, pero más parece que haya sido por los dientes).

En urgencias intentaron explorarle el oído, pero con el instrumental habitual no se podía ver nada dado que la sangre tapaba el interior, así que tuvimos que volver por la tarde a que le viera el otorrino (segunda visita en un mes) para que con la mini cámara observara que sólo se ha hecho una herida en el conducto, sin llegar al tímpano ni a ninguna parte delicada.

Sin embargo esa zona es muy sensible a infecciones, las cuales pueden ser chungas, así que a matar moscas a cañonazos con el Augmentine, que básicamente es amoxicilina presentada para bebés. También nos ha insistido el otorrino que no le entre en el oído ni una gota de agua (en los dos o tres minutos que hemos estado en la consulta nos lo ha dicho cuatro veces con bastante vehemencia), así que se acabó la natación para el mes que viene.

Total, que ahí sigue el bicho como siempre, pero con un manchurrón de sangre seca en el oído que supongo se le irá limpiando solo con el tiempo.

Entretanto habrá que darle el antibiótico durante una semana a las 5h, 13h y 21h, concidiendo con las comidas.