Así que hemos rescatado el parque-cuna que teníamos cedido y hemos montado en el salón una mini habitación de juegos (le he colocado el suelo con las letras y todo).
Como Ulises ya se sostiene perfectamente sentado se lo pasa bastante bien ahí metido, salvo cuando quiere estar en brazos o, directamente, cuando se aburre. Sea como sea lo más interesante es que es un sitio seguro donde dejarle unos instantes cuando tenemos que hacer cualquier cosa.
Entre las cosas que más le gusta del parque-cuna es intentar ponerse de pie, ejercicio que ya practicó las pasadas vacaciones:
Por cierto, que esta adquisición es un regalo de la familia castellana de hace muchos meses, aunque ésta no lo sepa (ventajas que tiene que te regalen cosas de Prenatal).
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